La muestra con 90 obras del mayor representante del arte abstracto en Francia se inaugura el 9 de junio
Si a lo largo de siete décadas Pierre Soulages ha pintado con el negro es porque le interesa, esencialmente, trabajar con la luz.
Para el creador francés, el mayor representante del arte abstracto en el pasado y en la actualidad, el color negro no tiene un valor simbólico, aun con sus múltiples connotaciones; su decisión de pintar así es meramente pictórica.
Pierre Soulages es la muestra que abre un nuevo capítulo en la historia del Museo de la Ciudad de México. La planta alta del edificio, recién rehabilitado, alberga 90 de sus obras, cuadros al óleo y en papel, así como revistas y libros. Se trata de piezas creadas entre 1946 y 2009 que permitirán al espectador conocer a un artista que “en 63 años se ha transformado porque es una persona que no ha dejado de investigar, no ha dejado de experimentar y esa es la base de su pintura”, dijo en conferencia de prensa Alfred Pacquement, director del Museo Nacional de Arte Moderno Centro de Creación Industrial Pompidou y cocurador de la exposición.
Del 9 de junio al 22 de agosto se presentará esta muestra que viene a México después de presentarse en el Centro Pompidou y que ha sido el trabajo más completo que se ha hecho sobre este creador. En París se exhibió a finales del año pasado con motivo de los 90 años del artista y marcó un récord de asistencia al ser visitada por más de medio millón de personas. Para México, se trajo una versión un poco diferente.
Las obras forman parte de las colecciones de las galerías Nacional de Arte de Washington y Tate de Londres, y de los museos de Arte Moderno de Nueva York, el Centro Pompidou, el Carnegie de Pittsburg, el IVAM de Valencia, el de Arte Moderno y Contemporáneo de Toulouse-Les Abattoirs, así como el Rufino Tamayo de México.
Creador del “outrenoir”
A lo largo de las salas temporales del Museo, en la planta alta, se han dispuesto las obras con una museografía que exalta el uso del negro y de los colores oscuros bajo el amparo de una iluminación contemporánea. Gracias a los altos techos del edificio es posible contemplar ese trabajo de experimentación en torno de la textura y los reflejos.
Soulages (de quien en 1975 el Museo de Arte Moderno de esta ciudad presentó una exposición para la cual él vino al país) es reconocido por su investigación en torno de la luz y por cómo ésta se refleja en el color negro o en otros colores oscuros. Ese proceso lo llevó a formular el concepto del Outrenoir (ultranegro).
Alfred Pacquement relató que Soulages cuenta una anécdota que vivió de niño: “una vez estaba pintando y mojaba el pincel en la tinta y luego lo pasaba a la hoja en blanco, entonces alguien de su familia le preguntó ‘¿qué haces?’ y él respondió: ‘estoy pintando la nieve’ ”.
A partir de esta historia, el curador explicó que el artista ha trabajado con colores oscuros, pero contradice a quienes creen que su obra sea monocromática.
“En un primer tiempo hay un valor de contraste: trabaja el negro en diferencia con el blanco para hacer resaltar la luz; en el segundo tiempo, más allá del negro, cuando la superficie está cubierta de negro, el juego es con la textura, la forma de aplicar la pintura en el cuadro hace que la luz se refleje en la textura”.
Texturas y reflejos
Las primeras salas de la exposición muestran una cronología de la vida del artista. Luego dan paso a obras en papel, algunas creadas con nogalina y en pequeño formato que, en todo caso, conservan la sensación de “monumentalidad”. Posteriormente, hay un conjunto de cuadros de grandes formatos, en los cuales se advierte “la sensación de la luz que sale del cuadro” a partir de un fuerte contraste entre el negro y pequeños espacios para otros colores. En estas salas el espectador puede ver las obras bajo un orden de fechas de creación.
En la segunda parte, las fechas ya no determinan el orden de la presentación. Aquí se percibe un cambio en Pierre Soulages, a partir de la exploración de texturas, con un mínimo uso de materiales. Sucede que desde 1979, el artista francés creó grandes cuadros con espacios lisos y otros llenos de líneas homogéneas o no, generadas a partir de brochas gruesas y duras. Demostró, entonces, que las posibilidades son infinitas.
Al respecto, el curador de la muestra explicó: “La fuerza de su pintura es que está hecha con poquísimos recursos, un sólo pigmento; la manera como utiliza ese pigmento en la pieza hará que cuando el espectador esté al frente, encuentre multiplicidad de valores y posibilidades en la pieza”.
Sobre el orden de la muestra explicó que “la pintura es absolutamente coherente, con un hilo conductor que te encamina, uno constata esto en sus obras, se ve en las actuales y en las del 46 que siguen siendo vigentes hoy en día”. Destacó que la muestra se presente fuera de Francia, puesto que una de las ilusiones de Soulages, al montar la exposición en París, es que ésta viajara por el mundo.
En la presentación de la exhibición, con la presencia de la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Elena Cepeda de León; la directora del Museo de la Ciudad de México, Cristina Faesler, y el encargado de la museografía de la exposición, Mauricio Rocha, el embajador de Francia en México, Daniel Parfait, dijo que esta muestra es un homenaje de Francia a México en el año del Bicentenario de su Independencia y el Centenario de su Revolución.
Alfred Pacquement adelantó que durante 2011 se realizará el “Año de México en Francia” con un programa de intercambio cultural entre ambas naciones.
En el marco de la exposición, este viernes, a las 17 horas, se llevará a cabo la charla “Diálogos sobre Pierre Soulage”, en el Museo de la Ciudad de México, con las participaciones de Alfred Pacquement y el crítico de arte Erik Castillo.
La muestra se inaugura el 9 de junio a las 19:30 horas. El costo para visitar la exposición es de 20 pesos, con descuento de 50% a estudiantes, maestros y adultos mayores que presenten su credencial del INAPAM, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. (Pino Suárez, Centro Histórico).
Si a lo largo de siete décadas Pierre Soulages ha pintado con el negro es porque le interesa, esencialmente, trabajar con la luz.
Para el creador francés, el mayor representante del arte abstracto en el pasado y en la actualidad, el color negro no tiene un valor simbólico, aun con sus múltiples connotaciones; su decisión de pintar así es meramente pictórica.
Pierre Soulages es la muestra que abre un nuevo capítulo en la historia del Museo de la Ciudad de México. La planta alta del edificio, recién rehabilitado, alberga 90 de sus obras, cuadros al óleo y en papel, así como revistas y libros. Se trata de piezas creadas entre 1946 y 2009 que permitirán al espectador conocer a un artista que “en 63 años se ha transformado porque es una persona que no ha dejado de investigar, no ha dejado de experimentar y esa es la base de su pintura”, dijo en conferencia de prensa Alfred Pacquement, director del Museo Nacional de Arte Moderno Centro de Creación Industrial Pompidou y cocurador de la exposición.
Del 9 de junio al 22 de agosto se presentará esta muestra que viene a México después de presentarse en el Centro Pompidou y que ha sido el trabajo más completo que se ha hecho sobre este creador. En París se exhibió a finales del año pasado con motivo de los 90 años del artista y marcó un récord de asistencia al ser visitada por más de medio millón de personas. Para México, se trajo una versión un poco diferente.
Las obras forman parte de las colecciones de las galerías Nacional de Arte de Washington y Tate de Londres, y de los museos de Arte Moderno de Nueva York, el Centro Pompidou, el Carnegie de Pittsburg, el IVAM de Valencia, el de Arte Moderno y Contemporáneo de Toulouse-Les Abattoirs, así como el Rufino Tamayo de México.
Creador del “outrenoir”
A lo largo de las salas temporales del Museo, en la planta alta, se han dispuesto las obras con una museografía que exalta el uso del negro y de los colores oscuros bajo el amparo de una iluminación contemporánea. Gracias a los altos techos del edificio es posible contemplar ese trabajo de experimentación en torno de la textura y los reflejos.
Soulages (de quien en 1975 el Museo de Arte Moderno de esta ciudad presentó una exposición para la cual él vino al país) es reconocido por su investigación en torno de la luz y por cómo ésta se refleja en el color negro o en otros colores oscuros. Ese proceso lo llevó a formular el concepto del Outrenoir (ultranegro).
Alfred Pacquement relató que Soulages cuenta una anécdota que vivió de niño: “una vez estaba pintando y mojaba el pincel en la tinta y luego lo pasaba a la hoja en blanco, entonces alguien de su familia le preguntó ‘¿qué haces?’ y él respondió: ‘estoy pintando la nieve’ ”.
A partir de esta historia, el curador explicó que el artista ha trabajado con colores oscuros, pero contradice a quienes creen que su obra sea monocromática.
“En un primer tiempo hay un valor de contraste: trabaja el negro en diferencia con el blanco para hacer resaltar la luz; en el segundo tiempo, más allá del negro, cuando la superficie está cubierta de negro, el juego es con la textura, la forma de aplicar la pintura en el cuadro hace que la luz se refleje en la textura”.
Texturas y reflejos
Las primeras salas de la exposición muestran una cronología de la vida del artista. Luego dan paso a obras en papel, algunas creadas con nogalina y en pequeño formato que, en todo caso, conservan la sensación de “monumentalidad”. Posteriormente, hay un conjunto de cuadros de grandes formatos, en los cuales se advierte “la sensación de la luz que sale del cuadro” a partir de un fuerte contraste entre el negro y pequeños espacios para otros colores. En estas salas el espectador puede ver las obras bajo un orden de fechas de creación.
En la segunda parte, las fechas ya no determinan el orden de la presentación. Aquí se percibe un cambio en Pierre Soulages, a partir de la exploración de texturas, con un mínimo uso de materiales. Sucede que desde 1979, el artista francés creó grandes cuadros con espacios lisos y otros llenos de líneas homogéneas o no, generadas a partir de brochas gruesas y duras. Demostró, entonces, que las posibilidades son infinitas.
Al respecto, el curador de la muestra explicó: “La fuerza de su pintura es que está hecha con poquísimos recursos, un sólo pigmento; la manera como utiliza ese pigmento en la pieza hará que cuando el espectador esté al frente, encuentre multiplicidad de valores y posibilidades en la pieza”.
Sobre el orden de la muestra explicó que “la pintura es absolutamente coherente, con un hilo conductor que te encamina, uno constata esto en sus obras, se ve en las actuales y en las del 46 que siguen siendo vigentes hoy en día”. Destacó que la muestra se presente fuera de Francia, puesto que una de las ilusiones de Soulages, al montar la exposición en París, es que ésta viajara por el mundo.
En la presentación de la exhibición, con la presencia de la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Elena Cepeda de León; la directora del Museo de la Ciudad de México, Cristina Faesler, y el encargado de la museografía de la exposición, Mauricio Rocha, el embajador de Francia en México, Daniel Parfait, dijo que esta muestra es un homenaje de Francia a México en el año del Bicentenario de su Independencia y el Centenario de su Revolución.
Alfred Pacquement adelantó que durante 2011 se realizará el “Año de México en Francia” con un programa de intercambio cultural entre ambas naciones.
En el marco de la exposición, este viernes, a las 17 horas, se llevará a cabo la charla “Diálogos sobre Pierre Soulage”, en el Museo de la Ciudad de México, con las participaciones de Alfred Pacquement y el crítico de arte Erik Castillo.
La muestra se inaugura el 9 de junio a las 19:30 horas. El costo para visitar la exposición es de 20 pesos, con descuento de 50% a estudiantes, maestros y adultos mayores que presenten su credencial del INAPAM, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. (Pino Suárez, Centro Histórico).
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