viernes, 27 de noviembre de 2009

Cumpliría Lévi-Strauss 101 años de vida


Recién fallecido, el 30 de octubre pasado, el antropólogo influyó de manera decisiva en la filosofía, sociología, historia y teoría de la literatura con un mensaje humanista y de alcance universal.

Considerado uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX, fundador de la antropología estructural e introductor en las ciencias sociales del enfoque basado en la lingüística estructural, el etnólogo belga Claude Lévi-Strauss nació el 28 de noviembre de 1908.

Recién fallecido, el 30 de octubre pasado, el antropólogo influyó de manera decisiva en la filosofía, sociología, historia y teoría de la literatura con un mensaje humanista y de alcance universal, con la que transformó la visión del mundo, de tal forma que en 2008 la UNESCO le rindió un homenaje al cumplir 100 años de vida.

Nacido en Bruselas, Bélgica, hijo de padres judíos franceses de origen alsaciano, realizó sus estudios en París, en los liceos Janson de Sailly y Condorcet, y estudió Derecho y Filosofía en la Sorbona.

Cuando vivió en Brasil, entre 1935 y 1939, llevó a cabo su primer trabajo de campo etnográfico, al dirigir exploraciones periódicas en el Mato Grosso y la selva tropical amazónica. Esta fue la experiencia que cimentó su identidad como profesional de la antropología.

En esta etapa realizó estancias esporádicas entre las tribus de los "bororo", "nambikwara" y "tupi-kawahib", experiencias que lo orientaron definitivamente hacia el aspecto profesional de la antropología.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, de Francia se trasladó a Estados Unidos, donde impartió clases en la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales de Nueva York, donde conoció y trató al linguista Roman Jakobson, cuya obra fue fundamental para la evolución de sus ideas.

En 1945 regresó a París para doctorarse en la Sorbona, tras presentar la tesina y la tesis doctoral "La vida familiar y social de los indios nambikwara" y "Las estructuras elementales de parentesco".

La primera obra fue publicada al siguiente año, e instantáneamente reconocida como una de las más importantes de la antropología, con una crítica favorable de Simone de Beauvoir, quien la vio como un estudio importante de la posición de la mujer en las culturas no occidentales.

Entre 1940 y principios de 1950 Lévi-Strauss publicó obras nuevas y cosechó éxitos considerables. Con su regreso a Francia, se implicó en la administración del CNRS y el Museo del Hombre, antes de llegar a ocupar un puesto en la "Ecole Pratique des Hautes Etudes".

Ya conocido en los círculos académicos, en 1955 publicó "Tristes trópicos", libro que presenta un viaje novelado de sus expediciones etnográficas en Brasil, en él que hace un uso exquisito de la prosa, filosofía y análisis etnográfico, hasta lograr una obra maestra.

Los organizadores del Premio Goncourt, de hecho, lamentaron no estar capacitados para premiarlo, porque era técnicamente un relato de no ficción.

"El pensamiento salvaje" (1962) supuso una verdadera conmoción en las ciencias humanas, por su reconocimiento del trabajo mental del mal llamado "primitivo", por su defensa de una ciencia del neolítico, heredera, además, de una tradición investigadora anterior.

Análisis que conseguía clasificaciones de toda la realidad natural (y social) mediante el uso de "propiedades sensibles", de procedimientos analíticos no tan alejados de su objeto, como hará la ciencia moderna.

Los cuatro tomos de sus "Mitológicas" (1964-1971) constituyen una de las obras más decisivas y originales de la antropología del siglo XX, con su acercamiento singular a la mitología americana; analiza en ellas los "mitemas" o elementos significativos de miles de éstos por medio de todo tipo de oposiciones (alto/bajo, crudo/cocido, seco/húmedo).

En 2008, al cumplir los 100 años de edad, apareció una selección de su obra en la colección de "La Pléiade", que está dedicada habitualmente a ciertos escritores consagrados y en ella se recogen piezas inéditas.

Claude Lévi-Strauss, murió el pasado 30 de octubre en París, Francia, tras haberse roto el cuello del fémur en 2007, y desde entonces se encontraba muy cansado. Sus restos fueron enterrados en un cementerio de Lignerolles, comunidad francesa de la Alta Normandía.

Con su muerte se perdió a uno de sus grandes pensadores del siglo XX, sin el que no se puede entender la historia del pensamiento. México, D.F.

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