miércoles, 2 de junio de 2010

Picasso, el más caro... y el más robado


Debido a su alta cotización en el mercado internacional del arte, el pintor español ocupa el primer lugar en ambas listas, de acuerdo a estimaciones de The Art Loss Register.

Su alto perfil, su técnica reconocible y su gran cotización internacional (pues una obra suya es la más cara jamás subastada) hacen que Pablo Picasso sea el artista más robado en el mundo, según el último reporte de The Art Loss Register (ALR).

Unas 659 piezas de Picasso están clasificadas como desaparecidas en la base de datos de la organización con sede en Londres, dedicada a hacer registros y a su vez coadyudar con la Interpol.

ALR publicó su último reporte Top 55 losses registered en enero, con el creador español encabezando a los artistas más robados. En ese rango no hay ningún creador latinoamericano. La cantidad de Picassos hurtados dista mucho de la segunda posición en el reporte, que corresponde al holandés Karel Appen con 491 piezas desparecidas.

El último gran robo de arte, en el Museo de Arte Moderno de París el pasado 20 de mayo, calificado por expertos como el robo del siglo y producto de bandas de traficantes de droga, encendió la alerta sobre los múltiples atracos a creaciones de Picasso, pues esta vez se llevaron cinco obras maestras, incluida una del pintor malagueño (La paloma con guisantes, 1912).

Rescatando a Picasso
The Art Loss Register ofreció detalles de algunos de sus casos más importantes en los que coadyudado e incluso en los que ha recuperado cuadros de Picasso.

Por ejemplo, la obra Still life with portrait (1906), cuyo dueño, un coleccionista de arte judío, fue despojado de la obra al ser llevado a un campo de concentración nazi durante el Holocausto. ALR investigó por cinco años en 11 países para conocer la travesía de la obra.

Al hallar la pieza, se llegó a un arreglo entre el poseedor Duncan Philipps, cuya familia había obtenido el cuadro en 1952, y los herederos del coleccionista judío. Finalmente la obra fue llevada a subasta en noviembre de 2006 en Christie’s.



Fotografía del pintor tomada por Robert Capa en 1951. Otro caso es el de tres grabados de Picasso que habían sido robados de galerías en Palm Beach y Washington. Femme devoilant une femme (1936), Jacqueline Lisant (1957) y Le repas frugal (1904) fueron rematados poco tiempo después a un vendedor de pinturas en California, a quien el ladrón contactó por internet. La Policía y ALR rastrearon la transacción que condujo al arresto del ladrón.

¿Por qué el malagueño?
Las razones para que Picasso sea el más robado, explicó ALR en su reporte, es que su perfil es muy alto y sus obras alcanzan grandes montos en las subastas. Por ejemplo, en 2004 en Sotheby’s, Muchacho con pipa (1905) se vendió por 104 millones de dólares.

Y a principios de mayo Picasso recuperó su lugar como el más caro en subastas al venderse su Desnudo, hojas verdes y busto (1932) por 106.5 millones de dólares en Christie’s, desbancando a quien le había arrebatado el trono, Giacometti.



Desnudo, hojas verdes y busto. De acuerdo a ALR, tres podrían ser los escenarios para las obras hurtadas: son canjeadas por dinero en las fronteras, son escondidas celosamente o bien, sólo 40 por ciento de ellas sí son recuperadas pero en un país distinto de donde se sustrajeron.

The Art Loss Register mantiene la mayor base de datos privada de robo de arte. Fue fundada en 1990 por comercializadores de arte y la industria de seguros.

Ni las nietas se han salvado
La abundante obra de Picasso alrededor del mundo ha sido objeto de espectaculares robos en los últimos años. Durante febrero de 2007, varios ladrones sustrajeron de la casa parisiense de Diana Widmaier-Picasso, nieta del creador del cubismo, dos obras valoradas en unos 61 millones de dólares. Maya à la poupée (1938) y Portrait de Jacqueline (1961) fueron recuperados por la Policía medio año más tarde.

Marina Picasso, otra nieta del pintor malagueño, sufrió el robo de 15 cuadros en su casa de Cannes, Francia, el 5 de noviembre de 1989, aunque las piezas aparecieron cuatro días después.

El Centro Pompidou de París fue escenario en mayo de 2004 del robo de Nature morte à la Charlotte (1924), que apareció un año después entre cartones en un local de la periferia de París. En 2006, en Río de Janeiro, fue sustraído el Retrato de Suzanne Bloch (1904), también recuperado por la Policía brasileña. Pero el robo más importante en Francia se remonta a 1976, cuando fueron sustraídas 118 obras del Museo de Aviñón.
Monterrey, NL

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