lunes, 29 de junio de 2009

Recuerdan obra de José Vasconcelos en 50 aniversario luctuoso

Señala Emmanuel Carballo que la muestra no tiene par en la filosofía y la literatura del siglo XX
El escritor mexicano fallece el 30 de junio de 1959

En víspera del 50 aniversario luctuoso del escritor y educador mexicano José Vasconcelos, fallecido el 30 de junio de 1959, el crítico literario Emmanuel Carballo refirió que la obra vasconcelista no tiene par en la filosofía y la literatura del siglo XX.
Carballo expuso recientemente en esta ciudad que Vasconcelos se enredó con la filosofía, la literatura, los estudios históricos y las investigaciones sociales.
Desde la perspectiva del historiador de las letras mexicanas y periodista, en todo momento Vasconcelos vivió, actuó y escribió en una única dimensión, la de la grandeza, tanto en lo positivo como en lo negativo.
Recordado por sus misiones culturales llegadas a todos los rincones del país, sus artes populares, sus teatros al aire libre, la exaltación y depuración de lo indígena y la afirmación de lo auténtico mexicano, José Vasconcelos es un personaje emblemático de la cultura nacional.
Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Vasconcelos tuvo muchos méritos, entre ellos, la creación de la Secretaría de Educación, con la cual movió a la inteligencia de México, a los hombres de buena voluntad, a niños, jóvenes y adultos deseosos de aprender. José María Albino Vasconcelos Calderón, por su nombre completo, nació en la ciudad de Oaxaca el 28 de febrero de 1882.
Vivió de niño en Sonora, Coahuila y Campeche, antes de llegar a la capital del país, donde estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en la de Jurisprudencia, de donde se recibió en 1907.
Para 1909 presidía ya el Ateneo de México y luego, en junio de 1920, asumió la rectoría de la Universidad Nacional, donde organizó el ministerio en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes y de Bibliotecas y Archivos. Mejoró, asimismo, la Biblioteca Nacional y creó varios repositorios bibliográficos populares.
También a él se atribuye la edición de una serie de clásicos de la literatura universal, la revista "El Maestro" y el semanario "La Antorcha". Invitó a trabajar en el país a los educadores Gabriela Mistral y Pedro Henríquez Ureña; impulsó la escuela y las misiones rurales, y promovió la pintura mural. (Con información de Notimex/CFE) México, D.F. (El Financiero)

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