Muchas de las piezas subastadas son grabados y dibujos, en estado impecable, pues se les mantuvo en una bóveda bancaria, lejos de la luz y de que recibieran algún daño, dijo una fuente allegada a dicha casa.
La casa de subastas Sotheby´s, de París, vendió hoy obras de Renoir, Cézanne, Degas, Gauguin y Picasso por 3.5 millones de euros (4.3 millones de dólares).
Muchas de las piezas subastadas son grabados y dibujos, en estado impecable, pues se les mantuvo en una bóveda bancaria, lejos de la luz y de que recibieran algún daño, dijo una fuente allegada a dicha casa.
De acuerdo con información difundida hoy la oferta de estas 139 obras, acumuladas por el visionario marchand parisino Ambroise Vollard, quien convirtió a artistas desconocidos en estrellas, fue una venta que los amantes del arte esperaron por años, en parte por la historia y mística de la colección.
Entre las obras mejor vendidas están el grabado “Le Repas Frugal” (1904) del español Pablo Picasso, que se convirtió en la protagonista de la segunda y última subasta de la colección conocida como el “tesoro perdido”, de la casa Sotheby's, y que rompió récord hoy, al ser vendida por 720 mil 750 euros (unos 886 mil dólares).
La pieza de tenía un precio de salida en un principio de entre 250 mil y 400 mil euros.
Perteneciente a la serie Saltimbanques, el grabado fue ejecutado durante el periodo azul de Picasso, en el siglo XX, una imagen depurada de su periodo azul, cuyo tema hace una potente alusión a los estragos de la juventud del artista en el barrio bohemio de Montmartre.
Se trata de un hombre y una mujer sentados con una botella y escasos víveres en la mesa demuestran la preocupación del artista por el alcoholismo y pobreza con un realismo impactante.
Luego del grabado de Picasso, la segunda pieza más valorada del lote fue el monotipo "La Fete de la Patronne", de Edgar Degas, adquirido por 516 mil 750 euros, mientras que el tercer puesto lo ocupó el monotipo de Paul Gauguin, "Trois tetes tahitiennes", vendido por 312 mil 750 euros.
Esta fue la segunda subasta de París que complementa la que tuvo lugar en Londres la semana pasada, en la que se vendieron al igual obras de Picasso, Rodin, Matisse o Dérain por un total de 135.3 millones de euros (164.6 millones de dólares).
En la subasta de Londres la pieza clave fue un autorretrato del impresionista Edouard Manet, pintado en el momento cumbre de su carrera, adquirido por 27 millones de euros (32.8 millones de dólares).
Con ambas subastas, concluye el periplo de una colección que permaneció durante 40 años en una caja fuerte del banco Société Générale, sin que se supiera de su existencia, la cual fue descubierta cuando la institución financiera la abrió para cobrarse la deuda del alquiler acumulado durante ese tiempo.
La casa de subastas refiere que los cuadros habían sido depositados allí, poco después de la muerte del marchante Ambroise Vollard (1866-1939) en un accidente de tráfico, por uno de sus socios, el judío yugoslavo Erich Slomovic.
Éste abandonó poco tiempo después la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial para refugiarse en su tierra natal, en la que perdió la vida a manos de los nazis a finales de 1942.
Una vez que la colección salió de nuevo a la luz, agregó, se adjudicó la propiedad de los cuadros a los herederos de Vollard, tras un largo proceso judicial.
Ambroise Vollard es considerado el más importante marchante de la época y tuvo un papel muy importante en el desarrollo del arte moderno gracias a las exposiciones de sus artistas y a la publicación de sus grabados y libros ilustrados.
En 1885, organizó una gran retrospectiva de Cézanne, seguida ese mismo año por otra dedicada a Van Gogh, artista entonces poco conocido en París.
Tras el éxito de aquellas exposiciones, abrió una nueva galería que se convirtió en un lugar de encuentro privilegiado de la vanguardia parisina y que acogió la primera exposición en la capital francesa de los óleos, pasteles y acuarelas de Pablo Picasso.
Entre los artistas a los que Vollard dedicó exposiciones individuales figuran también Paul Gauguin, Aristide Maillol, Van Dongen y Henri Matisse.
París, Francia
La casa de subastas Sotheby´s, de París, vendió hoy obras de Renoir, Cézanne, Degas, Gauguin y Picasso por 3.5 millones de euros (4.3 millones de dólares).
Muchas de las piezas subastadas son grabados y dibujos, en estado impecable, pues se les mantuvo en una bóveda bancaria, lejos de la luz y de que recibieran algún daño, dijo una fuente allegada a dicha casa.
De acuerdo con información difundida hoy la oferta de estas 139 obras, acumuladas por el visionario marchand parisino Ambroise Vollard, quien convirtió a artistas desconocidos en estrellas, fue una venta que los amantes del arte esperaron por años, en parte por la historia y mística de la colección.
Entre las obras mejor vendidas están el grabado “Le Repas Frugal” (1904) del español Pablo Picasso, que se convirtió en la protagonista de la segunda y última subasta de la colección conocida como el “tesoro perdido”, de la casa Sotheby's, y que rompió récord hoy, al ser vendida por 720 mil 750 euros (unos 886 mil dólares).
La pieza de tenía un precio de salida en un principio de entre 250 mil y 400 mil euros.
Perteneciente a la serie Saltimbanques, el grabado fue ejecutado durante el periodo azul de Picasso, en el siglo XX, una imagen depurada de su periodo azul, cuyo tema hace una potente alusión a los estragos de la juventud del artista en el barrio bohemio de Montmartre.
Se trata de un hombre y una mujer sentados con una botella y escasos víveres en la mesa demuestran la preocupación del artista por el alcoholismo y pobreza con un realismo impactante.
Luego del grabado de Picasso, la segunda pieza más valorada del lote fue el monotipo "La Fete de la Patronne", de Edgar Degas, adquirido por 516 mil 750 euros, mientras que el tercer puesto lo ocupó el monotipo de Paul Gauguin, "Trois tetes tahitiennes", vendido por 312 mil 750 euros.
Esta fue la segunda subasta de París que complementa la que tuvo lugar en Londres la semana pasada, en la que se vendieron al igual obras de Picasso, Rodin, Matisse o Dérain por un total de 135.3 millones de euros (164.6 millones de dólares).
En la subasta de Londres la pieza clave fue un autorretrato del impresionista Edouard Manet, pintado en el momento cumbre de su carrera, adquirido por 27 millones de euros (32.8 millones de dólares).
Con ambas subastas, concluye el periplo de una colección que permaneció durante 40 años en una caja fuerte del banco Société Générale, sin que se supiera de su existencia, la cual fue descubierta cuando la institución financiera la abrió para cobrarse la deuda del alquiler acumulado durante ese tiempo.
La casa de subastas refiere que los cuadros habían sido depositados allí, poco después de la muerte del marchante Ambroise Vollard (1866-1939) en un accidente de tráfico, por uno de sus socios, el judío yugoslavo Erich Slomovic.
Éste abandonó poco tiempo después la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial para refugiarse en su tierra natal, en la que perdió la vida a manos de los nazis a finales de 1942.
Una vez que la colección salió de nuevo a la luz, agregó, se adjudicó la propiedad de los cuadros a los herederos de Vollard, tras un largo proceso judicial.
Ambroise Vollard es considerado el más importante marchante de la época y tuvo un papel muy importante en el desarrollo del arte moderno gracias a las exposiciones de sus artistas y a la publicación de sus grabados y libros ilustrados.
En 1885, organizó una gran retrospectiva de Cézanne, seguida ese mismo año por otra dedicada a Van Gogh, artista entonces poco conocido en París.
Tras el éxito de aquellas exposiciones, abrió una nueva galería que se convirtió en un lugar de encuentro privilegiado de la vanguardia parisina y que acogió la primera exposición en la capital francesa de los óleos, pasteles y acuarelas de Pablo Picasso.
Entre los artistas a los que Vollard dedicó exposiciones individuales figuran también Paul Gauguin, Aristide Maillol, Van Dongen y Henri Matisse.
París, Francia
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