jueves, 24 de junio de 2010

Parte de la mentalidad prehispánica mesoamericana

El aprovechamiento de los huesos humanos para convertirlos en artefactos de uso cotidiano formaba parte de la mentalidad prehispánica mesoamericana, y tuvo una doble función: cubrir la necesidad básica de materia prima y mantener un contacto directo y estrecho con los ancestros.

“Hay que tomar en cuenta que la ancestralidad es una manera de anular la muerte y permite mantener la memoria no sólo de los muertos, sino también del origen de los vivos”, apunta la investigadora universitaria.


Por otro lado, a diferencia de lo que ocurría en el continente Europeo, donde la industria ósea era alimentada por los cérvidos, ungulados y bóvidos, la falta de una fauna mayor en Mesoamérica únicamente podía cubrirse con huesos humanos.


Meza Peñaloza concluye: “Quizás a mucha gente le resulte desagradable y tétrico que los teotihuacanos tuvieran tan cercanos a sus muertos, ya sea enterrados bajo el piso de sus casas o como instrumentos de trabajo diario, pero ese hecho era básico, fundamental para ellos, como ahora las campañas de donación de órganos son básicas, fundamentales, para nosotros.”

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