*Rompe el último baluarte masculino; primera mujer en ocupar la titularidad de una orquesta sinfónica en México
Por: Francisco Medina
La joven directora de orquesta ingresó al selecto club, dominado desde siempre por hombres en México, gracias a su talento indiscutible y también a la oportunidad que recibió del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para dirigir la orquesta sinfónica de esta casa de estudios.
Formada al lado de grandes maestros de Estados Unidos, Gabriela Díaz Alatriste, fue designada en marzo pasado por el doctor Enrique Villa Rivera, entonces director del Instituto Politécnico Nacional, como titular de la sinfónica de la institución educativa.
Doctora en Artes Musicales por la Universidad de Minnesota, Gabriela Díaz Alatriste refiere que ese privilegio inédito, representa un compromiso muy serio, no sólo por ser la primera mujer que en México llega a la titularidad en la dirección de una orquesta sinfónica, sino porque más allá de la cuestión de género, el objetivo superior es consolidar a la organización orquestal como una de las más importantes del país y del entorno global.
Su talento artístico y las metas alcanzadas a través de una carrera que inició a los 11 años cuando ingresó al Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México para estudiar piano, la han convencido de que no existe limitante en México para formar una o varias orquestas sinfónicas de calidad mundial, ya que se cuenta con músicos de excelencia que poseen el mismo virtuosismo que los solistas más connotados del mundo.
Acepta, no obstante, que existen estructuras institucionales que limitan el desarrollo de nuevos proyectos, porque, sin menoscabo de las cualidades musicales de los intérpretes, hay músicos que tienen “base” y por tanto son inamovibles, lo que deriva en que sean pocos los cambios que se puedan realizar.
“Las mejores orquestas del mundo alcanzan esa categoría, porque cuentan con los mejores músicos y cuando uno de sus integrantes no cuenta con ese nivel, simplemente se le reemplaza, lo mismo cuando éste comienza a decaer”, afirma.
Con base en su amplia experiencia internacional, comenta que éste hecho es único en el mundo de las sinfónicas, aunque no limita la gran capacidad que tienen las organizaciones orquestales de México y menos aún el desempeño y crecimiento de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) hoy bajo su batuta.
Fue con el legendario maestro Anshil Brusilow con quien inició su preparación formal en la Dirección de Orquesta. Asistía durante todo el año a sus cátedras en la University of North Texas y en los veranos estudiaba en la Pierre Monteux School, con el profesor Charles Bruck, en compañía de sus colegas Carlos Lomónaco, Carlos Prieto y Enrique Barrios, entre otros.
Una de las más grandes experiencia de su vida profesional fue su debut como directora huésped de la Orquesta de Xalapa, privilegio que obtuvo por estar considerada como una de las mejores alumnas de University of North Texas, clasificada no sólo entre las mejores instituciones educativas de Estados Unidos, sino también una de las más caras, lo que no le afectó porque desde el inicio de sus estudios musicales estuvo becada gracias a su alto desempeño.
Aunque la tensión en su primera presentación como directora fue doble -porque le representaba su debut y al mismo tiempo tenía que vencer la resistencia de los músicos al saberse dirigidos inusualmente por una mujer-, logró una dirección perfecta, al conducir las piezas Obertura la Novia Vendida, Concierto de Violín de Brahms y la Quinta Sinfonía de Beethoven.
“A partir de esa presentación comencé a recibir invitaciones para fungir como directora huésped de otras orquestas de la Universidad de Nuevo León, de Carlos Chávez, Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Sinfónica Nacional y la Sinfónica de Minería, entre otras”, afirma. “Año con año venía a México como directora huésped de alguna agrupación, ya que en el circuito de directores orquestales gané gradualmente un buen prestigio y así, cuando surgía una oportunidad, yo era una de las primeras en ser llamadas como invitada”, agrega.
Prestigio internacional
Ese prestigio también se hizo patente en Estados Unidos, donde dirigió conjuntos prestigiosos como Bloomington Symphony Orchestra, Roseville String Ensemble, Philomusica de Minnesota y Metropolitan Symphony Orchestra. La nueva titular de la OSIPN ha colaborado en The Firt Unitarian Society Orchestra, Minneapolis, Minnesota (Directora Musical 1999 a 2009); Orquesta de Denton, Texas (Directora Musical 1993-1996).
Asimismo, ha participado como directora concertara de la Orquesta Sinfónica y Coro de la Ópera de Aguascalientes en el 2007; Solistas Ensamble de Bellas Artes, Ciudad de México (directora huésped, Segunda y Tercera Temporada 2007, Segunda Temporada 2008); Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (directora huésped, Concierto de Temporada 2001 y 2007), y Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (directora huésped, Concierto de Temporada Octubre 2006), entre otras.
Lugar especial entre las grandes directoras
Su debut como directora de la Orquesta Sinfónica del IPN se enmarcó en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se efectuó el pasado 8 de marzo y en el cual se convocó a las mujeres a luchar por sus sueños, a no doblegarse y trabajar fuerte para abrirse camino en las áreas que aún no son consideradas para las mujeres.
En cuanto a la Orquesta Sinfónica del Politécnico, destaca que aunque le ha llevado tiempo e incluso emprender una lucha para vencer resistencias de los músicos, muchas veces sólo por su condición de mujer, asegura que en la actualidad el arte que practican es de altísimo nivel y el referente está en la música que practican, que siempre mantiene toda la organización.
De hecho ella ya forma parte del muy reducido grupo de mujeres directoras, que tanto en México, como a nivel mundial, ha alcanzado significativa representatividad desde el siglo XIX, cuando la violinista vienesa Marie Gruner, dirigió la Vienna’s Ludwig Morelli Orchestra en 1860.
Díaz Alatriste también comparte un sitio de honor al lado de la francesa Nadia Boulanger, quien en 1936 se convirtió en la primera mujer en dirigir la Orquesta Filarmónica de Londres y mientras vivió en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, condujo la Sinfónica de Boston, la Orquesta de Filadelfia y la Filarmónica de Nueva York.
Igualmente, figura al lado de la australiana Simone Young, directora de las Operas de Hamburgo y Viena y la uruguaya-israelí Gisele Buka Ben-Dor, quien dirigió la Filarmónica de Israel.
A ellas se suman las inglesas Jane Glover, Andrea Quinn y Sian Edwards; la española Inma Shara, la cubano-estadiounidense Odaline de la Martínez -fundadora de la Orquesta Europea Femenina-, la israelí Dalia Atlas y la rusa Verónica Dudarova, quien fungió como titular de la Orquesta de Radio Moscú.
En Estados Unidos, en comparación de los más de mil 500 directores varones que existen, menos de un centenar de mujeres han dirigido orquestas sinfónicas. Entre ellas, Joann Falletta, Anne Manson, Elisabeth Schultze, Keri Lynn Wilson, Deirdre Riegel y Marin Alsop. En América Latina figuran la peruana Carmen Moral, la brasileña Ligia Amadio y la chilena Mireya Alegría.
En México han sobresalido Josefina Álvarez, Pilar Vidal, Teresa Rodríguez, Gina Enríquez, María Antonia González Gómez, Teresa Cortinas, y Silvia Alcántara.
También Evelyn Groesch y Martha Villalpando, Florencia Ruiz Méndez, María del Pilar Ramos, Rosa María Vázquez, Isabel Mayagoitia, y la destacada Alondra de la Parra Borja, directora huésped principal de la New Amsterdam Symphony Orchestra, en Nueva York, quien debutó frente a la Filarmónica de Buenos Aires en junio del 2004 y ya ha esgrimido la batuta en el Palacio de Bellas Artes, frente la Orquesta Sinfónica Nacional.
Sin embargo, sólo Gabriela Díaz Alatriste, ha alcanzado la titularidad en una sinfónica como la OSIPN, que además posee una trayectoria de más de 40 años en la difusión de la cultura en México. De ahí su interés por involucrar aún más a la comunidad politécnica en la apreciación de la buena música.
Por: Francisco Medina
La joven directora de orquesta ingresó al selecto club, dominado desde siempre por hombres en México, gracias a su talento indiscutible y también a la oportunidad que recibió del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para dirigir la orquesta sinfónica de esta casa de estudios.
Formada al lado de grandes maestros de Estados Unidos, Gabriela Díaz Alatriste, fue designada en marzo pasado por el doctor Enrique Villa Rivera, entonces director del Instituto Politécnico Nacional, como titular de la sinfónica de la institución educativa.
Doctora en Artes Musicales por la Universidad de Minnesota, Gabriela Díaz Alatriste refiere que ese privilegio inédito, representa un compromiso muy serio, no sólo por ser la primera mujer que en México llega a la titularidad en la dirección de una orquesta sinfónica, sino porque más allá de la cuestión de género, el objetivo superior es consolidar a la organización orquestal como una de las más importantes del país y del entorno global.
Su talento artístico y las metas alcanzadas a través de una carrera que inició a los 11 años cuando ingresó al Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México para estudiar piano, la han convencido de que no existe limitante en México para formar una o varias orquestas sinfónicas de calidad mundial, ya que se cuenta con músicos de excelencia que poseen el mismo virtuosismo que los solistas más connotados del mundo.
Acepta, no obstante, que existen estructuras institucionales que limitan el desarrollo de nuevos proyectos, porque, sin menoscabo de las cualidades musicales de los intérpretes, hay músicos que tienen “base” y por tanto son inamovibles, lo que deriva en que sean pocos los cambios que se puedan realizar.
“Las mejores orquestas del mundo alcanzan esa categoría, porque cuentan con los mejores músicos y cuando uno de sus integrantes no cuenta con ese nivel, simplemente se le reemplaza, lo mismo cuando éste comienza a decaer”, afirma.
Con base en su amplia experiencia internacional, comenta que éste hecho es único en el mundo de las sinfónicas, aunque no limita la gran capacidad que tienen las organizaciones orquestales de México y menos aún el desempeño y crecimiento de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) hoy bajo su batuta.
Fue con el legendario maestro Anshil Brusilow con quien inició su preparación formal en la Dirección de Orquesta. Asistía durante todo el año a sus cátedras en la University of North Texas y en los veranos estudiaba en la Pierre Monteux School, con el profesor Charles Bruck, en compañía de sus colegas Carlos Lomónaco, Carlos Prieto y Enrique Barrios, entre otros.
Una de las más grandes experiencia de su vida profesional fue su debut como directora huésped de la Orquesta de Xalapa, privilegio que obtuvo por estar considerada como una de las mejores alumnas de University of North Texas, clasificada no sólo entre las mejores instituciones educativas de Estados Unidos, sino también una de las más caras, lo que no le afectó porque desde el inicio de sus estudios musicales estuvo becada gracias a su alto desempeño.
Aunque la tensión en su primera presentación como directora fue doble -porque le representaba su debut y al mismo tiempo tenía que vencer la resistencia de los músicos al saberse dirigidos inusualmente por una mujer-, logró una dirección perfecta, al conducir las piezas Obertura la Novia Vendida, Concierto de Violín de Brahms y la Quinta Sinfonía de Beethoven.
“A partir de esa presentación comencé a recibir invitaciones para fungir como directora huésped de otras orquestas de la Universidad de Nuevo León, de Carlos Chávez, Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Sinfónica Nacional y la Sinfónica de Minería, entre otras”, afirma. “Año con año venía a México como directora huésped de alguna agrupación, ya que en el circuito de directores orquestales gané gradualmente un buen prestigio y así, cuando surgía una oportunidad, yo era una de las primeras en ser llamadas como invitada”, agrega.
Prestigio internacional
Ese prestigio también se hizo patente en Estados Unidos, donde dirigió conjuntos prestigiosos como Bloomington Symphony Orchestra, Roseville String Ensemble, Philomusica de Minnesota y Metropolitan Symphony Orchestra. La nueva titular de la OSIPN ha colaborado en The Firt Unitarian Society Orchestra, Minneapolis, Minnesota (Directora Musical 1999 a 2009); Orquesta de Denton, Texas (Directora Musical 1993-1996).
Asimismo, ha participado como directora concertara de la Orquesta Sinfónica y Coro de la Ópera de Aguascalientes en el 2007; Solistas Ensamble de Bellas Artes, Ciudad de México (directora huésped, Segunda y Tercera Temporada 2007, Segunda Temporada 2008); Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (directora huésped, Concierto de Temporada 2001 y 2007), y Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (directora huésped, Concierto de Temporada Octubre 2006), entre otras.
Lugar especial entre las grandes directoras
Su debut como directora de la Orquesta Sinfónica del IPN se enmarcó en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se efectuó el pasado 8 de marzo y en el cual se convocó a las mujeres a luchar por sus sueños, a no doblegarse y trabajar fuerte para abrirse camino en las áreas que aún no son consideradas para las mujeres.
En cuanto a la Orquesta Sinfónica del Politécnico, destaca que aunque le ha llevado tiempo e incluso emprender una lucha para vencer resistencias de los músicos, muchas veces sólo por su condición de mujer, asegura que en la actualidad el arte que practican es de altísimo nivel y el referente está en la música que practican, que siempre mantiene toda la organización.
De hecho ella ya forma parte del muy reducido grupo de mujeres directoras, que tanto en México, como a nivel mundial, ha alcanzado significativa representatividad desde el siglo XIX, cuando la violinista vienesa Marie Gruner, dirigió la Vienna’s Ludwig Morelli Orchestra en 1860.
Díaz Alatriste también comparte un sitio de honor al lado de la francesa Nadia Boulanger, quien en 1936 se convirtió en la primera mujer en dirigir la Orquesta Filarmónica de Londres y mientras vivió en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, condujo la Sinfónica de Boston, la Orquesta de Filadelfia y la Filarmónica de Nueva York.
Igualmente, figura al lado de la australiana Simone Young, directora de las Operas de Hamburgo y Viena y la uruguaya-israelí Gisele Buka Ben-Dor, quien dirigió la Filarmónica de Israel.
A ellas se suman las inglesas Jane Glover, Andrea Quinn y Sian Edwards; la española Inma Shara, la cubano-estadiounidense Odaline de la Martínez -fundadora de la Orquesta Europea Femenina-, la israelí Dalia Atlas y la rusa Verónica Dudarova, quien fungió como titular de la Orquesta de Radio Moscú.
En Estados Unidos, en comparación de los más de mil 500 directores varones que existen, menos de un centenar de mujeres han dirigido orquestas sinfónicas. Entre ellas, Joann Falletta, Anne Manson, Elisabeth Schultze, Keri Lynn Wilson, Deirdre Riegel y Marin Alsop. En América Latina figuran la peruana Carmen Moral, la brasileña Ligia Amadio y la chilena Mireya Alegría.
En México han sobresalido Josefina Álvarez, Pilar Vidal, Teresa Rodríguez, Gina Enríquez, María Antonia González Gómez, Teresa Cortinas, y Silvia Alcántara.
También Evelyn Groesch y Martha Villalpando, Florencia Ruiz Méndez, María del Pilar Ramos, Rosa María Vázquez, Isabel Mayagoitia, y la destacada Alondra de la Parra Borja, directora huésped principal de la New Amsterdam Symphony Orchestra, en Nueva York, quien debutó frente a la Filarmónica de Buenos Aires en junio del 2004 y ya ha esgrimido la batuta en el Palacio de Bellas Artes, frente la Orquesta Sinfónica Nacional.
Sin embargo, sólo Gabriela Díaz Alatriste, ha alcanzado la titularidad en una sinfónica como la OSIPN, que además posee una trayectoria de más de 40 años en la difusión de la cultura en México. De ahí su interés por involucrar aún más a la comunidad politécnica en la apreciación de la buena música.
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