viernes, 13 de noviembre de 2009

Premia Bienal propuestas con discurso crítico

Los artistas Óscar Farfán González y José Lazcano Toquero resultaron triunfadores en el certamen organizado por FEMSA.

La tala de árboles con más de 200 años de historia en Puebla y el relato de indígenas sobrevivientes de la Guerra civil guatemalteca de 1981 fueron los temas que inspiraron a las obras ganadoras de la Bienal Monterrey FEMSA, pues además de premiar su propuesta artística se destacó el discurso crítico y social que rara vez suele presentarse en el arte contemporáneo.
Esta premiación sorprendió también porque los ganadores, Óscar Farfán González (en el formato bidimensional) y José Lazcano Toquero (formato tridimensional), pertenecen a generaciones distintas –Óscar, de 35 años, y don José, de 68 años– además de que ésta fue la primera participación de ambos en la Bienal.
La inauguración de la muestra tuvo lugar anoche en el Centro de las Artes, en presencia de José Antonio Fernández, presidente de FEMSA, y Romeo Flores Caballero, presidente del Conarte.
Farfán González, nacido en Guatemala pero nacionalizado mexicano, ganó en el formato bidimensional con su fotografía “San Francisco Javier”, que pertenece a la serie Tierra Arrasada, donde se retratan espacios en los que alguna vez hubo aldeas o comunidades indígenas, pero que fueron arrasadas por la Guerra civil guatemalteca en 1981.
“Creo que en los últimos años, los artistas jóvenes –ya sean fotógrafos o pintores– se han volcado a hablar de temáticas muy individuales, quizás por la excusa de que lo individual es político, sí lo es pero creo que también lo colectivo es político”, expresó Farfán González, quien estudió en el Centro de la Imagen.
Por su parte, don José Lazcano Toquero desde hace muchos años se ha dedicado a la docencia sin embargo, hace tres años hubo un hecho que le causó tanta molestia que decidió trasladarlo a una obra escultórica, registrarla en la Bienal y, con ella, ganar la categoría tridimensional.
Este hecho fue el derribo de eucaliptos de más de 200 años en un paraje para construir la autopista que conduce al aeropuerto en Huejotzingo, Puebla.
“Esta pieza tiene que ver con una serie que pienso integrar al final(...). No busqué hacer un pueblecito sino que busqué descontextualizarlas y darles una base conceptual”, expresó don José, con tal emoción de enterarse que su premio incluye la residencia en un mes en la Escuela Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne, Francia.
Tanto para Óscar como para don José, algo tiene que estar pasando para que una bienal de arte contemporáneo premie, en ambas categorías, obras que tengan un sentido crítico o social. Lo mismo sucedió con la mención honorífica dedicada a Ramsés Ruiz con su obra Ejército de terracota, donde rescata métodos tradicionales del modelaje en barro.
Ambas ganadores recibieron un premio por adquisición de 150 mil pesos, además de la residencia de trabajo por un mes en Saint-Étienne. También recibirán como premio la estancia en Francia los dos ganadores de menciones honoríficas: Pablo Rasgado (bidimensional) y Ramsés Ruiz (en tridimensional).
Momentos de renovaciónDespués de los momentos de crisis, la creatividad fluye. Esa es la reflexión que ofreció Juan Coronel Rivera, crítico de arte y jurado de la Bienal FEMSA, al destacar que los temas reflexivos y críticos fueron abordados por el arte contemporáneo en esta novena edición de la Bienal, y además de que los artistas lo hicieron con propuestas sólidas.
Aunque aclaró que es su visión como jurado, sí destacó que uno de los discursos que destacaron de las obras ganadores fue precisamente su mensaje crítico y reflexivo, que no son comunes de ver en el arte contemporáneo. Hasta hace dos años, agregó el crítico de arte, la cuestión de lo social no estaba siendo analizada por los artistas contemporáneos no obstante, esta crisis (económica, política o social) ha venido generando un discurso crítico por los nuevos creadores.
“El arte contemporáneo está manejado por todas estas ideas globalizadoras, donde son países (sic) como Madrid, París o Berlín los que están dando la visión sobre lo que debe de ser y en este caso lo que resulta interesante es que el arte mexicano o latinoamericano no ha perdido la idea de que también se debe posicionar la idea del discurso de la periferia”, expresó Coronel Rivera, hijo de Rafael Coronel y nieto del muralista Diego Rivera. Monterrey, NL

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