miércoles, 11 de agosto de 2010

Editores independientes apuestan por la profesionalización

La independencia no puede ser pretexto para hacer malos libros, dicen.

En el marco de la Feria del Libro Independiente que se lleva a cabo en la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica se realizó la mesa redonda “Edición independiente: alto riesgo”, con la participación de representantes de editoriales independientes importantes en Guadalajara.

Estuvieron presentes Luis Armenta Malpica (Mantis Editores), Peggy Espinosa (Petra), Felipe Ponce (Arlequín) Roberto Rébora (Ditoria) y Avelino Sordo Vilchis (Rayuela), quienes discutieron algunos temas importantes en la dura tarea de la edición independiente bajo la moderación de Miguel Ángel Serrano.

Sobre la mesa se pusieron varios temas. En primer lugar, se discutió acerca de la pertinencia de los adjetivos con los que se nombra la tarea que desempeñan todos los días. “En lo personal, no me siento ni independiente, ni marginal, ni alternativa, que son los adjetivos que nos suelen poner al referirse al trabajo que hacemos. Creo que varían los enfoques que se puede dar a nuestra actividad dependiendo del momento o la esfera desde donde se califica”, sentenció Peggy Espinosa.

Por su parte, el director de la editorial Arlequín, Felipe Ponce, consideró que una de las tareas y retos fundamentales de las editoriales independientes es el de lograr que las dependencias gubernamentales los reconozcan. “Creo que es fundamental que el Estado nos tome a todas las editoriales con igualdad. Todos sabemos que hay ciertos grupos que ejercen poder y que al final resultan siempre favorecidos. Debemos buscar la forma de que nos reconozcan”, dijo

Avelino Sordo Vilchis aseveró que una de las necesidades fundamentales para que las editoriales “independientes o no, como quiera llamárseles” sean tomadas en serio, es que arranquen un proceso de profesionalización a través del cuál se llegue al objetivo primario de la edición: hacer buenos libros. “Al fin y al cabo, se quiera o no, un editor es un empresario que sobrevive vendiendo libros. Para vender, hay que respetar al consumidor y para eso hay que hacer buenos libros”, expresó.

“Este tipo de foros corren el riesgo de convertirse en un ejercicio ocioso si no asumimos el compromiso con el lector de ofrecerle buenos productos. La profesionalización es el punto al que debemos mirar todos”, concluyó Roberto Rébora.
Guadalajara, Jal.

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