Ante la crisis social que se vive en todo el país, creadores que han tenido contacto con jóvenes a través del arte piden que las disposiciones del Gobierno en la cultura y los espacios de creación se enfoquen hacia la misma comunidad.
Creadores artísticos que a su vez han colaborado en el ámbito de la academia en distintos niveles socioeconómicos aseguran que, en efecto, sólo la enseñanza y una completa difusión a las artes en niños y jóvenes podrán ayudar a prevenir y combatir la descomposición social.
Jaime Sierra, director coreográfico y titular de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey (ESMDM); Cuauhtémoc Zamudio, escultor y director de un centro cultural ubicado en la colonia Croc, así como Heriberto García, fotógrafo e investigador sobre políticas culturales, coinciden en que la solución a los problemas de violencia social está en la difusión cultural.
Convocados por MILENIO Monterrey, los especialistas apuntan que la adolescencia es un momento importante para inculcar sentimientos como apreciación estética o gusto por la lectura; no obstante, tanto Zamudio como García señalan que las políticas culturales predominantes en el Estado van “hacia otro lado” y no al apoyo de jóvenes artistas como se requeriría.
“Ahora parece que buscamos seguir las políticas culturales de los países más ricos, es decir, que entendemos por cultura el traer las exposiciones más nuevas a los museos más costosos”, refiere García, quien cuenta con 10 años de experiencia en promotoría cultural.
Para el fotógrafo, las calles y el internet son un escaparate de la calidad y necesidad que hay en los jóvenes productores de obras culturales. Ahí están los murales y esténciles que han inundado el Barrio Antiguo y todo el Centro de Monterrey. También están las decenas de bandas que suben sus demos o rolas a sitios como Myspace.
Ya no hablemos de los cineastas que, con su corto o documental bajo el brazo, han sido reconocidos en el extranjero. No obstante, los museos locales están cerrados para ellos.
“Tiene que venir alguien de afuera para que se le valore, para que se legitime como artista”, menciona el fotógrafo.
La falta de apoyos a los jóvenes locales, especialmente a los de colonias marginales es una clara muestra de que las políticas culturales actuales no van para ellos.
Un caso lo vivió el escultor Cuauhtémoc Zamudio, quien da cátedra en el centro cultural que lleva su nombre en la colonia Croc y que cuenta con apoyo del municipio de Monterrey, pues desde pasadas administraciones la sombra del cierre por falta de recursos es recurrente. Ahí se les da clases de dibujo y escultura a cerca de 40 jóvenes de los alrededores de la colonia popular, toda una experiencia para el reconocido escultor.
“Ahí han llegado jóvenes que pertenecen a distintas pandillas, que se peleaban constantemente, pero que con la pintura se han unido y se han olvidado las rencillas. De ahí han surgido buenos pintores, pero en una administración pasada me dijeron que lo iban a quitar por falta de recursos”, expresó el escultor con más obra pública en el estado.
La cultura sí cambia
Para el director de danza Jaime Sierra está más que comprobado que la aproximación y enseñanza de la cultura hacia los niños y jóvenes genera ciudadanos más tolerantes y menos proclives a caer en acciones violentas.
Como director de la ESMDM, espacio en donde ingresan a estudiar niños de entre seis y ocho años, ofrece un perfecto panorama de cómo se da la evolución entre los jóvenes que han estado próximos a la reflexión o práctica de algún arte.
“Involucrarlos en las artes les brindaría, tanto a los niños como a los jóvenes, una oportunidad de alejarlos de la delincuencia. Nosotros lo vemos aquí, en donde la gente le da una opción de vida a sus niños y que lo ven como una carrera”, expresó Sierra.
En su opinión, una oportunidad de cambio sobre el cómo se destinan los apoyos culturales en el estado podría venir desde los propios artistas siendo esta “una preocupación de años, en donde nosotros como creadores nos pudiéramos unir para replantear proyectos artísticos y que se generen en este entorno”.
Monterrey, NL
Creadores artísticos que a su vez han colaborado en el ámbito de la academia en distintos niveles socioeconómicos aseguran que, en efecto, sólo la enseñanza y una completa difusión a las artes en niños y jóvenes podrán ayudar a prevenir y combatir la descomposición social.
Jaime Sierra, director coreográfico y titular de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey (ESMDM); Cuauhtémoc Zamudio, escultor y director de un centro cultural ubicado en la colonia Croc, así como Heriberto García, fotógrafo e investigador sobre políticas culturales, coinciden en que la solución a los problemas de violencia social está en la difusión cultural.
Convocados por MILENIO Monterrey, los especialistas apuntan que la adolescencia es un momento importante para inculcar sentimientos como apreciación estética o gusto por la lectura; no obstante, tanto Zamudio como García señalan que las políticas culturales predominantes en el Estado van “hacia otro lado” y no al apoyo de jóvenes artistas como se requeriría.
“Ahora parece que buscamos seguir las políticas culturales de los países más ricos, es decir, que entendemos por cultura el traer las exposiciones más nuevas a los museos más costosos”, refiere García, quien cuenta con 10 años de experiencia en promotoría cultural.
Para el fotógrafo, las calles y el internet son un escaparate de la calidad y necesidad que hay en los jóvenes productores de obras culturales. Ahí están los murales y esténciles que han inundado el Barrio Antiguo y todo el Centro de Monterrey. También están las decenas de bandas que suben sus demos o rolas a sitios como Myspace.
Ya no hablemos de los cineastas que, con su corto o documental bajo el brazo, han sido reconocidos en el extranjero. No obstante, los museos locales están cerrados para ellos.
“Tiene que venir alguien de afuera para que se le valore, para que se legitime como artista”, menciona el fotógrafo.
La falta de apoyos a los jóvenes locales, especialmente a los de colonias marginales es una clara muestra de que las políticas culturales actuales no van para ellos.
Un caso lo vivió el escultor Cuauhtémoc Zamudio, quien da cátedra en el centro cultural que lleva su nombre en la colonia Croc y que cuenta con apoyo del municipio de Monterrey, pues desde pasadas administraciones la sombra del cierre por falta de recursos es recurrente. Ahí se les da clases de dibujo y escultura a cerca de 40 jóvenes de los alrededores de la colonia popular, toda una experiencia para el reconocido escultor.
“Ahí han llegado jóvenes que pertenecen a distintas pandillas, que se peleaban constantemente, pero que con la pintura se han unido y se han olvidado las rencillas. De ahí han surgido buenos pintores, pero en una administración pasada me dijeron que lo iban a quitar por falta de recursos”, expresó el escultor con más obra pública en el estado.
La cultura sí cambia
Para el director de danza Jaime Sierra está más que comprobado que la aproximación y enseñanza de la cultura hacia los niños y jóvenes genera ciudadanos más tolerantes y menos proclives a caer en acciones violentas.
Como director de la ESMDM, espacio en donde ingresan a estudiar niños de entre seis y ocho años, ofrece un perfecto panorama de cómo se da la evolución entre los jóvenes que han estado próximos a la reflexión o práctica de algún arte.
“Involucrarlos en las artes les brindaría, tanto a los niños como a los jóvenes, una oportunidad de alejarlos de la delincuencia. Nosotros lo vemos aquí, en donde la gente le da una opción de vida a sus niños y que lo ven como una carrera”, expresó Sierra.
En su opinión, una oportunidad de cambio sobre el cómo se destinan los apoyos culturales en el estado podría venir desde los propios artistas siendo esta “una preocupación de años, en donde nosotros como creadores nos pudiéramos unir para replantear proyectos artísticos y que se generen en este entorno”.
Monterrey, NL
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