viernes, 21 de mayo de 2010

Tecnología y literatura en tiempo real


En su visita a la Feria Nacional del Libro de León, Cristina Rivera Garza, escribió en vivo a través de Twitter, defendió el cuento como género literario y habló de su nuevo libro, el gemelo de Nadie me verá llorar

La escritora mexicana, Cristina Rivera Garza, vino a la FeNaL para presentar un ciclo de talleres en torno al género cuento.

Entre las actividades de este ciclo llamado De/s/generados, Rivera destacó la realización de una obra literaria breve a través de la interacción de cuatro escritores vía Twitter, con lo que se intentó demostrar las ventajas de los soportes tecnológicos para ser utilizados como “laboratorios de escritura”, en tiempo real.

“Sé que (Twitter) tiene otras funciones, pero la que me interesa realmente es la producción de textos breves
interconectados que se afectan el uno al otro a través de principios de yuxtaposición y de montaje para producir narrativa que creo, va de acuerdo con lo que vivimos aquí y ahora”, dijo Rivera Garza.

Asimismo, la autora de Nadie me verá llorar, dijo que otra razón de ser de este foro, en los que reúne a cuentistas de varias partes del país, es leer obra contemporánea, de preferencia inédita, y discutir sobre el del uso de la tecnologías.

Al ser un foro dedicado al cuento como género literario, los temas se desarrollaron a partir de mesas redondas en las que se analizaron obras de escritores como José Revueltas, Juan Rulfo, Inés Arredondo, Amparo Dávila, “y claro, de Jorge Ibargüengoitia”, agregó la escritora.

Pero la mesa especial, fue la en la que participaron Isaí Moreno, Graciela Romero, Orfa Alarcón y la propia Rivera, en la que para “reivindicar” el “vilipendiado” género corto, las escritoras tuvieron una sesión de escritura en vivo.

Además se trató de revisar, lo que ha entender de Rivera Garza, es “una de las tradiciones literarias, en cuanto al proceso de escritura, más importante del siglo XX” y que concluyó con “la escritura del aquí y el ahora, a la que nos tenemos que enfrentar… algunos con gusto, otros con miedo, pero con nuevas posibilidades que se abren para el mundo de la escritura”.

Como conclusión Rivera Garza planteó que “ciertas tradiciones literarias”, se favorecen con el aporte de nuevas generaciones de escritores, quienes recurren a otras posibilidades de escritura.

El “vilipendiado” género cuento
Cristina Rivera Garza termina con el argumento de que los cuentos no se venden con un ejemplo que cita desde la academia: “hace poco Rosa Beltrán, en la UNAM, produjo una antología que se llama Solo cuento, salió la primera edición el año pasado y saldrá cada año… y si algo nos demuestra este tipo de antologías, es que el cuento es un género cambiante… que exige las habilidades más finas del escritor… es un género muy vilipendiado por editores que siguen con la premisa de que no venden… pero yo como maestra no lo entiendo”.

Desde esta perspectiva, Rivera Garza considera que el cuento es un género que exige y se acerca a la poesía en cuanto al trato, “la minucia con la que se debe analizar cada parte y que por eso se presta bastante a esta discusión que no sólo es del género hacia dentro, sino también hacia fuera, como un campo donde se produce y se reproducen tradiciones de escritura en nuestro país”, concluyó la escritora.

El gemelo de Nadie me verá llorar
En su vista por León, la colaboradora de Grupo Milenio con la columna semanal La mano oblicua, también se dio tiempo para hablar de los proyectos que, como profesional, tiene en puerta.

Además de las recurrentes colaboraciones en medios impresos y electrónicos, principalmente, trabaja en un proyecto de escritura en la Universidad de California, en San Diego; además de trabajar en lo que llamó “el libro gemelo de mi novela Nadie me verá llorar”.

Rivera Garza se refirió a este proyecto como el registro del dato duro, la investigación cuantitativa de la novela relacionada a la historia de la locura y la psiquiatría en el México de transición de los siglos XIX al XX.

“Es un libro que no había querido publicar, pero ya está en puerta… tiene la misma temática pero con el registro de la investigación más ‘dura’... por eso es como un hermano gemelo, siamés, que ha estado escondido… a lo mejor es el malvado... qué tal si nos da claves para leer la novela de manera distinta”, bromeó Rivera Garza
León, Gto.

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