Hijo y nieto de periodistas, Becerra Acosta nació en la Ciudad de México en 1932. Su padre, del mismo nombre, fue director del periódico mexicano “Excélsior” de 1963 a 1967, años en los que ese rotativo era considerado por los críticos como uno de los más importantes a nivel mundial.
El escritor y periodista mexicano Manuel Becerra Acosta, fallecido hace 10 años, el 23 de junio de 2000, es recordado como una figura temible, pero generosa del medio periodístico de su país, quien dejó una profunda huella por dar autonomía a la imagen para mostrar la realidad social que clamaba ser vista.
Hijo y nieto de periodistas, Becerra Acosta nació en la Ciudad de México en 1932. Su padre, del mismo nombre, fue director del periódico mexicano “Excélsior” de 1963 a 1967, años en los que ese rotativo era considerado por los críticos como uno de los más importantes a nivel mundial.
El ambiente periodístico en el que Becerra Acosta creció, influyó notablemente para definir su vocación periodística se desarrollara y posteriormente ocupara puestos de reportero, editorialista, redactor, columnista político, subdirector y posteriormente, así como llegar a ser director del “Excélsior”.
De acuerdo a los datos biográficos disponibles, uno de sus aciertos más importantes fue una de las primeras entrevistas con el líder cubano, Fidel Castro, cuando triunfó la Revolución en el país caribeño, en enero de 1959.
En 1976 sale de “Excélsior” con el equipo de Julio Scherer y al año siguiente funda “unomásuno”, donde comenzó a escribir una nueva historia dentro del periodismo mexicano.
El gran talento de caricaturistas y articulistas encuentra cobijo en la nueva forma de hacer periodismo impulsada por Becerra Acosta, a través del nuevo diario, en el que también hizo énfasis en el mensaje que la imagen fotográfica comunicaba.
En 1983 las diferencias internas fracturaron al diario, lo que provocó la salida de los directivos que había llevado Becerra al diario y medio centenar de colaboradores.
Sin embargo, fue hasta 1989 cuando Manuel Becerra abandonó tierras mexicanas, debido a discrepancias con el gobierno salinista. Esto lo obligó a radicar en Europa, específicamente en Bruselas, Bélgica, y después en Santander, España, y París, Francia.
Su entrega a las letras lo orilló no sólo a la labor periodística, sino también a desarrollar un trabajo literario que es básicamente autobiográfico, como se ve en sus obras “Las primeras aventuras” (1983), “Dos poderes” (1985), “Triple función” (1987) y “Sucesión en la familia” (1988).
Becerra Acosta también trabajó en otros géneros, como el cuento, con piezas como “Castillo con Tehuacán” y “La CM”.
Realizó ensayos como “Dos poderes”, “Cartas a mi soledad”, “Sábado”, “Año nuevo en Cuba: Pasado y presente con datos oníricos”, “La negra Cachita de Hilda”, “Soliloquio en diálogo con mojito” y “La ceremonia del trompo bélico”.
Fue colaborador de suplementos como “Diorama de la cultura”, “La cultura en México” y “Sábado”.
A su regreso a México trató de formar un nuevo diario llamado “Democracia”, pero este proyecto nunca se llevó a cabo a pesar del apoyo de figuras políticas y del medio periodístico.
Manuel Becerra Acosta falleció el 23 de junio de 2000 en España, víctima de un paro cardiaco mientras dormía, a los 68 años de edad.
México, D.F.
El escritor y periodista mexicano Manuel Becerra Acosta, fallecido hace 10 años, el 23 de junio de 2000, es recordado como una figura temible, pero generosa del medio periodístico de su país, quien dejó una profunda huella por dar autonomía a la imagen para mostrar la realidad social que clamaba ser vista.
Hijo y nieto de periodistas, Becerra Acosta nació en la Ciudad de México en 1932. Su padre, del mismo nombre, fue director del periódico mexicano “Excélsior” de 1963 a 1967, años en los que ese rotativo era considerado por los críticos como uno de los más importantes a nivel mundial.
El ambiente periodístico en el que Becerra Acosta creció, influyó notablemente para definir su vocación periodística se desarrollara y posteriormente ocupara puestos de reportero, editorialista, redactor, columnista político, subdirector y posteriormente, así como llegar a ser director del “Excélsior”.
De acuerdo a los datos biográficos disponibles, uno de sus aciertos más importantes fue una de las primeras entrevistas con el líder cubano, Fidel Castro, cuando triunfó la Revolución en el país caribeño, en enero de 1959.
En 1976 sale de “Excélsior” con el equipo de Julio Scherer y al año siguiente funda “unomásuno”, donde comenzó a escribir una nueva historia dentro del periodismo mexicano.
El gran talento de caricaturistas y articulistas encuentra cobijo en la nueva forma de hacer periodismo impulsada por Becerra Acosta, a través del nuevo diario, en el que también hizo énfasis en el mensaje que la imagen fotográfica comunicaba.
En 1983 las diferencias internas fracturaron al diario, lo que provocó la salida de los directivos que había llevado Becerra al diario y medio centenar de colaboradores.
Sin embargo, fue hasta 1989 cuando Manuel Becerra abandonó tierras mexicanas, debido a discrepancias con el gobierno salinista. Esto lo obligó a radicar en Europa, específicamente en Bruselas, Bélgica, y después en Santander, España, y París, Francia.
Su entrega a las letras lo orilló no sólo a la labor periodística, sino también a desarrollar un trabajo literario que es básicamente autobiográfico, como se ve en sus obras “Las primeras aventuras” (1983), “Dos poderes” (1985), “Triple función” (1987) y “Sucesión en la familia” (1988).
Becerra Acosta también trabajó en otros géneros, como el cuento, con piezas como “Castillo con Tehuacán” y “La CM”.
Realizó ensayos como “Dos poderes”, “Cartas a mi soledad”, “Sábado”, “Año nuevo en Cuba: Pasado y presente con datos oníricos”, “La negra Cachita de Hilda”, “Soliloquio en diálogo con mojito” y “La ceremonia del trompo bélico”.
Fue colaborador de suplementos como “Diorama de la cultura”, “La cultura en México” y “Sábado”.
A su regreso a México trató de formar un nuevo diario llamado “Democracia”, pero este proyecto nunca se llevó a cabo a pesar del apoyo de figuras políticas y del medio periodístico.
Manuel Becerra Acosta falleció el 23 de junio de 2000 en España, víctima de un paro cardiaco mientras dormía, a los 68 años de edad.
México, D.F.
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