jueves, 5 de agosto de 2010

Piden que El Carmen sea considerado patrimonio

El sitio resguarda elementos no vistos desde la primera mitad del siglo XX.

Además de ser el espacio donde cientos –si no es que miles– de personas descansan en un última morada, diversos panteones de México ya han sido adecuados como museos de sitio o, incluso, ya son considerados como patrimonio de su ciudad.

Estas son algunas medidas que no le vendrían mal al Panteón El Carmen, señala el historiador Enrique Tovar Esquivel, al considerar que la importancia del camposanto regiomontano tiene un alcance nacional.

Un pequeño detalle común en él panteón más antiguo de Monterrey (inaugurado en 1901) podría ser un elemento arquitectónico ausente en la mayoría de camposantos del país: la foto cerámica.

A decir del arqueólogo del INAH en el estado, son pocos los cementerios en México que cuentan con una muestra tan variada y bien lograda de foto cerámicas, por lo que la protección a El Carmen tendría una buena excusa para ser.

“He visitado diversos panteones en Veracruz, en Durango, Querétaro o Mérida y son pocos los casos en donde hay este ornamento. Incluso en la Ciudad de México, donde pudiera pensarse que hay muchos, es raro encontrar este adorno en las tumbas antiguas”, refiere el investigador.

La foto cerámica, refiere Tovar, es una técnica utilizada en las familias de alto nivel económico en las tumbas de sus seres queridos entre 1910 y hasta 1940, las cuales se mandaban hacer en Estados Unidos o en Italia.

“Por estas características, el panteón se vuelve único no sólo para el estado sino para el país, por la forma en que retrataron a sus personajes y a sus habitantes”, expresó Enrique Tovar.

Además de este tipo de ornamentos, en el panteón existen diversas recursos que sirvieron para preservar el retrato del difunto, como son los bustos o labrados en relieve.

Pero no sólo el panteón El Carmen cuenta con esta riqueza visual, sino que también el de Dolores y, en menor medida, el del Roble cuentan con ejemplos de este tipo.

La importancia de preservar este patrimonio se pone de manifiesto dado que el día de ayer MILENIO Monterrey difundió el robo de un busto echo en mármol, que fuera realizado en 1917 en honor al general Jerónimo Treviño.

Además, trabajadores del camposanto declararon que una persona de nombre Patricio Zambrano –que se identificó como empleado del Conarte– estuvo preguntando por la obra escultórica; sin embargo, el organismo cultural emitió un comunicado en donde niega que en su nómina labore o preste servicios alguien con ese nombre.

¿Panteones como museos?

Más allá de pensar en un panteón como un sitio proclive a los espantos o a las leyendas fantasmales, algunos de estos sitios en México se han convertido en museos sin que esto refiera el cierre de sus actividades.

Como ejemplos está el camposanto de Belén, en Guadalajara; el panteón de San Juan del Río, en Querétaro; o el San Fernando, en la Ciudad de México, que ya son considerados museos de sitio.

Un esfuerzo de Conarte está analizando la posibilidad de convertir al panteón El Carmen en museo, debido a que es el más antiguo de la ciudad y con mayor relevancia arquitectónica. Actualmente, trabajan en un proyecto virtual de documentación.
Monterrey, NL

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