lunes, 19 de julio de 2010

Padre Mier, la invención de Fray Servando


Aunque fue contemporáneo de héroes independentistas, de este personaje, más allá de sus fascinantes aventuras, se sabe muy poco, siendo sus Memorias el principal referente.

¿En qué medida el personaje ha superado al hombre real? Conocido en México como fray Servando Teresa de Mier y en Monterrey como el Padre Mier, la disyuntiva en su nombre fue obra del propio dominico y liberal regiomontano, a quien además atribuye el inicio de la literatura mexicana, expresa el poeta José Javier Villarreal.

Dado que Mier es uno de los personajes fundamentales que dio la colonial Monterrey a la causa de la Independencia, y que apenas la semana pasada uno de sus más valiosos legados a la ciudad, su imprenta, fue trasladado a la Ciudad de México, se retoma la tarea de hablar sobre quién fue el llamado Padre Mier.

Con Servando Teresa de Mier nos encontramos al liberal y pilar ideológico en la Independencia de México y al defensor de la Catedral de Monterrey. Pero cuando hablamos del Padre Mier, nos encontramos con el escapista de mil celdas, con el prófugo de la Santa Inquisición y con el huésped distinguido de Guadalupe Victoria, primer presidente de México.

Así inició la dualidad, expresa José Javier Villarreal, entre al chico que le iba bien en la colonia y al que terminó influyendo en las ideas libertarias de Simón Bolívar.

“Fray Servando hace una novela, que ahora leemos como Memorias, en donde crea un personaje que es el Padre Mier”, apunta Villarreal, estudioso del texto aludido.

Y continúa: “Todos los personajes que aparecen en Memorias –que ni siquiera son personajes, sólo nombres– es fray Servando. Tu te enteras de Humboldt, pero sólo porque Mier se lo encuentra… al final de leerlas, te preguntas ¿quién es fray Servando?”.

Un protagonista distinto
Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra (Monterrey, 1763 – México, 1827) pudo convertirse en un nombre más vinculado al movimiento Insurgente de 1810, de no ser por sus Memorias. De no ser por su escrito novelado, Mier sería como un Juan Aldama o un José María Morelos, de quienes se ha construido su vida a partir de textos y referencias históricas.

La redacción de Memorias le permite a Mier dejarnos una realidad de pensamiento, una condición de intimidad con el personaje que el resto de los héroes insurgentes no posee.

Para los presentes Festejos del Bicentenario, tanto la UNAM como el Fondo de Cultura Económica lanzarán propiamente una reedición de Memorias del Padre Mier, así como una edición sobre libro que analiza la vida de Fray Servando desde distintos puntos de vista. Ediciones anteriores de Memorias pueden ser consultadas en la Biblioteca Central “Fray Servando Teresa de Mier” (en la Macroplaza) y en la Biblioteca Magna “Raúl Rangel Frías”.

Desde la mentira hacia la propuesta novelada
Considerar a Servando Teresa de Mier como el primer novelista mexicano, incluso sobre El periquillo sarniento, de Joaquín Fernández de Lizardi, se puede sustentar al leer el libro Memorias, que nos dejara el pensador regiomontano.

Más que un relato de su vida, este texto es una propuesta novelada con propuestas que la prosa del siglo XVIII y XIX que se marcaban desde Europa, es decir, que Servando no escapó de la forma en que se entendía la literatura europea en aquella época.

“Esta corriente radicaba en que el lector tuviera el sabor o la sensación de lo que estuviera leyendo era algo verdadero, por lo que la novela se disfraza de memorias, de crónicas o de relatos de viaje”, mencionó José Javier Villarreal.

Si bien autores como Christopher Domínguez Michael detallan que “debajo de las capas de mentiras” podremos encontrar un esbozo del verdadero Padre Mier, para Villarreal el relato de Memorias no es una mentira sino que son otro tipo de expresar sus verdades.

A la ficción se le ha entendido mal”, expresa.

Por los dotas y rasgos novelescos inmersos en Memorias, a José Javier Villarreal no se le complica afirmar que “Mier es el iniciador de la nueva novela mexicana después de la colonia, incluso antes de Lizardi”.
Monterrey, NL

No hay comentarios:

Publicar un comentario