La historiadora dijo que estos grupos pelearon por su propia sobrevivencia.
Dentro de las filas del ejército insurgente, que luchó en el movimiento de independencia de nuestro país, existió una fuerza tan importante como muchas veces ignorada, la de los grupos indígenas mexicanos.
Orillados por sus propios motivos, ellos se convirtieron en una pieza vital para el triunfo independentista, así lo aseguró la historiadora Gisela von Wobeser en la Universidad Regiomontana al presentar una conferencia con motivo de la Cátedra Bicentenario.
“Creemos que todo el merito lo tienen Hidalgo, Morelos, Allende o Aldama, que sin duda tuvieron una participación importante; pero su actuación sólo fue posible gracias a muchas personas que lucharon en las filas independentistas. Aproximadamente el 50 o 70 por ciento eran indígenas”, mencionó la investigadora.
Para la también directora de la Academia Mexicana de la Historia, la incursión de los grupos indígenas a las filas del Ejército insurgente tiene motivos difíciles de señalar, pero lo cierto es que a diferencia de los caudillos del movimiento su motivación no era el devenir político del país, sino el desolador panorama político y social en el que vivían al comienzo del siglo XIX.
Al iniciar el nuevo siglo en México se había suscitado un fenómeno poblacional que llevaría a los pueblos indígenas a una difícil crisis económica. Se vivió un fuerte incremento de la población en estas comunidades y carecían de tierras para trabajar y sobrevivir, la mayoría de ellas habían pasado a manos de españoles radicados en México.
Esto originó un crecimiento de las haciendas españolas, donde los indios debían trabajar prácticamente en calidad de esclavos, a su vez quienes habían logrado conservar pequeñas tierras se enfrentaron con un incremento drástico en los precios de los productos agrícolas y al pago de tributos para la corona.
La lucha de independencia era para los indígenas una opción para pelear por la sobrevivencia, no de un país, de ellos mismos y de sus comunidades.
Monterrey, NL
Dentro de las filas del ejército insurgente, que luchó en el movimiento de independencia de nuestro país, existió una fuerza tan importante como muchas veces ignorada, la de los grupos indígenas mexicanos.
Orillados por sus propios motivos, ellos se convirtieron en una pieza vital para el triunfo independentista, así lo aseguró la historiadora Gisela von Wobeser en la Universidad Regiomontana al presentar una conferencia con motivo de la Cátedra Bicentenario.
“Creemos que todo el merito lo tienen Hidalgo, Morelos, Allende o Aldama, que sin duda tuvieron una participación importante; pero su actuación sólo fue posible gracias a muchas personas que lucharon en las filas independentistas. Aproximadamente el 50 o 70 por ciento eran indígenas”, mencionó la investigadora.
Para la también directora de la Academia Mexicana de la Historia, la incursión de los grupos indígenas a las filas del Ejército insurgente tiene motivos difíciles de señalar, pero lo cierto es que a diferencia de los caudillos del movimiento su motivación no era el devenir político del país, sino el desolador panorama político y social en el que vivían al comienzo del siglo XIX.
Al iniciar el nuevo siglo en México se había suscitado un fenómeno poblacional que llevaría a los pueblos indígenas a una difícil crisis económica. Se vivió un fuerte incremento de la población en estas comunidades y carecían de tierras para trabajar y sobrevivir, la mayoría de ellas habían pasado a manos de españoles radicados en México.
Esto originó un crecimiento de las haciendas españolas, donde los indios debían trabajar prácticamente en calidad de esclavos, a su vez quienes habían logrado conservar pequeñas tierras se enfrentaron con un incremento drástico en los precios de los productos agrícolas y al pago de tributos para la corona.
La lucha de independencia era para los indígenas una opción para pelear por la sobrevivencia, no de un país, de ellos mismos y de sus comunidades.
Monterrey, NL
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