Llamó a los escritores a comprometerse con el rumbo político de la región
El novelista Mario Vargas Llosa instó hoy a los escritores a comprometerse en el debate político en Latinoamérica, una región en la según el intelectual peruano "todo puede dar marcha atrás" debido a la falta de solidez democrática.
Vargas Llosa hizo hoy esta declaración en la presentación en Madrid del libro Sables y utopías, un conjunto de ensayos y artículos sobre Latinoamérica, en los que se observa la evolución ideológica del autor de La ciudad y los perros.
Conocido tanto por sus novelas como por sus análisis críticos de la realidad, Vargas Llosa consideró que, al contrario de lo que ocurre en España con "una democracia solida y de raíces profundas", y con la excepción de Chile, "todo puede dar marcha atrás en América Latina", al no existir solidez institucional.
Una visión que, dijo el autor de Conversación en La Catedral, "no quiere ser pesimista", dado que se han dado paso "alentadores" con gobiernos de izquierdas como el de Brasil o Uruguay "con sentido pragmático para adaptarse a la realidad contemporánea".
Pero al mismo tiempo, indicó, tenemos ejemplos de "involución" como en Nicaragua, Venezuela y Bolivia, lo que abre la "incertidumbre", que también predijo se puede extender a Argentina y a otros países.
Por ello, el autor de Pantaleón y las visitadoras, dijo que en este contexto el escritor, el intelectual "tiene la obligación" de intervenir en "el debate cívico, en el debate de las ideas", que es el que determina la "orientación política de una sociedad".
Vargas Llosa, que combina la publicación novelas con la de artículos en periódicos latinoamericanos y europeos, consideró igualmente necesaria la aportación de la política al ámbito del "arte y la literatura" para que no se empobrezcan.
"Sables y utopías", prologado por Carlos Granés -quien se ha encargado de la recopilación de los artículos- está dividido en cinco capítulos.
Los cuatro primeros apartados agrupan artículos con los que el autor ha participado en el debate social y político de América Latina. Algunos de ellos hoy no los suscribiría un Vargas Llosa que reconoció "equivocaciones" a lo largo de su trayectoria.
"Defendí la revolución cubana en sus comienzos", recordó el autor, quien dijo ver en "los barbudos de La Habana" un ejemplo de "socialismo universal" o en la guerrilla de su país una "garantía de reformas profundas".
Pero en descargo de esas equivocaciones, indicó, han estado las enmiendas.
Uno está "condenado a equivocarse, pero más grave es no rectificar", subrayó tajante Vargas Llosa, para añadir que a lo largo de su carrera ha aprendido a someter las ideas a la prueba de la realidad.
Una táctica que le ha servido para definirse como liberal, porque precisó, el liberalismo "no es dogmático".
En su análisis actual de la realidad latinoamericana, Vargas Llosa se pronunció sobre asuntos como el narcotráfico, que calificó como uno "de los problemas mayores", que en algunos países, como en México y Colombia, hace "retroceder al Estado".
Tras mostrarse partidario de "discriminalizar" las drogas para "aliviar" la delincuencia asociada al narcotráfico, calificó de "muy doloroso" el caso de México, cuyo Gobierno, recordó, está decidido a "dar la batalla frontal" al narcotráfico, con un resultado "incierto".
Al referirse a su país, "una democracia imperfecta que está funcionando", Vargas Llosa observó cambios positivos en la actual legislatura de Alán García y expresó su incertidumbre ante las elecciones previstas para el año 2011.
Una fecha en la que la democracia puede "fortalecerse o dar marcha atrás, como en el caso de Nicaragua, Ecuador y Argentina", indicó.
Para el escritor, Perú es una de es "una de las espinas que tiene atravesadas en la garganta Hugo Chávez, para sus sueños bolivarianos Perú y Colombia son dos obstáculos mayores".
Y añadió, "él invierte muchísimo dinero subsidiando a todos los actores que pueden delimitar esas democracias que el no traga".
Tras repasar la actualidad política, Vargas Llosa concluyó con un homenaje a escritores como José Lezama Lima o Julio Cortázar, a quien definió como "el menos oportunista" y el más puro". Madrid, España
Vargas Llosa hizo hoy esta declaración en la presentación en Madrid del libro Sables y utopías, un conjunto de ensayos y artículos sobre Latinoamérica, en los que se observa la evolución ideológica del autor de La ciudad y los perros.
Conocido tanto por sus novelas como por sus análisis críticos de la realidad, Vargas Llosa consideró que, al contrario de lo que ocurre en España con "una democracia solida y de raíces profundas", y con la excepción de Chile, "todo puede dar marcha atrás en América Latina", al no existir solidez institucional.
Una visión que, dijo el autor de Conversación en La Catedral, "no quiere ser pesimista", dado que se han dado paso "alentadores" con gobiernos de izquierdas como el de Brasil o Uruguay "con sentido pragmático para adaptarse a la realidad contemporánea".
Pero al mismo tiempo, indicó, tenemos ejemplos de "involución" como en Nicaragua, Venezuela y Bolivia, lo que abre la "incertidumbre", que también predijo se puede extender a Argentina y a otros países.
Por ello, el autor de Pantaleón y las visitadoras, dijo que en este contexto el escritor, el intelectual "tiene la obligación" de intervenir en "el debate cívico, en el debate de las ideas", que es el que determina la "orientación política de una sociedad".
Vargas Llosa, que combina la publicación novelas con la de artículos en periódicos latinoamericanos y europeos, consideró igualmente necesaria la aportación de la política al ámbito del "arte y la literatura" para que no se empobrezcan.
"Sables y utopías", prologado por Carlos Granés -quien se ha encargado de la recopilación de los artículos- está dividido en cinco capítulos.
Los cuatro primeros apartados agrupan artículos con los que el autor ha participado en el debate social y político de América Latina. Algunos de ellos hoy no los suscribiría un Vargas Llosa que reconoció "equivocaciones" a lo largo de su trayectoria.
"Defendí la revolución cubana en sus comienzos", recordó el autor, quien dijo ver en "los barbudos de La Habana" un ejemplo de "socialismo universal" o en la guerrilla de su país una "garantía de reformas profundas".
Pero en descargo de esas equivocaciones, indicó, han estado las enmiendas.
Uno está "condenado a equivocarse, pero más grave es no rectificar", subrayó tajante Vargas Llosa, para añadir que a lo largo de su carrera ha aprendido a someter las ideas a la prueba de la realidad.
Una táctica que le ha servido para definirse como liberal, porque precisó, el liberalismo "no es dogmático".
En su análisis actual de la realidad latinoamericana, Vargas Llosa se pronunció sobre asuntos como el narcotráfico, que calificó como uno "de los problemas mayores", que en algunos países, como en México y Colombia, hace "retroceder al Estado".
Tras mostrarse partidario de "discriminalizar" las drogas para "aliviar" la delincuencia asociada al narcotráfico, calificó de "muy doloroso" el caso de México, cuyo Gobierno, recordó, está decidido a "dar la batalla frontal" al narcotráfico, con un resultado "incierto".
Al referirse a su país, "una democracia imperfecta que está funcionando", Vargas Llosa observó cambios positivos en la actual legislatura de Alán García y expresó su incertidumbre ante las elecciones previstas para el año 2011.
Una fecha en la que la democracia puede "fortalecerse o dar marcha atrás, como en el caso de Nicaragua, Ecuador y Argentina", indicó.
Para el escritor, Perú es una de es "una de las espinas que tiene atravesadas en la garganta Hugo Chávez, para sus sueños bolivarianos Perú y Colombia son dos obstáculos mayores".
Y añadió, "él invierte muchísimo dinero subsidiando a todos los actores que pueden delimitar esas democracias que el no traga".
Tras repasar la actualidad política, Vargas Llosa concluyó con un homenaje a escritores como José Lezama Lima o Julio Cortázar, a quien definió como "el menos oportunista" y el más puro". Madrid, España
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