La Orquesta de Cámara Blas Galindo fue la encargada de abrir el telón del festín que durará hasta el 31 de julio.
Ante un Teatro Degollado que ocupado por un público de alrededor de 100 personas, la noche de ayer arrancaron las actividades del Segundo Festival de Música de Cámara de Jalisco, con un concierto a cargo de la Orquesta de Cámara Blas Galindo que dirige el maestro Guillermo Salvador.
Puntuales a su cita los músicos ocuparon su sitio en el escenario y apenas unos minutos después de las 20:00 horas se dejaron escuchar los primeros acordes de la Suite Holberg del compositor Edward Grieg. La ejecución fue de gran calidad y los espectadores empezaban a mover su cabeza al ritmo de la música.
Sin embargo, la mala nota es en primer lugar, para los organizadores que permitieron el ingreso de decenas de espectadores en plena ejecución de la pieza. Un chico haciendo bolas de aire con su chicle, tonos de celulares que recibieron llamadas, ruidos espantosos de gente que se dejaba caer en el asiento y hasta más de algún distraído que nunca había ido al teatro y decidió tomar fotografías de la cúpula (flashes por aquí y por allá). Lo peor es que el desorden debajo de las tablas se notó encima de ellas; y es que entre los músicos se escaparon algunas imprecisiones en la ejecución de la pieza. Todavía a la media hora de comenzado el concierto, seguían entrando personas que distraían la atención. Al final de todo el movimiento, casi se llenó la platea y la zona de los primeros palcos.
La calma regresó al lugar hasta la aparición en el escenario de Ginette Navarro, la flautista que interpretó la parte solista de la Amatzinac de Pablo Moncayo. Una interpretación limpia de Navarro se llevó los aplausos de la concurrencia y se le entregó un ramo de rosas.
Luego del intermedio, la pasión se apropió de los asistentes, quienes agitaron la cabeza ante la interpretación de Isaac Ramírez en el chelo, al momento de tocar el Gran Tango de Astor Piazzolla. Las palmas se agitaron con fuerza y el solista regresó dos veces de las bambalinas para recibir los aplausos del público. Finalmente, la velada culminó con la Sinfonía Simple de Benjamín Bri.
“Para mí es excelente el esfuerzo que hacen todas estas personas por mantener viva la tradición de la música de cámara en Guadalajara. Hay muchas piezas que me gustan más que con las grandes orquestaciones. Esta es una música más íntima y con la que cuando uno la escucha te puede poner la piel chinita. Ojalá el gobierno apoyará más este tipo de eventos”, comentó la señora Martha Rodríguez antes de retirarse del teatro.
La actividad del Segundo Festival de Música de Cámara de Jalisco continúa hoy en la capitalla Tolsá del Instituto Cultural Cabañas, con un concierto que ofrecerán el flautista Cuauhtémoc García y Carolina Rodríguez en el piano. La cita es en punto de las 20:00 horas.
Guadalajara, Jal.
Ante un Teatro Degollado que ocupado por un público de alrededor de 100 personas, la noche de ayer arrancaron las actividades del Segundo Festival de Música de Cámara de Jalisco, con un concierto a cargo de la Orquesta de Cámara Blas Galindo que dirige el maestro Guillermo Salvador.
Puntuales a su cita los músicos ocuparon su sitio en el escenario y apenas unos minutos después de las 20:00 horas se dejaron escuchar los primeros acordes de la Suite Holberg del compositor Edward Grieg. La ejecución fue de gran calidad y los espectadores empezaban a mover su cabeza al ritmo de la música.
Sin embargo, la mala nota es en primer lugar, para los organizadores que permitieron el ingreso de decenas de espectadores en plena ejecución de la pieza. Un chico haciendo bolas de aire con su chicle, tonos de celulares que recibieron llamadas, ruidos espantosos de gente que se dejaba caer en el asiento y hasta más de algún distraído que nunca había ido al teatro y decidió tomar fotografías de la cúpula (flashes por aquí y por allá). Lo peor es que el desorden debajo de las tablas se notó encima de ellas; y es que entre los músicos se escaparon algunas imprecisiones en la ejecución de la pieza. Todavía a la media hora de comenzado el concierto, seguían entrando personas que distraían la atención. Al final de todo el movimiento, casi se llenó la platea y la zona de los primeros palcos.
La calma regresó al lugar hasta la aparición en el escenario de Ginette Navarro, la flautista que interpretó la parte solista de la Amatzinac de Pablo Moncayo. Una interpretación limpia de Navarro se llevó los aplausos de la concurrencia y se le entregó un ramo de rosas.
Luego del intermedio, la pasión se apropió de los asistentes, quienes agitaron la cabeza ante la interpretación de Isaac Ramírez en el chelo, al momento de tocar el Gran Tango de Astor Piazzolla. Las palmas se agitaron con fuerza y el solista regresó dos veces de las bambalinas para recibir los aplausos del público. Finalmente, la velada culminó con la Sinfonía Simple de Benjamín Bri.
“Para mí es excelente el esfuerzo que hacen todas estas personas por mantener viva la tradición de la música de cámara en Guadalajara. Hay muchas piezas que me gustan más que con las grandes orquestaciones. Esta es una música más íntima y con la que cuando uno la escucha te puede poner la piel chinita. Ojalá el gobierno apoyará más este tipo de eventos”, comentó la señora Martha Rodríguez antes de retirarse del teatro.
La actividad del Segundo Festival de Música de Cámara de Jalisco continúa hoy en la capitalla Tolsá del Instituto Cultural Cabañas, con un concierto que ofrecerán el flautista Cuauhtémoc García y Carolina Rodríguez en el piano. La cita es en punto de las 20:00 horas.
Guadalajara, Jal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario