martes, 2 de febrero de 2010

Presenta José Cruz su obra Lecciones de Vida


Por:Francisco Medina

El pasado viernes 29 de enero José Cruz Camargo Zurita presentó su Lección de Vida en el Teatro Metropolitan, acompañado por sus Hikuris: María José Camargo en la voz, Christina Villanueva, batería; Emilio Gómez, y Rogelio Nobara, guitarra; Iván Villanueva, teclado y piano; Salvador Arceo, bajo; Julián Alarcón, sax y Erick Acosta, guitarra clásica. Se encargará de prepararle el escenario el músico invitado, Rod Levario, un luchador incansable por el rock.
De tus pasiones, ¿una de las más importantes es el amor a tu hija?
El legado que quiero otorgarle, es el espíritu valiente de su padre que se ha enfrentado a la adversidad. Quiero mucho a mi hija y tengo algunos poemas que le dedico y que vienen en el próximo libro, que espero presentar a finales del año. Será un audiolibro que llevará mi voz. También pienso que a mediados de año vamos a entrar a estudio a grabar un nuevo disco. Mientras haya vida…
¿La vida apremia y hay que apurarse?
Hace tiempo me preguntaron que cuál era mi legado desde el punto de vista egocéntrico, pero no, creo que quizá sea enseñar a mis alumnos a tocar bien la armónica. He recibido muchos mails de jóvenes y gente que me dice que mis canciones les han ayudado a salvar su vida. Se trata de dar. ¡Es dar! Hay gente que sufre una enfermedad discapacitante y también se acercan a mí. Le enfermedad —dice refiriéndose a la esclerosis múltiple que padece—, es una enseñanza que yo recibí y ahora estoy transmitiendo a través de la presencia en un escenario. Diario, como dice una enferma de esclerosis múltiple, diario muero y diario vivo.
¿Eso te obliga a valorar la vida y a hacer algo cada día?
Sí, a veces no valoramos que cada día morimos y renacemos, y es importante tener ese acervo espiritual y vivencial de dónde agarrarse.
¿De todas las obras de José Cruz, cuál es la que te gusta más?
Hay una canción que se llama “El suicidio del cisne”, que para mí es la concreción de lo que yo creo que es el blues musicalmente hablando, Es muy profunda, tiene todos los elementos del blues y hasta quizá pareciera que no lo es. El blues se hace para ser transcendido y para mí esa canción y también la de “Voy a morir” son importantes. Me parece que me adelanté cuando hice el disco “Voy a morir”, a la situación que vivo. Grabé un disco premonitorio y es el epítome de mi obra.
¿Qué fue Real de Catorce para ti?
Fue un estado de conciencia en donde desarrollé mi obra, conocí buenos amigos, fue un espacio espiritual, musical, de creación continua de mi obra, de mi inspiración. Fui varias veces al desierto de Real de Catorce y tuve muchos encuentros con mi propia sombra y mi propia luz y esa conciencia es parte de mi vida, de lo que yo tenía que hacer. Yo tenía que juntar un grupo así. El año pasado uno de los maestros huicholes me hizo favor de regresar el nombre a Real de Catorce porque yo fui a pedir permiso para usarlo y ya fue regresado. Ahora Real de Catorce es un lugar geográfico pero también es un estado de conciencia, y para quienes pertenecimos al grupo y entendimos qué era, se enriquecieron de esto, y para quienes no, les pasó lo mismo que a ese pueblo, se extinguieron por la avaricia, las cosas torcidas, las malas pasiones.
Respecto a la esclerosis múltiple y la gente que también la padece habló de su intención de difundir el trabajo de una asociación que apoya a los enfermos:
No puedo hacer más que difundir qué es esta enfermedad. La USEM es una asociación a la que quiero apoyar por medio de mi trabajo, para que la enfermedad se conozca más, los enfermos de esclerosis y de otras enfermedades de la inmunidad, sepan que no están solos, que hay una asociación que los entiende y los puede ayudar. El lema es no detenernos, entender, conocer bien la enfermedad y difundirla mediante conciertos, congresos y que la gente sepa que es una enfermedad difícil, y que la conozcan, que los enfermos tengan la certeza de que no están solos, que el deterioro del cuerpo y de las facultades ocurre, pero que existe la esperanza.
¿Y tu antiguo grupo, Real de Catorce?
Ellos exigían cosas que yo no podía darles ya como una persona enferma, y no tuvieron la sensibilidad para entender que es una enfermedad tremenda. Si me pongo a pensar, es muy probable que así debíamos separarnos. Esta ruptura me deprimió por un tiempo, por su respuesta visceral, pero ahora no quiero darle tiempo, pero sí es una pena que tuvieron la gran oportunidad de crecer conmigo, con esta enfermedad y conocerla bien. Es un proceso que me congratulo de haber revalorado ya que de ahí se fundó la red de apoyo y la gente solidaria en quienes he descubierto el valor de la amistad

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