martes, 8 de diciembre de 2009

Ofrece curador y autor Pablo J. Rico ponencia sobre su pasión por Goya


Afirmó que México, con su ejemplo y cosas que hace y comparte en el mundo "está favoreciendo un remedio para la sociedad, homeopático acaso, al introducir e inocular al mundo de creatividad, de sentidos positivos, de futuro, de imaginación y esperanza; de las cosas que representan el mudo del arte".

Pablo J. Rico, español de nacimiento que gusta pasar largas temporadas en México en su calidad de persona relacionada con el mundo del arte, ofreció la conferencia "Confidencias y confesiones de un enfermo crónico de arte. Terapias de un curador homeópata", la víspera.

Afirmó que México, con su ejemplo y cosas que hace y comparte en el mundo "está favoreciendo un remedio para la sociedad, homeopático acaso, al introducir e inocular al mundo de creatividad, de sentidos positivos, de futuro, de imaginación y esperanza; de las cosas que representan el mudo del arte".

El también curador y escritor dictó esa plática que para él, "tiene un nombre esotérico" en la Casa Lamm de esta ciudad. En su discurso, J. Rico reflexionó en voz alta para dar a conocer su biografía, pero en el sentido de vanidad, sino para compartir lo que le ha tocado vivir durante 30 años en el mudo del arte.

"Tengo una especial relación con la obra de Goya y hay cosas que permanecen en mi recuerdo y memoria, que ahora deseo transmitir para que ustedes conozcan cuál es mi verdadera relación con el universo artístico", señaló, y agregó que "Goya nació hace alrededor de 200 años, debajo de un dibujo".

Explicó que él habla en cada una de sus exposiciones precisa y exactamente de lo que ha visto. "Hablo de cosas que yo he observado y experimentado; sobre vivencias que he reflexionado y de artistas, de proyectos que hemos hecho juntos, y todo eso, para decir que todavía aprendo cada día".

Antes de iniciar su conferencia, J. Rico señaló que la dedicaba "a todos aquellos que como yo, son enfermos crónicos del arte. A todos quienes como yo, ven y sienten a través del arte y entienden el mundo de una forma distinta, porque pensamos que el arte es un veneno y en el fondo, también un remedio".

La sociedad en general, aseveró, está enferma prácticamente siempre, pero en estos días su enfermedad es realmente preocupante. "Yo creo que el arte tiene mucho qué decir, un arte-sano, no una artesanía sino un arte sano que todavía puede transformar al mundo y cambiar el valor de todas las cosas", añadió.

Dejó ver que el público mexicano generalmente es muy receptivo y en México existe una escuela de arte y una tradición artística muy apasionada. "Siempre ha sido así y espero que mis palabras les sirvan para ver que su pasión y sus sentimientos tienen cómplices en todo el mundo, y un ejemplo soy yo".
Ciudad de México

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