El escritor francés, considerado como uno de los mejores historiadores mexicanos, dictó una conferencia magistral en el Paraninfo.
Jean Meyer vino de Francia, no a invadir México, sino a volverse mexicano. Es uno de los mejores historiadores mexicanos.”, así es como se refirió Guillermo de la Peña al presentar al historiador y escritor Jean Meyer, quien dictó la noche de ayer en el marco de la Cátedra Julio Cortázar, la conferencia magistral Historia y ficción en un Paraninfo de la Universidad de Guadalajara que lució totalmente lleno.
Guillermo de la Peña, quien contextualizó a la concurrencia acerca de la vida y obra de Meyer, afirmó que la obra Yo, el francés, un libro de Meyer publicado en 2002, basado en investigaciones en bibliotecas y archivos parisinos y construido como un collage de cartas, biografías, testimonios y crónicas escritas entre 1862 y 1866 por soldados franceses integrantes del ejército napoleónico que invadió y ocupó México. En el libro no hay un solo personaje inventado. Sin embargo, Meyer articuló los documentos de tal forma para ir guiando al lector en un camino entreverado a través del cuál se adivina el significado y se pierde en cierto momento la frontera entre la ficción y la realidad. Al respecto, el presentador Guillermo de la Peña, dijo: “La lectura de este documento no necesita seguir un orden preestablecido. Ciertamente, Julio Cortázar la hubiera gozado. Quizá su autor se basó en Rayuela, consciente o inconscientemente.”
Jean Meyer es reconocido como una de las mayores autoridades en el tema de la llamada “Cristiada” y reflexionó ayer acerca de los finos límites entre la tarea del historiador y el novelista. Dijo que el juego infantil “rayuela”, que también da título a la mundialmente conocida novela de Cortázar, es la metáfora perfecta de las relaciones que se dan entre la historia y la ficción. “Cuando uno lanza la piedra, intenta llegar a un punto, pero depende más del azar en donde quede al final la piedra. Eso es lo mismo que le ocurre al historiador o al escritor. Nunca sabe con precisión en donde caerá la piedra.”, explicó. “En ocasiones, el escritor de ficción se adelanta a la historia y lo que en un principio fue un documento de ficción, se convierte en un documento histórico.” Además, afirmó que La Iliada y La Odisea, son el más puro ejemplo de una mezcla de épica y de historia poética.
Con la conferencia, Meyer dio inicio a un curso que lleva el mismo nombre y que se lleva a cabo desde este miércoles 2, hasta el 4 de septiembre, de 11 a 13 horas, en las instalaciones del Centro de Estudios de Literatura Latinoamericana Julio Cortázar. (Milenio)
Guillermo de la Peña, quien contextualizó a la concurrencia acerca de la vida y obra de Meyer, afirmó que la obra Yo, el francés, un libro de Meyer publicado en 2002, basado en investigaciones en bibliotecas y archivos parisinos y construido como un collage de cartas, biografías, testimonios y crónicas escritas entre 1862 y 1866 por soldados franceses integrantes del ejército napoleónico que invadió y ocupó México. En el libro no hay un solo personaje inventado. Sin embargo, Meyer articuló los documentos de tal forma para ir guiando al lector en un camino entreverado a través del cuál se adivina el significado y se pierde en cierto momento la frontera entre la ficción y la realidad. Al respecto, el presentador Guillermo de la Peña, dijo: “La lectura de este documento no necesita seguir un orden preestablecido. Ciertamente, Julio Cortázar la hubiera gozado. Quizá su autor se basó en Rayuela, consciente o inconscientemente.”
Jean Meyer es reconocido como una de las mayores autoridades en el tema de la llamada “Cristiada” y reflexionó ayer acerca de los finos límites entre la tarea del historiador y el novelista. Dijo que el juego infantil “rayuela”, que también da título a la mundialmente conocida novela de Cortázar, es la metáfora perfecta de las relaciones que se dan entre la historia y la ficción. “Cuando uno lanza la piedra, intenta llegar a un punto, pero depende más del azar en donde quede al final la piedra. Eso es lo mismo que le ocurre al historiador o al escritor. Nunca sabe con precisión en donde caerá la piedra.”, explicó. “En ocasiones, el escritor de ficción se adelanta a la historia y lo que en un principio fue un documento de ficción, se convierte en un documento histórico.” Además, afirmó que La Iliada y La Odisea, son el más puro ejemplo de una mezcla de épica y de historia poética.
Con la conferencia, Meyer dio inicio a un curso que lleva el mismo nombre y que se lleva a cabo desde este miércoles 2, hasta el 4 de septiembre, de 11 a 13 horas, en las instalaciones del Centro de Estudios de Literatura Latinoamericana Julio Cortázar. (Milenio)
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