miércoles, 11 de agosto de 2010

La sangre nueva del flamenco en el Teatro Legaria

Se estrenará el sábado 14 de este mes
El espectáculo es dirigido por Marién Luévano

El espectáculo flamenco Dos en compañía, trabajo coreográfico entre Viridiana Ramírez, invitada especial, y Marién Luévano, directora de la compañía de danza flamenca que lleva su nombre, será estrenado el sábado 14 de este mes y también se podrá admirar el domingo 15, en el Teatro Legaria.

El espectáculo dirigido por Marién Luévano busca un lenguaje, surgido de un diálogo de destrezas en el baile, que se integra jugando con el ritmo y los encuentros y desencuentros que existen entre dos.

Así se conjuntan dos danzas y dos formas de expresión a través de los palos del flamenco, como cantiñas, jaleos, soleás, bulerías y siguiriyas.

De igual manera, los instrumentos como el violín y la guitarra, y el cante mismo también se involucran en este juego y en el constante dialogo entre dos concepciones del flamenco.

Marién Luévano es una reconocida bailaora, que ha alternado con María Antonia œLa Morris (una institución del género en el país), convirtiéndose en una de las exponentes jóvenes más prestigiadas del flamenco en México.

De acuerdo con el periodista mazatleco Ariel Noriega, œla bailaora Marién Luévano Russek es una vieja conocida de los tablaos, su amor por alegrías y bulerías nació en México, la llevó a España y terminó dando clases en Japón, desde donde regresó”.

Nacida en Torreón, Coahuila, la bailaora inició su aprendizaje a los 16 años en la Academia de Danza de Lupita Torrentera, quien fue esposa del cantante y actor Pedro Infante, donde conoce el mundo de la música clásica española.

Recibió sus primeros pasos de flamenco con una instructora y tres años después aterrizó en Sevilla, la cuna del flamenco, donde se dio cuenta que había que comenzar de nuevo: "Según yo ya bailaba flamenco -le dijo al periodista-, pero llegué ahí y me dijeron: tienes que volver a comenzar de cero".

Lo que para otros hubiera sido un golpe demoledor, para la bailaora mexicana fue como si alguien le hubiera abierto los ojos y después de un año en Sevilla regresó a México para aprender ballet, danza contemporánea y practicar flamenco durante horas.

De Sevilla y Jerez se trajo el ritmo, lo que llaman los gitanos "el pellizco", algo que entre risas comenta que le quitó lo sosa, lo desabrida.

Ya en México comenzó una educación formal en la Academia de las Hermanas Amaya, llenó sus huecos técnicos con el ballet y regresó por la revancha a España: "Me fui a Madrid, a Amor de Dios, con el maestro Paco Romero, un especialista en la técnica".

De esos tiempos a la actualidad, Marién Luévano va cosechando triunfos en una carrera, que guía la pasión y la entrega al flamenco.
México, D.F.

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