miércoles, 9 de junio de 2010

Cacho publica en España “Las esclavas del poder”

La periodista mexicana presentó su libro, que trata sobre las redes de prostitución que someten a mujeres

“Conocí a Lydia Cacho hace unos meses cuando la entrevisté y me di cuenta de que esta mujer dignifica nuestra profesión como pocos profesionales. Y de que el periodismo es lo que ella hace. Que es asumir un riesgo no sólo para informar, sino para buscar la verdad al precio que sea, incluso al de su propia vida, y contarlo como muy poca gente lo cuenta. Con precisión, seguridad, y objetividad informativa”.

Con estas palabras comenzó ayer Juan Ramón Lucas, director del programa “En días como hoy” de Radio Nacional de España (RNE), la presentación del libro Esclavas del poder (Debate), celebrado en la Casa de América de Madrid. Un texto que el propio Lucas definió como un “documento periodístico imprescindible”, en el que la periodista y escritora traza un mapa de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo: desde México hasta Asia Central pasando por España, Turquía, Israel y Palestina, entre otros muchos lugares.

“Este libro tiene la extensión de 40 mil 70 kilómetros, que es el perímetro del globo terráqueo”, aseguró Miguel Lorente, delegado de Gobierno para la violencia de Género. “Y en él, Lydia ha demostrado que la tierra es plana para las mujeres, porque su viaje termina en un gran salto a la nada, a una catarata artificial que se ha construido para tener un lugar desde el que amenazarlas”.

Lorente, que definió a la periodista como “una estrella que a los que nos dedicamos a la lucha contra la violencia de género nos da la luz de su conocimiento y el calor de su compromiso con el que seguimos un camino”, reconoció que tras su lectura había logrado entender “cómo la prostitución es algo tan arraigado en el siglo XXI y en el mundo occidental”.


Cacho tardó cinco años en hacer el libro, durante los cuales se entrevistó con tratantes, prostitutas, clientes, proxenetas, víctimas y hasta con madres de niñas que le ofrecieron venderle a sus hijas. A través de sus páginas, demuestra que mafiosos, políticos, militares, empresarios, industriales, líderes religiosos, banqueros y policías, conforman una gran cadena en el mapa internacional del crimen organizado, que provoca que cada año un millón 30 mil personas en el mundo, en su mayoría mujeres y niñas, sean sometidas a esclavitud sexual.

La guerra contra el narco

“Durante mucho tiempo pregunté a las autoridades mexicanas, como la Fiscalía Especial contra la Delincuencia Organizada, si las redes de narcotráfico en México estaban vinculadas o no con la trata de mujeres. Y la gran mayoría de las autoridades me dijeron que no”, relató la periodista durante la presentación.

“Sin embargo, después de investigar, descubrí cómo en las rutas del narcotráfico en México y hacía otros países están patentes estas relaciones entre los cárteles más poderosos del mundo y las redes de trata de mujeres y niñas”, comentó.

La periodista recordó como hace un tiempo entrevistó a un preso mexicano en Estados Unidos por narcotráfico: “me dijo que un día descubrió que podía vender una bolsa de cocaína una sola vez, mientras que a una niña la podía vender 15 veces”.

Por ello, dijo que en la medida en que la guerra contra el narcotráfico siga tratando de detener la producción de droga, ellos también se diversificarán.


En el caso de México, Cacho denunció que mientras en el extranjero se premia a nuestro Presidente “él regresa a nuestro país a entregarnos la muerte todos los días con una guerra que no tiene ningún control, en la que 26 mil personas han sido asesinadas y con una policía que está prácticamente tomada por el crimen organizado y la corrupción”.

En ese contexto de impunidad y de ausencia de Estado de derecho, dijo, “las redes de tratantes se fortalece.


La autora de Los demonios del Edén reconoció que al escribir el libro -que a México llegará el próximo mes- sufrió mucho e incluso en algunas partes lloró.

“Involucrarse en una investigación de esta naturaleza sólo lo puedes hacer cuando eres buena persona o al menos crees que lo eres. Tú no puedes entrevistar a una superviviente o sentarte frente a un tratante o platicar con un hombre que regenta un burdel en Camboya en el que se venden niñas de cinco años, y no sentir nada. Si no sientes nada es que eres un mal periodista. Yo lo he sufrido y lo cuento”, comentó y rechazó que el ser activista y periodista desacredite al periodismo, como pensaban algunos periodistas en México. “Ser activista es mi forma de ser ciudadana”, respondió.

Los datos

Cacho dio datos. Dijo que los clientes son 70% locales y 30% turistas dispuestos a pagar hasta 2 mil dólares por tener sexo con una niña virgen. “Los hombres locales están engrasando la maquinaria de la industria de la prostitución, pero los turistas de países desarrollados, donde hay leyes que la prohiben, ponen la gasolina en la máquina y la hacen avanzar a pasos agigantados”, denunció. “Cada vez que un hombre pone una moneda en manos de una prostituta, colabora con las redes que esclavizan a las mujeres y a las niñas y genera una cultura de explotación”, dijo.

Afirmó que los clientes ahora buscan más a niñas. Calificó de irresponsables a intelectuales que defienden la prostitución. Sobre su trabajo de investigación para el libro, recordó a una niña brasileña robada y usada desde los nueve años para hacer pornografía infantil. “Cuando la rescataron le pregunté sobre la elección de ser prostituta. Me miró compasiva y dijo: ‘cuando no tienes opciones no tienes formas de elegir’”, comentó.
Madrid, España

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