El proyecto cuenta con la participación de cuatro museos de la Cuidad de México
Clínica de periodismo
La guerra no conoce de tiempo, motivos o estatus sociales; marca por igual a la gente y deja en ésta un testimonio de destrucción y desolación.
Mirar a la guerra para sembrar la paz es el nombre que lleva la segunda parte del proyecto El Museo Nacional del Prado en los museos de México, que busca inculcar la reflexión sobre una problemática que jamás pierde vigencia: la guerra.
“El arte es el medio ideal para comunicar los ideales libertarios e independentistas de la revolución. Es un medio, una disciplina que no ha podido ser censurada por ningún poder, se llame Estado, poder económico o religioso”, dijo Octavio Fernández, director del Museo Nacional de la Estampa.
Como parte de los festejos del Bicentenario, Casa Lamm, con apoyo de La Fundación Amigos del Museo del Prado, ofrecerá de manera gratuita cuatro talleres y ocho conferencias, las cuales abordarán un análisis profundo sobre la serie de 82 grabados que integran Los desastres de la Guerra, realizada entre los años 1810 y 1815 por el célebre y afamado pintor Francisco Goya.
“Los grabados de Goya no son un alegato contra alguien, sino contra la violencia, el fanatismo, el poder constituido. Son un alegato a favor de la paz y de las víctimas de esta horrible situación”, comentó Pablo J. Rico, quien ofrecerá la conferencia, Goya y los desastres de la guerra. Primeros testimonios de un arte comprometido moderno.
El proyecto cuenta con la participación de cuatro museos de la Cuidad de México, que son: el Museo Nacional de la Estampa, el Museo de Arte Moderno, el Museo Nacional de Arte y el Castillo de Chapultepec. Cada uno de ellos proporcionará un taller y dos conferencia en diferentes fechas.
Al igual que en su primera edición, El museo Nacional del Prado en los museos de México trabajará en sus talleres con cuatro grabados en específico: Son fieras, Murió la verdad, Yo lo vi y Tristes resentimientos. Ejemplos innegable de la miseria, marginación y violencia que deja la guerra tras de sí.
Las obras fueron seleccionadas para evitar imágenes particularmente perturbadoras; además de que tienen como fin representar el respeto a los derechos humanos y promover la solidaridad, la compasión, la empatía, y la tolerancia entre los infantes.
Los talleres estarán a cargo de Proyecto ConcentrArte, ONG dedicada a la educación mediante el arte. El programa estará integrado por juegos de imaginación y la creación de instalaciones y video poesía con el tema de la paz.
“Para tener una sociedad más educada primero hay que educar a los padres”, comentó el director del Museo Nacional de la Estampa.
Mirar a la guerra para sembrar la paz dará inicio el 31 de junio y finalizará el 29 de agosto, con una exposición que mostrará las obras realizadas por los niños durante su estancia en los talleres de los cuatro museos participantes.
“Esta actividad nos abre los ojos para ver cómo a través del arte siempre vamos a conocer parte de nuestra historia”, comentó Julia Rojas, representante del Castillo de Chapultepec.
Clínica de periodismo
La guerra no conoce de tiempo, motivos o estatus sociales; marca por igual a la gente y deja en ésta un testimonio de destrucción y desolación.
Mirar a la guerra para sembrar la paz es el nombre que lleva la segunda parte del proyecto El Museo Nacional del Prado en los museos de México, que busca inculcar la reflexión sobre una problemática que jamás pierde vigencia: la guerra.
“El arte es el medio ideal para comunicar los ideales libertarios e independentistas de la revolución. Es un medio, una disciplina que no ha podido ser censurada por ningún poder, se llame Estado, poder económico o religioso”, dijo Octavio Fernández, director del Museo Nacional de la Estampa.
Como parte de los festejos del Bicentenario, Casa Lamm, con apoyo de La Fundación Amigos del Museo del Prado, ofrecerá de manera gratuita cuatro talleres y ocho conferencias, las cuales abordarán un análisis profundo sobre la serie de 82 grabados que integran Los desastres de la Guerra, realizada entre los años 1810 y 1815 por el célebre y afamado pintor Francisco Goya.
“Los grabados de Goya no son un alegato contra alguien, sino contra la violencia, el fanatismo, el poder constituido. Son un alegato a favor de la paz y de las víctimas de esta horrible situación”, comentó Pablo J. Rico, quien ofrecerá la conferencia, Goya y los desastres de la guerra. Primeros testimonios de un arte comprometido moderno.
El proyecto cuenta con la participación de cuatro museos de la Cuidad de México, que son: el Museo Nacional de la Estampa, el Museo de Arte Moderno, el Museo Nacional de Arte y el Castillo de Chapultepec. Cada uno de ellos proporcionará un taller y dos conferencia en diferentes fechas.
Al igual que en su primera edición, El museo Nacional del Prado en los museos de México trabajará en sus talleres con cuatro grabados en específico: Son fieras, Murió la verdad, Yo lo vi y Tristes resentimientos. Ejemplos innegable de la miseria, marginación y violencia que deja la guerra tras de sí.
Las obras fueron seleccionadas para evitar imágenes particularmente perturbadoras; además de que tienen como fin representar el respeto a los derechos humanos y promover la solidaridad, la compasión, la empatía, y la tolerancia entre los infantes.
Los talleres estarán a cargo de Proyecto ConcentrArte, ONG dedicada a la educación mediante el arte. El programa estará integrado por juegos de imaginación y la creación de instalaciones y video poesía con el tema de la paz.
“Para tener una sociedad más educada primero hay que educar a los padres”, comentó el director del Museo Nacional de la Estampa.
Mirar a la guerra para sembrar la paz dará inicio el 31 de junio y finalizará el 29 de agosto, con una exposición que mostrará las obras realizadas por los niños durante su estancia en los talleres de los cuatro museos participantes.
“Esta actividad nos abre los ojos para ver cómo a través del arte siempre vamos a conocer parte de nuestra historia”, comentó Julia Rojas, representante del Castillo de Chapultepec.
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