martes, 20 de julio de 2010

Analizan la obra "Endgame" de Samuel Beckett

La obra habla del término de los tiempos
El novelista irlandés aporta elementos de reflexión sobre el teatro, dicen especialistas

Como una mirada a un mundo destruido, corrupto, extinguido y agotado, donde el hombre ya no se atreve a salir, calificaron expertos y público en general la puesta en escena “Endgame”, del dramaturgo irlandés Samuel Beckett (1906-1989).

Durante una sesión de la Escuela del Espectador de Teatro, en el Centro Cultural del Bosque, tanto los protagonistas de la obra como el director teatral Bruno Bert y amantes del teatro, analizaron desde diferentes ángulos esta obra del referido crítico y novelista, considerado uno de los más importantes representantes del experimentalismo literario del siglo XX.

Se trata de una obra que habla del término de los tiempos, es como el final de un juego planteado por el ser humano, en el que cada vez que se acerca el final, decide renunciar y volver a empezar.

Coincidieron en que la obra expone un síntoma de la sociedad actual que es necesario hacer evidente, porque, sin ser trágico, es inevitable.

Por su parte, Bruno Bert, fundador de la Escuela del Espectador, afirmó que el tema del fracaso es una constante en la obra de Beckett, “es punto de partida, en el cual desarrolla toda su obra”.

Trata sobre la imposibilidad de poder encontrar una identidad y relacionarse con el mundo, de poder creer en sus propias palabras.

“Ese eje es una forma de disolución de un tiempo, y éste es el legado que nos ofrce Beckett”, expresó.

Refirió que el novelista irlandés es un escritor que aporta elementos de reflexión sobre el teatro y que varias de sus obras han sido memorables, es el caso de “Esperando a Godot”, “Final de partida” y “Los días felices”.

Asimismo, consideró que Beckett es un autor que cree en la humanidad.

“Si no lo hiciera caería en contradicciones, si no creyera no hubiese escrito las obras que hizo, no hay que olvidar que fue un novelista que hizo cine, televisión, teatro y sobre todo fue un gran poeta”, agregó.

Bert lo calificó como figura clave del llamado teatro del absurdo, y uno de los escritores más influyentes de su tiempo.

La puesta en escena, que estará hasta el próximo 28 de julio, aborda la vida de Hamm y Clov, quienes están atrapados en un espacio abandonado y afuera es el fin del mundo, o al menos eso parece.

Hamm es ciego y no puede pararse; Clov ve pero no puede sentarse; Clov y Hamm son mutuamente dependientes, siempre se han llevado mal y así se ve a lo largo de la obra.

Clov, en ocasiones, quiere liberarse de su yugo, pero se muestra incapaz de hacerlo.

Los padres de Hamm, que viven en la basura, aún discuten tontamente y piden comida mientras mueren.

Clov y Hamm, dijo, se presentan tan comunicados que no pueden separarse y a la vez incomunicados, que no pueden acercarse.

Presentada por la Compañía Nacional de Teatro (CNT), bajo la dirección de Abraham Oceransky, el elenco está conformado por Claudio Obregón, Diego Jáuregui, Gabriela Núñez, Octavio Michel, Luis Lesher y el actor invitado David Lynn.
México, D.F.

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