El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recomendó el cierre del templo por la aparición de grietas en su cúpula después del paso de la tormenta Alex.
Con reservas y con el especial énfasis a que le hace falta un buen mantenimiento, el Instituto de Ingeniería Civil de la UANL dio su visto bueno para que que la Catedral de Linares reiniciara sus actividades religiosas, después de que no se encontraran “mayores riesgos” en su estructura después del paso de la tormenta Alex.
Esto después de que la delegación en el estado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recomendara el cierre del templo por la aparición de grietas en su cúpula, así como el desmoronamiento de algunas cornisas, después de las lluvias ocasionadas por la tormenta tropical.
Después de un peritaje que hiciera el Instituto de Ingeniería civil, de la propia Facultad universitaria, se determinó que por el momento la techumbre de la Catedral “no presenta ningún riesgo inminentes de falla”.
“Ellos recomiendan que se impermeabilice de inmediato, pues de recibir más humedad ellos no garantizan la solidez en la estructura del templo”, afirmó Benjamín Valdez Fernández, director de obras del INAH.
Al paso de las intensas lluvias -que ocasionaron el desplome parcial de la presidencia municipal- se determinó el cierre de la Catedral de Linares debido a que su estructura presentó fallas ocasionadas por la presencia de Humedad. Cabe recordar que en 2008 se desplomó su campanario por las mismas causas.
Por otra parte, el templo que está en mayor riesgo es la Capilla de la Misericordia, ubicada a unas cuadras de la Catedral. Mucho más antigua, pues fue edificada en 1833, este templo sufre de múltiples fracturas en sus paredes y techos, las cuales se atenuaron con las últimas lluvias.
“Aquí el problema es que no se alcanzó a impermeabilizar, por lo que las grietas se acrecentaron”, expuso Valdez Fernández.
El templo permanece cerrado, y se está a la espera de que se le realice un peritaje que revele el estado de su estructura.
Monterrey, NL
Con reservas y con el especial énfasis a que le hace falta un buen mantenimiento, el Instituto de Ingeniería Civil de la UANL dio su visto bueno para que que la Catedral de Linares reiniciara sus actividades religiosas, después de que no se encontraran “mayores riesgos” en su estructura después del paso de la tormenta Alex.
Esto después de que la delegación en el estado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recomendara el cierre del templo por la aparición de grietas en su cúpula, así como el desmoronamiento de algunas cornisas, después de las lluvias ocasionadas por la tormenta tropical.
Después de un peritaje que hiciera el Instituto de Ingeniería civil, de la propia Facultad universitaria, se determinó que por el momento la techumbre de la Catedral “no presenta ningún riesgo inminentes de falla”.
“Ellos recomiendan que se impermeabilice de inmediato, pues de recibir más humedad ellos no garantizan la solidez en la estructura del templo”, afirmó Benjamín Valdez Fernández, director de obras del INAH.
Al paso de las intensas lluvias -que ocasionaron el desplome parcial de la presidencia municipal- se determinó el cierre de la Catedral de Linares debido a que su estructura presentó fallas ocasionadas por la presencia de Humedad. Cabe recordar que en 2008 se desplomó su campanario por las mismas causas.
Por otra parte, el templo que está en mayor riesgo es la Capilla de la Misericordia, ubicada a unas cuadras de la Catedral. Mucho más antigua, pues fue edificada en 1833, este templo sufre de múltiples fracturas en sus paredes y techos, las cuales se atenuaron con las últimas lluvias.
“Aquí el problema es que no se alcanzó a impermeabilizar, por lo que las grietas se acrecentaron”, expuso Valdez Fernández.
El templo permanece cerrado, y se está a la espera de que se le realice un peritaje que revele el estado de su estructura.
Monterrey, NL
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