Luis Barjau, en su más reciente libro "La Conquista de la Malinche. La verdad acerca de la mujer que fundó el mestizaje en México", el autor hace un estudio sobre la conquista, que antes fue escrita y reescrita con profusión, desde este personaje fundamental en la historia del país.
Malintzin es una hada y una Coatlicue cuya figura enigmática despierta ese interés por explicarse una y otra vez, un pasado que ha dejado insatisfechos a los historiadores, explicó el etnólogo Luis Barjau.
En su más reciente libro "La Conquista de la Malinche. La verdad acerca de la mujer que fundó el mestizaje en México", el autor hace un estudio sobre la conquista, que antes fue escrita y reescrita con profusión, desde este personaje fundamental en la historia del país.
A partir de crónicas, documentos y datos escuetos no interpretados o que habían permanecido intactos, Barjau analiza también los significados míticos que con el tiempo se han adherido a la leyenda de este personaje.
La figura de la Malinche, indica el especialista en su libro, es la investidura de un complejo polo cultural identitario, el fantasma de una fenomenología de corte ideológico y la punta de lanza de una mitología.
A lo largo de este estudio, agregó, esta célebre mujer también tiende a convertirse en la llave para abrir una puerta nueva sobre el fenómeno, último en la historia universal, del encuentro de dos civilizaciones completamente aisladas entre sí desde la noche de los tiempos.
Por eso, continuó, este estudio se rehúsa a ser sólo una narración lineal y busca hender el problema desde una perspectiva distinta; y en muchos pasajes de la etnohistoria, la antropología y la literatura, ha podido ser herramienta complementaria para subsumirse en dichas perspectivas.
"La Malinche es una mujer arquetípica. Es la encarnación en una mujer indígena del poder en medio de un febril periodo de transición. Es la encarnación viva del enlace en la historia del siglo XVI de dos vertientes civilizadoras antes desconocidas entre sí: Mesoamérica y Occidente", opinó.
Es, continúa, el antecedente más remoto del perfil de la nación mexicana; desde una perspectiva genética, como pionera del mestizaje; y desde otra ideología, como recipiente de la cultura local y adquiriente de la extranjera.
Es también el primer ser indígena que aprende la lengua castellana, con lo que se abre un puente a la compresión de otro saber procedente del exterior. Por todo ello, afirmó el etnólogo, Malitzin es heroína y figura mitológica fundadora por excelencia y es la referencia más remota, por ello también arquetípica, de la moderna nación mexicana.
Malitzin es, pues, figura coyuntural de un movimiento breve, aunque poderosísimo de descentralización del poder en Mesoamérica que apoyaron muchas facciones de principales y guerreros antes sometidos por la Triple Alianza y, en medio de la crisis aguda, por los mexicas.
Fue la primera indígena importante que se unió a la causa de los españoles, cuyo objetivo fue desarticular el poder central de México-Tenochtitlan, por ende la Triple Alianza, que sujetaba una vasta región mesoamericana y establecía un centralismo geopolítico.
Malitzín, continuó, fue también la pionera en la creación de lo que habría de ser un nuevo perfil en los modelos de población masiva del mundo del mestizaje que habría de tornarse fundamental en la población mexicana y avanzar progresivamente cruzando fronteras por el continente.
Luis Barjau es historiador y etnólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, maestro en Ciencias Antropológicas por la Universidad Nacional Autónoma de México y sociólogo por la Universitá degli Studi di Roma, Italia.
Ha impartido clases en distintos foros y congresos nacionales e internacionales y es autor de ensayos antropológicos, novelas y poesía. Entre sus títulos se encuentran: "La gente del mito", "Tezcatlipoca, el mito mexicano de las edades" y "Pesos perseguidos". México, D.F.
En su más reciente libro "La Conquista de la Malinche. La verdad acerca de la mujer que fundó el mestizaje en México", el autor hace un estudio sobre la conquista, que antes fue escrita y reescrita con profusión, desde este personaje fundamental en la historia del país.
A partir de crónicas, documentos y datos escuetos no interpretados o que habían permanecido intactos, Barjau analiza también los significados míticos que con el tiempo se han adherido a la leyenda de este personaje.
La figura de la Malinche, indica el especialista en su libro, es la investidura de un complejo polo cultural identitario, el fantasma de una fenomenología de corte ideológico y la punta de lanza de una mitología.
A lo largo de este estudio, agregó, esta célebre mujer también tiende a convertirse en la llave para abrir una puerta nueva sobre el fenómeno, último en la historia universal, del encuentro de dos civilizaciones completamente aisladas entre sí desde la noche de los tiempos.
Por eso, continuó, este estudio se rehúsa a ser sólo una narración lineal y busca hender el problema desde una perspectiva distinta; y en muchos pasajes de la etnohistoria, la antropología y la literatura, ha podido ser herramienta complementaria para subsumirse en dichas perspectivas.
"La Malinche es una mujer arquetípica. Es la encarnación en una mujer indígena del poder en medio de un febril periodo de transición. Es la encarnación viva del enlace en la historia del siglo XVI de dos vertientes civilizadoras antes desconocidas entre sí: Mesoamérica y Occidente", opinó.
Es, continúa, el antecedente más remoto del perfil de la nación mexicana; desde una perspectiva genética, como pionera del mestizaje; y desde otra ideología, como recipiente de la cultura local y adquiriente de la extranjera.
Es también el primer ser indígena que aprende la lengua castellana, con lo que se abre un puente a la compresión de otro saber procedente del exterior. Por todo ello, afirmó el etnólogo, Malitzin es heroína y figura mitológica fundadora por excelencia y es la referencia más remota, por ello también arquetípica, de la moderna nación mexicana.
Malitzin es, pues, figura coyuntural de un movimiento breve, aunque poderosísimo de descentralización del poder en Mesoamérica que apoyaron muchas facciones de principales y guerreros antes sometidos por la Triple Alianza y, en medio de la crisis aguda, por los mexicas.
Fue la primera indígena importante que se unió a la causa de los españoles, cuyo objetivo fue desarticular el poder central de México-Tenochtitlan, por ende la Triple Alianza, que sujetaba una vasta región mesoamericana y establecía un centralismo geopolítico.
Malitzín, continuó, fue también la pionera en la creación de lo que habría de ser un nuevo perfil en los modelos de población masiva del mundo del mestizaje que habría de tornarse fundamental en la población mexicana y avanzar progresivamente cruzando fronteras por el continente.
Luis Barjau es historiador y etnólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, maestro en Ciencias Antropológicas por la Universidad Nacional Autónoma de México y sociólogo por la Universitá degli Studi di Roma, Italia.
Ha impartido clases en distintos foros y congresos nacionales e internacionales y es autor de ensayos antropológicos, novelas y poesía. Entre sus títulos se encuentran: "La gente del mito", "Tezcatlipoca, el mito mexicano de las edades" y "Pesos perseguidos". México, D.F.
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