martes, 10 de noviembre de 2009

Regresa maltratado mural de Tamayo de la ONU a México

La remoción sucede porque el edificio sede de la ONU será modernizado, por lo que México aprovecha la oportunidad para también restaurar la obra, que durante los últimos años fue olvidada por los administradores del organismo internacional.

Maltratado y obstruido comienza hoy el proceso por el que el mural "Fraternidad", del pintor mexicano Rufino Tamayo, regresa desde la ONU a México, para ser restaurado y exhibido durante varios años.
La remoción sucede porque el edificio sede de la ONU será modernizado, por lo que México aprovecha la oportunidad para también restaurar la obra, que durante los últimos años fue olvidada por los administradores del organismo internacional.
La obra muestra perforaciones, golpes, rayones y manchas de humedad y polvo. Además, se halla justo encima de una calefacción y la mitad de su bastidor inferior está roto.
"Fraternidad" se encuentra en el vestíbulo principal del edificio, pero es probable que los visitantes de los últimos años ni siquiera la notaran. Por lo general, personal de la ONU situaban exposiciones temporales justo frente a la obra.
Hoy, comienza la limpieza de la pieza, bajo la supervisión de una restauradora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por parte de un equipo subcontratado en Estados Unidos.
Mañana miércoles iniciará el proceso para desmontar el mural y el jueves deberá estar la listo para viajar. El plazo final para su traslado a México es el viernes 13.
El traslado y la restauración, que será realizada por expertos en la obra de Tamayo en los talleres del INBA, fue financiada por el gobierno de Durango, el gobierno federal y la Fundación Tamayo.
Una vez que la pieza esté restaurada será exhibida en Durango, como una deferencia a su contribución, y más tarde será expuesta en varias ciudades del país, según explicó a Notimex, personal de la Embajada de México ante la ONU.
En un plazo aproximado de cinco años, la pieza será devuelta a la ONU, que en 1971 la recibió tanto de manos del propio Tamayo como del gobierno de México.
Pese a que la pieza pertenece a la ONU, como gesto de buena voluntad México se encargará de los gastos de la restauración y el traslado.
El Embajador de México ante la ONU, Claude Heller, ha dicho que impulsa con autoridades del organismo internacional que el Tamayo sea puesto a su regreso en un lugar más adecuado. Naciones Unidas

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