El valioso lote contiene los documentos del Nuevo León independiente como el acta de nacimiento de Alfonso Reyes o la correspondencia de Santiago Vidaurri.
El traslado del Acervo Histórico de Nuevo León “Israel Cavazos Garza” y de la Biblioteca “Ricardo Covarrubias” a su nueva sede, las antiguas oficinas de Fundidora, se inició ayer de manera oficial ante el beneplácito de los historiadores asistentes por contar con las mejores tecnologías para el resguardo del patrimonio histórico y algunas críticas por la lejanía de la nueva ubicación.
Después de pasar casi 15 años en las húmedas bodegas de la sede del Archivo General del Estado (AGENL) en los bajos de la Macroplaza –donde las goteras y las cubiertas de plástico eran parte del archivo– las nuevas oficinas cuentan con estantería de alta densidad, circuito de sistema cerrado de televisión, sistema de detención y extinción de incendios así como un taller de restauración completamente equipado.
La nueva sede vendrá a solucionar el sobrecupo que actualmente existía en la sede del AGENL, pues ofrece mil 800 metros cuadrados libres de espacio en almacenamiento, que se distribuirán en el sótano y en el primer piso del inmueble.
Según se explicó en el recorrido inaugural, las antiguas oficinas de Fundidora pasarán a ser un comodato en propiedad del Gobierno del Estado, que será la nueva ubicación del AGENL por los siguientes 10 años.
La comitiva oficial estuvo encabezada por el gobernador José Natividad González Parás, así como el director del AGENL, Artemio Benavides, y la coordinadora de la Comisión para los Festejos del Bicentenario, Carmen Junco, quienes recibieron de manera simbólica el libro donde se encuentra el acta constitutiva de Fundidora de Monterrey, fechada en el cinco de mayo de 1900.
También se recibió, de manera simbólica, los documentos originales que integran el primer informe de un gobernador de Nuevo León, que fue pronunciado por José María Parás –bisabuelo del actual mandatario estatal– fechado en 1826 y que, entre otros datos relevantes, indica que “en todo el estado habitaban 83 mil almas”.
En un lapso no mayor a 23 semanas se habrán concluido el trasladado 54 mil piezas en total, que incluirán los acervos Histórico Israel Cavazos Garza –con un total de seis millones de documentos– y de la Biblioteca Ricardo Covarrubias, con aproximadamente 10 mil volúmenes.
Además de las ventajas ofrecidas por las nuevas tecnologías en almacenamiento y protección del archivo, la nueva sede contará con un taller se restauración, el cual “buscará ser un referente para los archivos municipales del Estado”, según explicó Alberto Compeani, restaurador del INAH Nuevo León quien estará a cargo del taller.
Una de las desventajas propias del lugar se evidenció en el propio evento, donde se hicieron necesarios los carritos de golf para el traslado de las personas desde cualquier estacionamiento cercano del Parque Fundidora. La lejanía de este espacio para cualquier estacionamiento será una prueba para los investigadores que deseen visitarlo.
Se planea que la inauguración oficial de la nueva sede sea a comienzos de septiembre, donde ya se contaría con el funcionamiento de salas de lectura, módulos de trabajo, oficinas, un pequeño auditorio y un espacio dedicado a exposiciones temporales.
SNHGE y cronistas, sin espacioPor la incapacidad del espacio para albergar más oficinas o por la necesidad de ofrecer más áreas libres a los investigadores, la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística y la Asociación Estatal de Cronistas “José P. Saldaña” fueron excluidas de la nueva sede del Archivo Histórico de Nuevo León.
“El proyecto inicial nos incluía, pero ahora ni siquiera fuimos invitados”, expresó Emma Reyna García, cronista de Zaragoza y presidenta de la Asociación Estatal de Cronistas.
El proyecto original de la nueva sede del archivo procuraba espacios para que ambas asociaciones gestionaran, realizaran sus investigaciones y que fueran las oficinas generales, algo de lo cual tanto la SNHGE y la Estatal de Cronistas adolecen.
“Nosotros no tenemos oficinas, ya ves que andamos de un lado para otro. Vamos a tratar de tocar el tema en la próxima reunión que tengamos porque sí se nos hace extraño”, declaró la cronista de Zaragoza.
Por su parte, Fernando Vázquez Alanís, presidente de la SNHGE, declaró que la asociación no tendrá un espacio en la nueva sede del archivo por el reducido espacio para oficinas con el que cuenta, dado que en este espacio ya opera la Comisión Estatal para los Festejos del Bicentenario. Monterrey, NL/Gustavo Mendoza (Milenio)
martes, 30 de junio de 2009
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