El maestro Zayas parece no sorprenderse con el éxito del material, está convencido de que ofrecerle al público un amplio repertorio de músicos y obras, más allá de los consagrados y muy reconocidos, siempre provocará interés
Una vez que se vendieron las cinco mil unidades del disco 10 compositores mexicanos. Siglos XIX y XX, grabación realizada por iniciativa del maestro Armando Zayas con la Orquesta del Instituto Politécnico Nacional, Consecuencias Discográficas presenta una segunda edición, con el mismo número de copias de este álbum doble.
El maestro Zayas parece no sorprenderse con el éxito del material, está convencido de que ofrecerle al público un amplio repertorio de músicos y obras, más allá de los consagrados y muy reconocidos, siempre provocará interés porque sí hay espectadores ávidos de escuchar otros materiales.
“Después de que hay concursos y premios las obras son estrenadas, se presentan una vez, hay un vino de honor, y la pieza se va al archivo, al escritorio del compositor o de la orquesta. Estamos llenos de esas historias”, dijo Zayas.
El director hizo estudios de composición en México, Bruselas y París, opina que hay varias causas para ese olvido, pero que la principal es “no tener una planeación oficial de la cultura desde la cual se piense, como convicción profunda, que hay que dar a conocer lo nuevo y antiguo de la cultura mexicana”.
Sucede que orquestas como la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de la Ciudad de México, la Filarmónica de la UNAM y gran parte de las agrupaciones musicales de los estados, interpretan un programa que casi siempre incluye a Silvestre Revueltas o José Pablo Moncayo, junto a grandes compositores de la historia de la música universal, pero dejan fuera a un grupo grande de autores, contemporáneos y antiguos, quienes crearon obras que vale la pena conocer.
“Aclaro que no soy xenófobo, pero sí creo que lo que hay es temor entre los directores, los gerentes y quienes planean el programa en las orquestas; además hay intereses, problemas entre grupos. Hay que ver cómo los programas de las orquestas de Estados Unidos y Europa sí incluyen a sus autores nacionales. Ese es el ejemplo a seguir”.
Los siguientes discos
Este proyecto que incluirá otras grabaciones, aunque aún no se ha definido a los compositores y las piezas que habrá. Lo que sí se busca es incluir figuras femeninas e investigar más archivos, aun cuando el sentido del proyecto no es historiográfico.
“La primera edición se vendió en dos o tres meses, y que creo que cumplió su finalidad; no es fácil vender música sinfónica, no sólo la mexicana sino en general la música de concierto. Lo que yo espero es llegar ante el conocedor y el no conocedor. Otro de los objetivos de este material es aportarle un ejemplo a la industria del disco, mostrar que sí se puede vender a otros autores”.
En los años 90, el maestro Zayas inició la investigación y selección de obras. El problema, en un comienzo, es que todos le interesaban, es decir había muchos vanguardistas, de los siglos XIX y XX que merecían estar en una grabación. Además, fue difícil también hallar partituras o grabaciones.
Finalmente la selección incluye a algunos contemporáneos, compañeros en esta vocación por la música –hay quienes son miembros de la Orquesta de Politécnico-, y a figuras que quedaron opacadas.
Los creadores elegidos para 10 compositores mexicanos. Siglos XIX y XX, son: Joaquín Beristaín, Leonardo Velázquez, Mario Kuri, Salvador Contreras, Ulises Gómez, Raúl Cosío, Enrique Santos, Sergio Eckstein, Jaime Lobera y Leonardo Coral. Muchos de ellos muestran un estilo nacionalista, al tiempo que de vanguardia; otros, como Raúl Cosío, fueron conocidos más por otra faceta -en este caso la de la crítica musical y la dirección de Radio UNAM- que por su obra musical. Beristain es el nombre más antiguo en la selección. México, D.F.
Una vez que se vendieron las cinco mil unidades del disco 10 compositores mexicanos. Siglos XIX y XX, grabación realizada por iniciativa del maestro Armando Zayas con la Orquesta del Instituto Politécnico Nacional, Consecuencias Discográficas presenta una segunda edición, con el mismo número de copias de este álbum doble.
El maestro Zayas parece no sorprenderse con el éxito del material, está convencido de que ofrecerle al público un amplio repertorio de músicos y obras, más allá de los consagrados y muy reconocidos, siempre provocará interés porque sí hay espectadores ávidos de escuchar otros materiales.
“Después de que hay concursos y premios las obras son estrenadas, se presentan una vez, hay un vino de honor, y la pieza se va al archivo, al escritorio del compositor o de la orquesta. Estamos llenos de esas historias”, dijo Zayas.
El director hizo estudios de composición en México, Bruselas y París, opina que hay varias causas para ese olvido, pero que la principal es “no tener una planeación oficial de la cultura desde la cual se piense, como convicción profunda, que hay que dar a conocer lo nuevo y antiguo de la cultura mexicana”.
Sucede que orquestas como la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de la Ciudad de México, la Filarmónica de la UNAM y gran parte de las agrupaciones musicales de los estados, interpretan un programa que casi siempre incluye a Silvestre Revueltas o José Pablo Moncayo, junto a grandes compositores de la historia de la música universal, pero dejan fuera a un grupo grande de autores, contemporáneos y antiguos, quienes crearon obras que vale la pena conocer.
“Aclaro que no soy xenófobo, pero sí creo que lo que hay es temor entre los directores, los gerentes y quienes planean el programa en las orquestas; además hay intereses, problemas entre grupos. Hay que ver cómo los programas de las orquestas de Estados Unidos y Europa sí incluyen a sus autores nacionales. Ese es el ejemplo a seguir”.
Los siguientes discos
Este proyecto que incluirá otras grabaciones, aunque aún no se ha definido a los compositores y las piezas que habrá. Lo que sí se busca es incluir figuras femeninas e investigar más archivos, aun cuando el sentido del proyecto no es historiográfico.
“La primera edición se vendió en dos o tres meses, y que creo que cumplió su finalidad; no es fácil vender música sinfónica, no sólo la mexicana sino en general la música de concierto. Lo que yo espero es llegar ante el conocedor y el no conocedor. Otro de los objetivos de este material es aportarle un ejemplo a la industria del disco, mostrar que sí se puede vender a otros autores”.
En los años 90, el maestro Zayas inició la investigación y selección de obras. El problema, en un comienzo, es que todos le interesaban, es decir había muchos vanguardistas, de los siglos XIX y XX que merecían estar en una grabación. Además, fue difícil también hallar partituras o grabaciones.
Finalmente la selección incluye a algunos contemporáneos, compañeros en esta vocación por la música –hay quienes son miembros de la Orquesta de Politécnico-, y a figuras que quedaron opacadas.
Los creadores elegidos para 10 compositores mexicanos. Siglos XIX y XX, son: Joaquín Beristaín, Leonardo Velázquez, Mario Kuri, Salvador Contreras, Ulises Gómez, Raúl Cosío, Enrique Santos, Sergio Eckstein, Jaime Lobera y Leonardo Coral. Muchos de ellos muestran un estilo nacionalista, al tiempo que de vanguardia; otros, como Raúl Cosío, fueron conocidos más por otra faceta -en este caso la de la crítica musical y la dirección de Radio UNAM- que por su obra musical. Beristain es el nombre más antiguo en la selección. México, D.F.
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