jueves, 29 de julio de 2010

Emotiva majestuosidad al piano de Elena Vorotko


Anoche se realizó el tercer concierto del Sexto Festival Internacional de Piano. La pianista invitada cautivó el escenario y al público con su delicadeza y pasión.

Con un hermoso vestido blanco, la pianista rusa Elena Vorotko salió al escenario para participar como tercera invitada en el Sexto Festival Internacional de Piano del Teatro Isauro Martínez.

La belleza de su rostro hizo juego con la dulzura de la primera pieza que se dispuso a interpretar para los laguneros.

“Seis preludios y fugas” de Johann Sebastian Bach abrió la velada musical que impresionó a los asistentes desde el comienzo.

Con una delicadeza emocional pero con una fuerza arrebatadora se desprendieron las notas sobre el instrumento a través de las manos de la pianista, quien en su cara hacía notar el gozo que le producía el estar frente a este instrumento.

El vaivén de su cabeza hacía ritmo con la obra que con una inmensa alegría marcaba el camino para una noche inolvidable.

Y es que esta apasionante pieza llevó al espectador de un sentimiento a otro, ya que con el paso del tiempo la composición creó un ambiente de nostalgia esperanzadora, al percibir en cada pisar de la tecla una ternura que podía llevar hasta las lágrimas.

En ocasiones, con una sola mano podía realizar la interpretación, mientras descansaba la otra sobre sus piernas, para después jugar con ambas y transmitir así toda su energía al piano.

La luminosidad de la pieza desató momentos de una profunda tranquilidad, mientras que en otros puntos de la melodía se colmó de una excitación profunda.

Los sonidos agudos del instrumento acariciaban la sensación de extrema felicidad al tiempo que aquellos emitidos con tonos graves simulaban una tristeza desgarradora.

Con una técnica impecable, los asistentes disfrutaron de una primera parte llena de claridad y pasión de la invitada a este festival.

Los minutos pasaron casi de manera imperceptible, gracias a la magia que se desató a lo largo de la ejecución, por la que se pudo disfrutar nota a nota cada una de las partes que conformaron este concierto.

Los aplausos de los espectadores fueron avasalladores hacia la pianista rusa, quien se vio agradecida con el público por tan caluroso recibimiento.

De Shostakóvich se pudo disfrutar “Tres preludios y Fugas”, la cual comenzó de una manera abrasadora y poco a poco cambió el sentir de quienes ahí se encontraban.

Y aunque también se pasó de una emoción a otra, la que reinó durante esta segunda pieza fue la ternura y la inocencia, que gracias a la belleza de la obra misma, completó un círculo virtuoso, al poder sentirse una oleada de magnificencia.

La exquisitez con que fue abordada la composición marcó un éxito más en la carrera de la rusa.

Cada movimiento de sus manos desplegaba un sentimiento de pasión recibido palmo a palmo por los asistentes, quienes sin despegar un solo instante su mirada del escenario desmenuzaron cada emoción emitida por el piano. Las obras elegidas para este programa fueron del completo agrado del público, que ovacionó en cada interpretación.

Para cerrar este mágico concierto se ejecutó de Frederic Chopin “24 Preludios”, que al igual que las dos obras anteriores dieron paso al despliegue de emotividad cadenciosa.

Una interpretación que terminó por mostrar la calidad de la pianista que vino a La Laguna a sembrar amor por este bello instrumento.

Elena Vorotko

- Comenzó su carrera a los nueve años ganando varios concursos regionales y tocó en diversos festivales internacionales tanto en su natal Rusia, como en Alemania y España.

- Elena ganó el reconocimiento internacional mediante sus éxitos en numerosos concursos de piano y festivales a través de Europa, Rusia, África del Sur y Japón. Le fue otorgado el Premio Alfred Brendel.

- Es una artista de varias facetas que se ha distinguido también en el clavecín, que ha estudiado con Virginia Black desde hace siete años, y como compositora bajo la dirección de Roy Howat.
Torreón, Coah.

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