Por: Francisco Medina
Para el historiador Enrique Florescano Mayet, la figura femenina como dadora de vida y elemento que representa a la tierra y su generosidad, seguida por la bandera y el Himno nacionales, constituyen los tres grandes símbolos patrios que identifican, dan cohesión y sentido de pertenencia de los mexicanos de hoy.
El historiador Enrique Florescano encabezó un recorrido por las diversas salas que integran la exposición Imágenes de la Patria que forma parte del programa conmemorativo por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, y que estará abierta al público del 8 de julio al 5 de septiembre en la Sala de Exposiciones Especiales del Museo Nacional de Arte.
El también curador de la exhibición explicó que en ella se expone el modo en que se han representado diversos conceptos, desde la época prehispánica hasta la actualidad. La muestra se montó con los auspicios de Conaculta, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Comisión Nacional para las Conmemoraciones de 2010, además de diversas entidades públicas y privadas.
Acompañado por Adolfo Mantilla, quien se encargo de la propuesta museográfica que en el Museo Nacional de Arte congrega 91 obras entre pintura, escultura, gráfica y documentos, el especialista explicó que a través de cinco ejes temáticos, el público podrá hacer un recorrido un recorrido iconográfico y cronológico, a través de obras procedentes de diversas colecciones particulares e institucionales, cuyos elementos alegóricos tienen una relación directa con los conceptos de patria, nación e identidad mexicana.
A decir de Florescano el concepto de patria es uno de los más fuertes en todos los pueblos, mismo que en todas las culturas y épocas ha estado asociado a la figura femenina, en alusión a la terra mater, como una forma de simbolizar esa parte creadora, de generosidad y de relación íntima de un ser humano con otro, el lugar de los padres, el lugar donde se vive y en el que se crean las identidades de una comunidad.
Desde su punto de vista, México tiene el privilegio extraordinario de estar asentado en un territorio con más de 3 mil 500 años de vida urbana, lapso en el que diversas culturas han construido pisos sucesivos; somos beneficiarios de una de las más largas historias de la humanidad, en la que se observa una continuidad, pues a pesar de que la Conquista, y la Evangelización propiciaron la destrucción de muchos elementos religiosos y culturales, sobrevivió la gente, la sabiduría de los campesinos y de los sacerdotes que continuó transmitiéndose.
El historiador agregó que desde ese momento, se dio una simbiosis entre la antigua cultura indígena y la nueva cultura religiosa europea; luego vino la Independencia y tomamos los símbolos de la Revolución Francesa (nuestra bandera), a los que se sumaron otros que comenzaron a desarrollarse y que tuvieron su origen en distintas tradiciones culturales, “de tal suerte que México entró a la globalidad a partir del llamado Descubrimiento de América”.
Entre los elementos emblemáticos originados tras la emancipación de la monarquía española, Florescano mencionó a la bandera que nace con el Ejército Trigarante, “una copia de la tricolor francesa a la que, para diferenciarse se le agregó en la parte blanca el escudo mexica”; y después, a raíz de las agresiones de Estados Unidos y la propia Francia, surgió otro símbolo, el Himno Nacional.
“Esos tres símbolos han permanecido y a ellos se han agregado otros, como el soldado que defendió a la patria, la familia y las mujeres; o la mujer retratada por Casasola como emblema de la Revolución. Así, en cada momento se han surgido elementos emblemáticos que representan las grandes transformaciones de la imagen de México”, puntualizó.
En este sentido, el ex director del INAH afirmó que esta exposición muestra cómo, en los distintos momentos históricos, se han configurado los diversos conceptos de patria, “en una patria vieja, antigua, que ha sufrido cambios radicales en cada época”.
Evocó el momento en que, a la caída del imperio de Agustín de Iturbide, se gesta el primer proyecto colectivo de nación, en una población marcada por la desigualdad y la diversidad; y ese momento desde su perspectiva, es el que debemos celebrar este año: el nacimiento del proyecto colectivo de crear una nación desde la diversidad.
Luego habló de hechos significativos como la Reforma, la Revolución de 1910, y la promulgación de la Constitución de 1917, primer proyecto político que incluye a los indígenas, obreros, mujeres, trabajadores, intelectuales, comerciantes, empresarios; es decir, la diversidad queda unida en un proyecto que protege los derechos de todos; después, aludió al nacionalismo expresado a través de la pintura, la música y otras artes, que crea un idea universal de lo mexicano.
En Imágenes de la Patria, el público podrá ver a México representado a través de símbolos, colores, animales y personajes que abarcan desde divinidades prehispánicas, hasta campesinos dibujados por Diego Rivera, pasando por proyecciones europeas de América, reflejadas en representaciones de mujeres salvajes, y por iconografías mestizas como la Virgen de Guadalupe.
La exposición que después de su periodo de exhibición en el Museo Nacional de Arte, se presentará con un acervo que alcanzará las 123 piezas en el en el Museo del Noreste de Monterrey, se acompaña con un catálogo que reúne textos del propio Enrique Florescano, de Rafael Barajas El Fisgón y de Carlos Monsiváis, a cuya memoria está dedicada la publicación.
Para el historiador Enrique Florescano Mayet, la figura femenina como dadora de vida y elemento que representa a la tierra y su generosidad, seguida por la bandera y el Himno nacionales, constituyen los tres grandes símbolos patrios que identifican, dan cohesión y sentido de pertenencia de los mexicanos de hoy.
El historiador Enrique Florescano encabezó un recorrido por las diversas salas que integran la exposición Imágenes de la Patria que forma parte del programa conmemorativo por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, y que estará abierta al público del 8 de julio al 5 de septiembre en la Sala de Exposiciones Especiales del Museo Nacional de Arte.
El también curador de la exhibición explicó que en ella se expone el modo en que se han representado diversos conceptos, desde la época prehispánica hasta la actualidad. La muestra se montó con los auspicios de Conaculta, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Comisión Nacional para las Conmemoraciones de 2010, además de diversas entidades públicas y privadas.
Acompañado por Adolfo Mantilla, quien se encargo de la propuesta museográfica que en el Museo Nacional de Arte congrega 91 obras entre pintura, escultura, gráfica y documentos, el especialista explicó que a través de cinco ejes temáticos, el público podrá hacer un recorrido un recorrido iconográfico y cronológico, a través de obras procedentes de diversas colecciones particulares e institucionales, cuyos elementos alegóricos tienen una relación directa con los conceptos de patria, nación e identidad mexicana.
A decir de Florescano el concepto de patria es uno de los más fuertes en todos los pueblos, mismo que en todas las culturas y épocas ha estado asociado a la figura femenina, en alusión a la terra mater, como una forma de simbolizar esa parte creadora, de generosidad y de relación íntima de un ser humano con otro, el lugar de los padres, el lugar donde se vive y en el que se crean las identidades de una comunidad.
Desde su punto de vista, México tiene el privilegio extraordinario de estar asentado en un territorio con más de 3 mil 500 años de vida urbana, lapso en el que diversas culturas han construido pisos sucesivos; somos beneficiarios de una de las más largas historias de la humanidad, en la que se observa una continuidad, pues a pesar de que la Conquista, y la Evangelización propiciaron la destrucción de muchos elementos religiosos y culturales, sobrevivió la gente, la sabiduría de los campesinos y de los sacerdotes que continuó transmitiéndose.
El historiador agregó que desde ese momento, se dio una simbiosis entre la antigua cultura indígena y la nueva cultura religiosa europea; luego vino la Independencia y tomamos los símbolos de la Revolución Francesa (nuestra bandera), a los que se sumaron otros que comenzaron a desarrollarse y que tuvieron su origen en distintas tradiciones culturales, “de tal suerte que México entró a la globalidad a partir del llamado Descubrimiento de América”.
Entre los elementos emblemáticos originados tras la emancipación de la monarquía española, Florescano mencionó a la bandera que nace con el Ejército Trigarante, “una copia de la tricolor francesa a la que, para diferenciarse se le agregó en la parte blanca el escudo mexica”; y después, a raíz de las agresiones de Estados Unidos y la propia Francia, surgió otro símbolo, el Himno Nacional.
“Esos tres símbolos han permanecido y a ellos se han agregado otros, como el soldado que defendió a la patria, la familia y las mujeres; o la mujer retratada por Casasola como emblema de la Revolución. Así, en cada momento se han surgido elementos emblemáticos que representan las grandes transformaciones de la imagen de México”, puntualizó.
En este sentido, el ex director del INAH afirmó que esta exposición muestra cómo, en los distintos momentos históricos, se han configurado los diversos conceptos de patria, “en una patria vieja, antigua, que ha sufrido cambios radicales en cada época”.
Evocó el momento en que, a la caída del imperio de Agustín de Iturbide, se gesta el primer proyecto colectivo de nación, en una población marcada por la desigualdad y la diversidad; y ese momento desde su perspectiva, es el que debemos celebrar este año: el nacimiento del proyecto colectivo de crear una nación desde la diversidad.
Luego habló de hechos significativos como la Reforma, la Revolución de 1910, y la promulgación de la Constitución de 1917, primer proyecto político que incluye a los indígenas, obreros, mujeres, trabajadores, intelectuales, comerciantes, empresarios; es decir, la diversidad queda unida en un proyecto que protege los derechos de todos; después, aludió al nacionalismo expresado a través de la pintura, la música y otras artes, que crea un idea universal de lo mexicano.
En Imágenes de la Patria, el público podrá ver a México representado a través de símbolos, colores, animales y personajes que abarcan desde divinidades prehispánicas, hasta campesinos dibujados por Diego Rivera, pasando por proyecciones europeas de América, reflejadas en representaciones de mujeres salvajes, y por iconografías mestizas como la Virgen de Guadalupe.
La exposición que después de su periodo de exhibición en el Museo Nacional de Arte, se presentará con un acervo que alcanzará las 123 piezas en el en el Museo del Noreste de Monterrey, se acompaña con un catálogo que reúne textos del propio Enrique Florescano, de Rafael Barajas El Fisgón y de Carlos Monsiváis, a cuya memoria está dedicada la publicación.
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