La capital japonesa recibe una exposición que recorre tres siglos del arte europeo a través de los tesoros de esa casa real
Obras de grandes maestros como Velázquez, Goya, El Greco y Murillo han viajado hasta Tokio para una gran exposición que, por primera vez, recorre tres siglos de arte europeo a través de los tesoros artísticos de los Habsburgo.
La exhibición se inauguró hoy en el impresionante Centro Nacional de Arte, diseñado por el arquitecto Kisho Kurokawa, donde unos doscientos periodistas y críticos nipones desfilaron cámara en ristre ante las joyas salidas de los pinceles de los grandes artistas europeos.
Junto con las pinturas españolas, obras de Tiziano, Durero, Tintoretto, Rubens o Van Dyck han cruzado medio mundo para esta muestra, organizada para conmemorar 140 años de lazos diplomáticos entre el archipiélago y Austria e Hungría.
Las obras proceden del Kunst Historisches Museum de Viena y del Museo de Bellas Artes de Budapest, y reflejan la impronta artística que dejaron en Europa seis siglos de reinado de los Habsburgo, mecenas del arte y a la vez ávidos coleccionistas.
Casi 120 pinturas de más de 50 artistas de la época, además de objetos de artesanía, escultura y hasta armaduras y escudos de la casa de los Habsburgo permiten al visitante retroceder en el tiempo hasta el Renacimiento europeo.
El que fuera el retratista por antonomasia de la corte de los Habsburgo en el siglo XVII, Diego Velázquez, tiene un lugar destacado en la muestra, que ha utilizado su retrato de la infanta Margarita Teresa para la promoción en catálogos y carteles.
Quizá por eso, o quizá porque su cara les resulta conocida por ser la más famosa de Las Meninas, el retrato de la infanta fue hoy uno de los que más atención del público nipón atrajo en la sala dedicada a los españoles, donde la infanta compartía pared con seis obras religiosas de Murillo, El Greco, Zurbarán y Ribera.
Un retrato del Marqués de Caballero de Goya y otras dos obras de Velázquez, una de ellas un retrato del infante Felipe Próspero, completan el apartado español de la exposición.
"Los cuadros de Goya, varios de Murillo y las pinturas de Zurbarán y de Ribera han venido a Japón por primera vez", explicó una de las responsables de la muestra, que se mostró "muy satisfecha" por haber podido reunir esta colección en Tokio.
El arte japonés tiene un pequeño espacio en la exposición, con una serie de pinturas niponas "maki-e", una técnica utilizada sobre todo entre los siglos XVII y XIX, que el emperador Meiji de Japón regaló como símbolo de amistad al emperador austrohúngaro Francisco José I, y que han regresado al archipiélago por primera vez.
La contribución japonesa no termina ahí: a la salida de la exposición, los visitantes pueden contemplar una versión "manga" de la infanta Margarita Teresa basada en el cuadro de Velázquez, creada por la famosa dibujante japonesa de cómics Ikeda Riyoko.
Riyoko, una de las creadoras de manga más reconocidas de Japón, ha transformado a la infanta Margarita en una niña de enormes ojos almendrados y una gran cabellera rubia y rizada, al más puro estilo de los cómics nipones.
"El original de esta versión `manga` tiene un valor incalculable", dijo a Efe una de las responsables del museo, que detalló que para los coleccionistas se ha puesto a la venta una serie limitada de cien copias del dibujo basado en el retrato de Velázquez.
La exposición inaugurada hoy se podrá visitar hasta mediados de diciembre en Tokio, donde se espera que sea una de las más exitosas de la temporada. Topkio, Japón
La exhibición se inauguró hoy en el impresionante Centro Nacional de Arte, diseñado por el arquitecto Kisho Kurokawa, donde unos doscientos periodistas y críticos nipones desfilaron cámara en ristre ante las joyas salidas de los pinceles de los grandes artistas europeos.
Junto con las pinturas españolas, obras de Tiziano, Durero, Tintoretto, Rubens o Van Dyck han cruzado medio mundo para esta muestra, organizada para conmemorar 140 años de lazos diplomáticos entre el archipiélago y Austria e Hungría.
Las obras proceden del Kunst Historisches Museum de Viena y del Museo de Bellas Artes de Budapest, y reflejan la impronta artística que dejaron en Europa seis siglos de reinado de los Habsburgo, mecenas del arte y a la vez ávidos coleccionistas.
Casi 120 pinturas de más de 50 artistas de la época, además de objetos de artesanía, escultura y hasta armaduras y escudos de la casa de los Habsburgo permiten al visitante retroceder en el tiempo hasta el Renacimiento europeo.
El que fuera el retratista por antonomasia de la corte de los Habsburgo en el siglo XVII, Diego Velázquez, tiene un lugar destacado en la muestra, que ha utilizado su retrato de la infanta Margarita Teresa para la promoción en catálogos y carteles.
Quizá por eso, o quizá porque su cara les resulta conocida por ser la más famosa de Las Meninas, el retrato de la infanta fue hoy uno de los que más atención del público nipón atrajo en la sala dedicada a los españoles, donde la infanta compartía pared con seis obras religiosas de Murillo, El Greco, Zurbarán y Ribera.
Un retrato del Marqués de Caballero de Goya y otras dos obras de Velázquez, una de ellas un retrato del infante Felipe Próspero, completan el apartado español de la exposición.
"Los cuadros de Goya, varios de Murillo y las pinturas de Zurbarán y de Ribera han venido a Japón por primera vez", explicó una de las responsables de la muestra, que se mostró "muy satisfecha" por haber podido reunir esta colección en Tokio.
El arte japonés tiene un pequeño espacio en la exposición, con una serie de pinturas niponas "maki-e", una técnica utilizada sobre todo entre los siglos XVII y XIX, que el emperador Meiji de Japón regaló como símbolo de amistad al emperador austrohúngaro Francisco José I, y que han regresado al archipiélago por primera vez.
La contribución japonesa no termina ahí: a la salida de la exposición, los visitantes pueden contemplar una versión "manga" de la infanta Margarita Teresa basada en el cuadro de Velázquez, creada por la famosa dibujante japonesa de cómics Ikeda Riyoko.
Riyoko, una de las creadoras de manga más reconocidas de Japón, ha transformado a la infanta Margarita en una niña de enormes ojos almendrados y una gran cabellera rubia y rizada, al más puro estilo de los cómics nipones.
"El original de esta versión `manga` tiene un valor incalculable", dijo a Efe una de las responsables del museo, que detalló que para los coleccionistas se ha puesto a la venta una serie limitada de cien copias del dibujo basado en el retrato de Velázquez.
La exposición inaugurada hoy se podrá visitar hasta mediados de diciembre en Tokio, donde se espera que sea una de las más exitosas de la temporada. Topkio, Japón
No hay comentarios:
Publicar un comentario