miércoles, 28 de octubre de 2009

Los muertos pasearán a sus anchas en Zapotlanejo

Israel Pérez Aguirre montará un altar de muertos monumental. Abarcará tres mil metros cuadrados y diez metros de altura. Se podrá visitar a partir del 31 de octubre y se pretende que sea la pieza más grande elaborada en México.

El Día de Muertos es una celebración mexicana de carácter único en el mundo. El mexicano celebra la muerte como si se tratara de su madre o su patria. Recuerda a sus deudos a través de altares que hacen las veces de vasos comunicantes entre el más allá y el más acá. En la actualidad, incluso, la muerte ha sido elevada al rango de “santa” en la imaginería de las barriadas populares y ocupa el lugar de honor en la repisa de los tabernáculos de los las calles más bravas de las grandes ciudades del país. Para el mexicano, los vivos cargan la muerte consigo y la llevan como íntima compañera de viaje. La muerte recuerda el peligro invisible y siempre acechante de la frontera ineludible, un choque de realidad que susurra al oído la precariedad y limitación de la existencia humana. Aquí a la muerte se le respeta, se le honra y venera. Y en Zapotlanejo el nexo entre los que se van y los que se quedan se conmemorará con un altar de dimensiones monumentales: el artista Israel Pérez Aguirre montará el altar que lleva como título Del cielo a la tierra, una obra de diez metros de altura y que cubrirá una extensión de tres mil metros cuadrados como ofrenda a los muertos.
Zapotlanejo se ha caracterizado en los últimos años por la búsqueda de figurar a través de la instauración de marcas mundiales. Habría que recordar tan sólo la cadena de ropa interior femenina más larga, impuesta por la banda Espuela de Oro, o la Tostada Raspada más larga del mundo, concretada en junio de 2008. En esta ocasión se pretende construir el altar de muertos de mayor tamaño en México, con la visita de la Fiesta Nacional de las Ánimas, que desembarca en Zapotlanejo. Se trata de una fiesta itinerante que, a través del arte y la cultura, celebra la herencia y lo mejor del mundo de los vivos y los muertos. El objetivo es contribuir a que la tradición del Día de Muertos siga siendo un festejo de carácter nacional que promueva los valores y tradiciones de la festividad.
Del cielo a la tierra, será un atar que conste de tres estaciones. Cada una tendrá un altar, y en cada nivel estarán representados el Infierno, el Purgatorio y el Cielo. Se pretende que con el recorrido el espectador reflexione acerca de su estancia mundana. Además, la escala de los elementos que integrarán el altar busca causar gran impacto entre los asistentes. Y no es para menos: el recorrido será de más de 200 metros cuadrados, iluminados con luz de neón y la inclusión de animaciones generadas por computadora y proyectadas sobre áreas especiales de la instalación. El altar será dedicado a los muertos de Zapotlanejo, por lo que ciudadano puede llevar la fotografía tamaño carta de un familiar o amigo fallecido para incluirlo en el altar.
“No creo que la tecnología esté peleada con la tradición, todo lo contrario. Creo que es importante que recuperemos nuestras tradiciones y esto se realizó con ese propósito. Un niño está acostumbrado a ver calaveritas por todos lados. Pero cuando vea cráneos de más de un metro de altura, entonces será una imagen que se grabe para siempre en su memoria”, expresa Israel, un artista que ha montado altares monumentales desde 1999 en Tlaquepaque, Buenos Aires y Morelia.
La cita es el próximo 31 de octubre en punto de las 20:30 horas en la plaza del centro de Zapotlanejo, donde los asistentes reflexionarán su vida a través de la muerte.
Números fríos
3 mil metros cuadrados, serán ocupados por el altar.
10 metros será la altura que tendrá la instalación.
1 kilómetro de papel picado será utilizado para adornar el altar.
2 mil veladoras estarán encendidas.
12 cráneos de calaveras de 1.2 metros de altura.
4 días se requerirán para su montaje, incluyendo a 300 colaboradores y 1,800 horas hombre. Guadalajara, Jal.

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