Por: Francisco Medina
El pasado 20 de mayo fue inaugurada en el Museo Nacional de las Intervenciones Ex-Convento de Churubusco (MNI), la exposición Relatos pintados: la otra historia. Exvotos mexicanos. En la inauguración estuvieron presentes Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico de Conaculta, en representación de la presidenta de la institución, Consuelo Sáizar; Alfonso de María y Campos, director general del INAH; José Manuel Villalpando, coordinador ejecutivo nacional de las Conmemoraciones 2010; y Enriqueta Cabrera, directora del MNI.
Los ex-votos, testimonios visuales de devoción popular, constituyen un género artístico que adquirió un lenguaje propio en la cultura occidental desde la antigüedad y tuvo una gran importancia durante la Edad Media y el Renacimiento. En México, su variante de retablos o ex-votos pintados está asociada a los principales santuarios, desde la época virreinal y el siglo XIX hasta la actualidad.
La misma raíz latina del término hace referencia a su carácter votivo: “en promesa”, al establecer una relación contractual con la divinidad, al donar la obra a su santuario y hacer público el agradecimiento por un favor recibido –en algunos caos, incluso cuando el milagro esperado no haya tenido lugar. Como en otros géneros artísticos, los retablos pintados construyen un relato por medio del diálogo entre imagen y texto. Por lo general, tienen tres partes: una cartela que describe el suceso por escrito (con un lenguaje popular en el que suelen abundar los errores ortográficos), la narración visual del milagro o una escena de súplica, y la imagen de culto –ubicada, por lo general, en el registro superior de la obra.
Al mismo tiempo, los ex-votos suelen brindar abundante información acerca de la época en la que fueron realizados: preocupaciones, enfermedades, prácticas, etcétera. De ahí que además de su valor plástico, exista la necesidad de su análisis como documentos de la historia social. Es precisamente tal dimensión histórica la que buscó destacar la curaduría
Como ha explicado Elin Luque, la selección de los Relatos pintados buscó que las obras ofrecieran una visión de lo que ocurría al pueblo mexicano en el devenir de 200 años: su pensamiento, preocupaciones y sentir más íntimo, su participación en batallas, su indumentaria, sitios de reunión y vida cotidiana en general.
La exposición plantea que los ex-votos cuentan microhistorias en el contexto del agradecimiento de un favor recibido y de la expectación por el milagro. Las voces anónimas se hacen eco de las gestas de la historia mexicana. Lo popular, la otra historia, establece una mirada –personal y espontánea– paralela de la historia de héroes y grandes acontecimientos.
Relatos pintados: la otra historia. Exvotos mexicanos está integrada por 122 obras de pequeño formato, realizadas del siglo XVIII a la actualidad. Las piezas proceden de museos, templos y colecciones particulares. Entre ellas: el Museo Amparo (Puebla), el Museo de la Basílica de Guadalupe (ciudad de México), el Museo Nacional de Arte (ciudad de México), los templos de San Juan de los Lagos (Jalisco), Talpa de Allende (Jalisco), y Santa
Un 60% de las obras la muestra es inédito. Entre tal porcentaje se encuentra el que puede ser el ex-voto más antiguo de Iberoamérica, procedente del Santuario de Santa María Tulantongo y exhibido por primera vez después de su restauración. Otra novedad es una obra de 1828, es decir, realizada después de la lucha de Independencia. La muestra está completada por algunas piezas más recientes, que muestran desde la guerra cristera hasta los fenómenos contemporáneos de migración, así como algunas obras del retablero Alfredo Vilchis.
Una sección introductoria ofrece un panorama de los ex-votos producidos en el país, entre ellos por supuesto los dedicados a la Virgen de Guadalupe. A partir de allí, la muestra está organizada en varios grupos temáticos: La vida cotidiana, La Independencia y La Revolución. La parte central del recorrido está dedicada a las intervenciones que vivió México en el siglo XIX: la norteamericana (1846-1848) y la francesa (1862-1867). Cuenta además con una sección dedicada a la sociedad de diferentes épocas, que busca reflejar los grupos poblacionales que a lo largo del tiempo han encargado las pinturas votivas.
La muestra, organizada por el INAH, forma parte de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. Pero además, forma parte del proyecto de reestructuración del MNI, emprendido con el fin de devolver al recinto su dignidad como monumento histórico y que será concluido para los festejos de septiembre de 2010. Hasta el momento se han desarrollado dos de las tres etapas del proyecto, concernientes a la infraestructura, incluidas la renovación del sistema eléctrico y la atención arquitectónica. Para la última fase, se llevarán a cabo la renovación museográfica y el enriquecimiento de la colección mediante donaciones.
Inicia breve temporada la obra "Hécuba", de Eurípides
Por: Francisco Medina
La tragedia y el dolor por la conquista de los griegos sobre Troya, y la posterior venganza, es lo que aborda la obra de Eurípides, “Hécuba”, que en versión de la dramaturga mexicana Luis Josefina Hernández se escenificó anoche en el Teatro Sergio Magaña, bajo la dirección de Mercedes de la Cruz.
Con funciones hasta el 13 de junio, de viernes a domingo, la puesta en escena hace discurrir su historia a través del sufrimiento que siente “Hécuba” al perder a sus hijos.
Con una escenografía que recuerda a la época clásica griega, se desarrolla la historia de “Hécuba”, reina de los troyanos, quien lucha por la vida de un grupo de mujeres y de su propia hija, esclavizadas por los griegos, y hace lo imposible por salvarlas.
Las mujeres, lideradas por la reina, abogan por la misericordia ante los soldados griegos que ganaron la guerra a los troyanos, quienes toman a todas las mujeres del pueblo vencido como esclavas.
Sin embargo, el líder del ejército griego pide a “Hécuba” que entregue a su hija para sacrificarla, porque es pura y de ascendencia real, a lo que ella se niega.
Los griegos insisten en que se la entreguen o advierten que irán por ella, a lo que la reina accede, mientras que su hija no se niega, se muestra resignada al sacrificio.
“Hécuba” sabe de lo que es perder a un ser amado, por lo cual comete como último acto la venganza, que tristemente sólo consigue empeorar su difícil situación ante los griegos.
“Hécuba”, de Eurípides, que cuenta con las actuaciones de Alberto Ruiz, Irma Hermoso, Diana Saavedra, Gerardo Salgado, Mauricio Arreola, Luis Castilleja y Jaime Olivare, entre otros, se presenta en el Teatro Sergio Magaña los viernes, sábados y domingos, del 4 al 13 de junio.
El pasado 20 de mayo fue inaugurada en el Museo Nacional de las Intervenciones Ex-Convento de Churubusco (MNI), la exposición Relatos pintados: la otra historia. Exvotos mexicanos. En la inauguración estuvieron presentes Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico de Conaculta, en representación de la presidenta de la institución, Consuelo Sáizar; Alfonso de María y Campos, director general del INAH; José Manuel Villalpando, coordinador ejecutivo nacional de las Conmemoraciones 2010; y Enriqueta Cabrera, directora del MNI.
Los ex-votos, testimonios visuales de devoción popular, constituyen un género artístico que adquirió un lenguaje propio en la cultura occidental desde la antigüedad y tuvo una gran importancia durante la Edad Media y el Renacimiento. En México, su variante de retablos o ex-votos pintados está asociada a los principales santuarios, desde la época virreinal y el siglo XIX hasta la actualidad.
La misma raíz latina del término hace referencia a su carácter votivo: “en promesa”, al establecer una relación contractual con la divinidad, al donar la obra a su santuario y hacer público el agradecimiento por un favor recibido –en algunos caos, incluso cuando el milagro esperado no haya tenido lugar. Como en otros géneros artísticos, los retablos pintados construyen un relato por medio del diálogo entre imagen y texto. Por lo general, tienen tres partes: una cartela que describe el suceso por escrito (con un lenguaje popular en el que suelen abundar los errores ortográficos), la narración visual del milagro o una escena de súplica, y la imagen de culto –ubicada, por lo general, en el registro superior de la obra.
Al mismo tiempo, los ex-votos suelen brindar abundante información acerca de la época en la que fueron realizados: preocupaciones, enfermedades, prácticas, etcétera. De ahí que además de su valor plástico, exista la necesidad de su análisis como documentos de la historia social. Es precisamente tal dimensión histórica la que buscó destacar la curaduría
Como ha explicado Elin Luque, la selección de los Relatos pintados buscó que las obras ofrecieran una visión de lo que ocurría al pueblo mexicano en el devenir de 200 años: su pensamiento, preocupaciones y sentir más íntimo, su participación en batallas, su indumentaria, sitios de reunión y vida cotidiana en general.
La exposición plantea que los ex-votos cuentan microhistorias en el contexto del agradecimiento de un favor recibido y de la expectación por el milagro. Las voces anónimas se hacen eco de las gestas de la historia mexicana. Lo popular, la otra historia, establece una mirada –personal y espontánea– paralela de la historia de héroes y grandes acontecimientos.
Relatos pintados: la otra historia. Exvotos mexicanos está integrada por 122 obras de pequeño formato, realizadas del siglo XVIII a la actualidad. Las piezas proceden de museos, templos y colecciones particulares. Entre ellas: el Museo Amparo (Puebla), el Museo de la Basílica de Guadalupe (ciudad de México), el Museo Nacional de Arte (ciudad de México), los templos de San Juan de los Lagos (Jalisco), Talpa de Allende (Jalisco), y Santa
Un 60% de las obras la muestra es inédito. Entre tal porcentaje se encuentra el que puede ser el ex-voto más antiguo de Iberoamérica, procedente del Santuario de Santa María Tulantongo y exhibido por primera vez después de su restauración. Otra novedad es una obra de 1828, es decir, realizada después de la lucha de Independencia. La muestra está completada por algunas piezas más recientes, que muestran desde la guerra cristera hasta los fenómenos contemporáneos de migración, así como algunas obras del retablero Alfredo Vilchis.
Una sección introductoria ofrece un panorama de los ex-votos producidos en el país, entre ellos por supuesto los dedicados a la Virgen de Guadalupe. A partir de allí, la muestra está organizada en varios grupos temáticos: La vida cotidiana, La Independencia y La Revolución. La parte central del recorrido está dedicada a las intervenciones que vivió México en el siglo XIX: la norteamericana (1846-1848) y la francesa (1862-1867). Cuenta además con una sección dedicada a la sociedad de diferentes épocas, que busca reflejar los grupos poblacionales que a lo largo del tiempo han encargado las pinturas votivas.
La muestra, organizada por el INAH, forma parte de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. Pero además, forma parte del proyecto de reestructuración del MNI, emprendido con el fin de devolver al recinto su dignidad como monumento histórico y que será concluido para los festejos de septiembre de 2010. Hasta el momento se han desarrollado dos de las tres etapas del proyecto, concernientes a la infraestructura, incluidas la renovación del sistema eléctrico y la atención arquitectónica. Para la última fase, se llevarán a cabo la renovación museográfica y el enriquecimiento de la colección mediante donaciones.
Inicia breve temporada la obra "Hécuba", de Eurípides
Por: Francisco Medina
La tragedia y el dolor por la conquista de los griegos sobre Troya, y la posterior venganza, es lo que aborda la obra de Eurípides, “Hécuba”, que en versión de la dramaturga mexicana Luis Josefina Hernández se escenificó anoche en el Teatro Sergio Magaña, bajo la dirección de Mercedes de la Cruz.
Con funciones hasta el 13 de junio, de viernes a domingo, la puesta en escena hace discurrir su historia a través del sufrimiento que siente “Hécuba” al perder a sus hijos.
Con una escenografía que recuerda a la época clásica griega, se desarrolla la historia de “Hécuba”, reina de los troyanos, quien lucha por la vida de un grupo de mujeres y de su propia hija, esclavizadas por los griegos, y hace lo imposible por salvarlas.
Las mujeres, lideradas por la reina, abogan por la misericordia ante los soldados griegos que ganaron la guerra a los troyanos, quienes toman a todas las mujeres del pueblo vencido como esclavas.
Sin embargo, el líder del ejército griego pide a “Hécuba” que entregue a su hija para sacrificarla, porque es pura y de ascendencia real, a lo que ella se niega.
Los griegos insisten en que se la entreguen o advierten que irán por ella, a lo que la reina accede, mientras que su hija no se niega, se muestra resignada al sacrificio.
“Hécuba” sabe de lo que es perder a un ser amado, por lo cual comete como último acto la venganza, que tristemente sólo consigue empeorar su difícil situación ante los griegos.
“Hécuba”, de Eurípides, que cuenta con las actuaciones de Alberto Ruiz, Irma Hermoso, Diana Saavedra, Gerardo Salgado, Mauricio Arreola, Luis Castilleja y Jaime Olivare, entre otros, se presenta en el Teatro Sergio Magaña los viernes, sábados y domingos, del 4 al 13 de junio.
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