jueves, 17 de junio de 2010

El año pasado nació el Festival de San Juan. Con su creación se buscaba apoyar a los artistas que se vieron afectados por los cercos sanitarios de la

La pieza -que será dirigida por Antonio Crestani- es considerada como una de las obras cumbre del teatro mexicano.

Después de haber sido estrenada hace 63 años en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, la obra “El gesticulador”, del dramaturgo mexicano Rodolfo Usigli, fallecido el 18 de junio de 1979, regresa a los escenarios teatrales del Foro Cultural Chapultepec, en esta ciudad, el día 19 de junio próximo.

Esta pieza teatral habla de la traición, el engaño, la corrupción y la impunidad, temas que provocarán en el espectador una reflexión ética sobre la sociedad actual.

Además, es considerada como una de las obras cumbre del teatro mexicano.

La obra de Usigli es dirigida por Antonio Crestani y protagonizada por el actor mexicano Juan Ferrara. “El gesticulador” se estrenó 10 años después de que Usigli escribió el texto, y durante su estreno, en Bellas Artes, fue ovacionada durante más de 10 minutos.

Sin embargo, sólo 15 días duró en cartelera, ya que fue censurada por Salvador Novo, poeta, ensayista, dramaturgo e historiador mexicano.

El escritor, dramaturgo y diplomático mexicano Rodolfo Usigli fue uno de los representantes más significativos del teatro hispanoamericano, autor de obras como “El gesticulador”, “El encuentro” y “Carta de amor”, entre otras.

Nacido el 17 noviembre 1905 en la Ciudad de México, desde niño se interesó en el teatro y con tan sólo 12 años de edad tuvo su primera participación en el Teatro Colón.

Realizó estudios en el Conservatorio Nacional y en 1924 empezó a escribir crónicas teatrales en la revista “El sábado”, para tres años después dedicarse por completo al teatro.

Así, fue profesor (1933-47) y director de Cursos de Teatro de la Universidad Nacional (1937), así como profesor de la Academia Cinematográfica (1942).

En 1936 le fue otorgada una beca para estudiar drama en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Ese mismo año se desempeñó como director de Prensa de la Presidencia de la República.

Asimismo, fungió como director del Teatro Radiofónico de la Secretaría de Educación Pública (1938), del Departamento de Teatro de la Dirección de Bellas Artes (1938-39) y del Teatro Popular Mexicano (1972-75).

En 1936 se estrenó en el Teatro Degollado de Guadalajara su obra “Estado de secreto”, y al año siguiente en Bellas Artes, en la Ciudad de México, la comedia “Medio tono” (1937), en la que examina la estructura de una familia de la clase media en vías de desintegrarse.

A partir de entonces, Usigli trató de dramatizar problemas que forman parte de la sociedad mexicana y creó personajes cuyos problemas psicológicos son los que dan carácter al ser mexicano.

De esta forma, “El gesticulador” (1937), considerada como su mejor obra, enfoca el problema de las falsas apariencias, cuyo símbolo es la máscara y el ambiente es el de la política mexicana en la época de la Revolución.

Usigli escribió más de 30 obras dramáticas, entre las que se encuentran “Quatre chemins” (1929), “El apóstol” (1930), “La última puerta” (1934), “El niño y la niebla” (1936), “Mientras amemos” (1937), “Otra primavera” (1938) y “Aguas estancadas” (1939).

Asimismo, “Sueño de un día” (1940), “La familia cena en casa” (1942), “Corona de sombra” (1943), “La función de despedida” (1949), “Los fugitivos” (1950), “Jano es una muchacha” (1952) y “La corona de fuego” (1960).

También “Corona de luz” (1964), “El encuentro” (1966), “Carta de amor” (1972) y “Buenos días señor presidente” (1972), entre otras.

Escribió el poemario “Conversación desesperada” (1938), las novelas “Ensayo de un crimen” (1944) y “Obliteración” (1971), así como los ensayos “México en el teatro” (1932), “Caminos del teatro en México” (1933), “Itinerario del autor dramático” (1940) y “Anatomía del teatro” (1966).

Para los especialistas, el propósito de Usigli como dramaturgo no fue solamente el de divertir, sino el de moralizar, y, hasta cierto punto, rectificar la historia y, sobre todo, la actitud del mexicano hacia sus propios mitos.

De igual forma, su interés por el arte teatral lo llevó a traducir a varios dramaturgos y a investigar la historia del teatro en México.

Otra de sus facetas fue la diplomacia, en la que fue agregado cultural en Francia y embajador en Líbano (1956-62) y en Noruega (1962-71).

Asimismo, fue delegado de México en los festivales cinematográficos de Bélgica, Checoslovaquia, Venecia, Italia, (1950) y Cannes, Francia, en 1949 y 1950.

Entre los galardones a los que Usigli se hizo merecedor por su desempeño en el mundo de la dramaturgia y la diplomacia se encuentran el América (1970), el Nacional de Letras (1972) y fue condecorado por los gobiernos de Líbano (1962) y Noruega (1971).
Ciudad de México

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