La dependencia editó Camino a la modernidad, un libro que muestra las expresiones artísticas en nuestro país de 1900 a 1950
Con obras provenientes de acervos públicos y privados, algunas de ellas consideradas Patrimonio Nacional de México, el libro Camino a la modernidad representa un recorrido del arte mexicano, de 1900 a 1950.
Derivado de la muestra plástica del mismo nombre, presentada en el Museo de Arte de Singapur (SAM, por sus siglas en inglés) el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) editó este volumen que refleja uno de los caminos de México hacia la modernidad.
Del mismo modo, para 2011, el SAM traerá a México, una exposición integrada por obras que dan cuenta del arte de Singapur , como parte del intercambio cultural entre ambos países.
En Camino a la modernidad, la evolución del arte moderno en México es observada a través de tres núcleos temáticos de obras: cultura, civilización y camino hacia el progreso en el siglo XX.
Las 73 obras que integró la exposición fueron realizadas por grandes maestros de las artes plásticas en México, como Diego Rivera, Dr. Atl, David Alfaro Siqueiros, Raúl Anguiano, Angel Bracho, Ramón Cano Manilla, María Izquierdo, Francisco Goitia y Saturnino Herrán, entre otros.
En sus pinturas muestran el desarrollo y las divergencias de estilos e influencias del arte occidental, en el proceso de creación de una identidad visual que es única en México.
Ellas ilustran también la riqueza histórica del pueblo de México, como son los capítulos de la Revolución Mexicana, a veces turbulentos, pero sumamente atractivos que ayudaron a modelar la sociedad progresista.
La primera mitad del siglo XX mexicano fue un tiempo de cambios importantes de autodescubrimiento, de reivindicación de su identidad y por lo tanto, muy intenso en el ámbito cultural.
Fue, asimismo, un periodo de experimentación en las políticas culturales que impulsaron nuevos espacios de creación o fortalecieron los que estaban surgiendo como resultado del intenso cambio vivido por la sociedad mexicana.
Ejemplo de ello fue la influencia del arte mexicano en otras latitudes, como es el caso de Asia y concretamente en el sudeste asiático, donde el muralismo mexicano tuvo una gran influencia entre los pintores más destacados, quienes usaron la técnica para plasmar las luchas sociales en sus naciones. Ciudad de México
Con obras provenientes de acervos públicos y privados, algunas de ellas consideradas Patrimonio Nacional de México, el libro Camino a la modernidad representa un recorrido del arte mexicano, de 1900 a 1950.
Derivado de la muestra plástica del mismo nombre, presentada en el Museo de Arte de Singapur (SAM, por sus siglas en inglés) el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) editó este volumen que refleja uno de los caminos de México hacia la modernidad.
Del mismo modo, para 2011, el SAM traerá a México, una exposición integrada por obras que dan cuenta del arte de Singapur , como parte del intercambio cultural entre ambos países.
En Camino a la modernidad, la evolución del arte moderno en México es observada a través de tres núcleos temáticos de obras: cultura, civilización y camino hacia el progreso en el siglo XX.
Las 73 obras que integró la exposición fueron realizadas por grandes maestros de las artes plásticas en México, como Diego Rivera, Dr. Atl, David Alfaro Siqueiros, Raúl Anguiano, Angel Bracho, Ramón Cano Manilla, María Izquierdo, Francisco Goitia y Saturnino Herrán, entre otros.
En sus pinturas muestran el desarrollo y las divergencias de estilos e influencias del arte occidental, en el proceso de creación de una identidad visual que es única en México.
Ellas ilustran también la riqueza histórica del pueblo de México, como son los capítulos de la Revolución Mexicana, a veces turbulentos, pero sumamente atractivos que ayudaron a modelar la sociedad progresista.
La primera mitad del siglo XX mexicano fue un tiempo de cambios importantes de autodescubrimiento, de reivindicación de su identidad y por lo tanto, muy intenso en el ámbito cultural.
Fue, asimismo, un periodo de experimentación en las políticas culturales que impulsaron nuevos espacios de creación o fortalecieron los que estaban surgiendo como resultado del intenso cambio vivido por la sociedad mexicana.
Ejemplo de ello fue la influencia del arte mexicano en otras latitudes, como es el caso de Asia y concretamente en el sudeste asiático, donde el muralismo mexicano tuvo una gran influencia entre los pintores más destacados, quienes usaron la técnica para plasmar las luchas sociales en sus naciones. Ciudad de México
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