jueves, 23 de julio de 2009

A más de un siglo, la obra de Dumas sigue vigente

Las novelas históricas del escritor francés se caracterizan por estar llenas de vivacidad y pintoresquismo; sus obras aún están en el gusto de los lectores

Autor de novelas históricas como "Los tres mosqueteros", "El conde de Montecristo" y "Veinte años después", el escritor francés Alejandro Dumas (padre), nacido el 24 de julio de 1802, figura como uno de los escritores más leídos y conocidos del periodo romántico y contemporáneo.
Fue un escritor muy prolífico, con cerca de mil 200 volúmenes publicados bajo su nombre, cuyas obras han sido reeditas y llevadas muchas veces a la pantalla grande o a la escena teatral, con lo que Dumas se mantiene vigente.
Aunque muchas de estas obras son fruto de colaboraciones o del trabajo de otros escritores a quienes contrataba, la mayoría de ellas llevan la impronta inconfundible de su genio personal y su inventiva.
Su trabajo también incluye las obras de teatro "Antonio" (1831), "La torre de Nesle" (1832), "Catherine Howard" (1834), "Kean", o "Desorden y genio" (1838) y "El alquimista" (1839), así como numerosas dramatizaciones de su propia ficción o memorias en las que ofrece un vivo retrato de su tiempo.
Originario de Villers-Cotterets, Aisne, Dumas fue hijo de un general y nieto de un noble afincado en Santo Domingo. Aunque no recibió una educación formal, en 1823 se instaló en París y entró al servicio del Duque de Orleans como escribiente.
Fue gracias a su perfecta caligrafía y a la recomendación del General Foy, que completó su formación de manera autodidacta.
Sus biógrafos refieren que mientras trabajaba para el duque de Orleans, en París, leía con voracidad, sobre todo historias de aventuras de los siglos XVI y XVII.
También asistía a las representaciones de una compañía británica shakesperiana y comenzó a escribir sus primeras obras de teatro. De ese tiempo, con la Comédie Francaise produjo la bra "Enrique III y su corte" (1829) y el drama romántico "Cristina" (1830), ambas de éxito rotundo.
En 1831, con "Anthony" alcanzó su primer éxito, el cual continuará a lo largo de su carrera literaria con el género de su predilección: el drama y la novela histórica.
Aunque también autor prolífico de tragedias, dramas, melodramas, aventuras y fantasía, para atender a la creciente demanda del público tuvo que recurrir a la ayuda, notoria, de "colaboradores", entre los que destacó Auguste Maquet (1839-1851), quien intervino en varias de sus novelas, entre ellas "Los tres mosqueteros" y "El conde de Montecristo" (1844).
Gran admirador de Walter Scott, sus novelas históricas llenas de vivacidad y pintoresquismo gozaron del beneplácito del público, propiciadas por su publicación, por entregas, en los periódicos.
Sus ingresos eran enormes, pero apenas suficientes para sufragar su extravagante modo de vida en los últimos años: gastaba enormes sumas de dinero en mantener su finca en los alrededores de París (Montecristo), además de fiestas y cenas.
Mantenía a numerosas amantes (una de las cuales era la madre de su hijo Alejandro), compraba obras de arte y hacía frente a las pérdidas derivadas de sus muchas aventuras empresariales.
Realizó diversos viajes a Gran Bretaña, Rusia, Italia, Alemania, Suiza y Arabia como corresponsal y aprendió inglés, italiano y alemán. Conoció al italiano Giuseppe Garibaldi, con el que colaboró en la guerra de unificación de este país, en Sicilia, en 1860.
Publicó dos obras sobre el libertador. Casi arruinado, se refugió en casa de su hijo, también escritor, y ahí murió el 5 de diciembre de 1870, prácticamente en bancarrota.
En 2002 su cuerpo fue transferido al Panteón de París, en medio de celebraciones en toda Francia. En vida, Dumas había manifestado, sin embargo, su voluntad de permanecer enterrado en su natal Villers-Cotterets.
De su prolífica obra también destacan novelas como "La reina Margot" (1845), "El vizconde de Bragelonne" (1848), "El tulipán negro" (1850); "Novelas de horror", "Los mil y un fantasmas", "La mujer del collar de terciopelo" (1850) y "El testamento de M. De Chauvelin", sin olvidar las históricas que le dieron mayor éxito.
Cabe destacar que uno de sus escritos, "El caballero de Sainte-Hermine" (1869), fue extraído de los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia y publicado por primera vez en 2005. México, D.F./Notimex (El Universal)

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