Los libreros, además, ofrecen, a través de libreka.de, lectores electrónicos que facilitarían la lectura de libros digitales
La Feria del Libro de Fráncfort (este de Alemania) abrió hoy sus puertas al público en medio del nerviosismo y la inseguridad que atraviesa el sector debido a las implicaciones de la crisis económica y al reto que implica la revolución digital, que hace necesarias nuevas estrategias.
Pero a pesar de la crisis, los datos oficiales sobre el número de expositores no reflejan una caída dramática.
Frente a los 3 mil 337 expositores individuales de 2008 en esta edición hay 3 mil 312, lo que podría interpretarse como una bajada ligera y que podría tener que ver con la consolidación del sector a través de fusiones, según los expertos.
Sin embargo, resulta evidente que en muchos pabellones las editoriales tienen este año menos personal que normalmente y la afluencia de público en este primer día de apertura parece menos fuerte que en otras ediciones.
"Es increíble que este año en ciertos pabellones puedas caminar sin que te empujen", comentó un editor poco después de la apertura de la Feria, inaugurada ayer oficialmente y que permanecerá abierta hasta el próximo domingo.
Los anfitriones, los editores alemanes, no han sufrido mucho con la crisis -el sector ha tenido en este año un crecimiento del 2,8 por ciento- pero en otros países, especialmente en el mundo anglosajón, sí ha habido repercusiones, como lo ha indicado el director de la Feria, Jürgen Boos.
Boos viene insistiendo desde hace tiempo en que la pregunta clave de estos momentos es cómo el sector editorial puede hacer negocios con contenidos digitales y ha asegurado que la búsqueda de una respuesta puede hacer de esta edición de la Feria una de las más experimentales de la historia.
Los libreros alemanes lanzaron hoy una iniciativa que puede ser vista como un intento de responder esa pregunta.
Se trata de "Download-days" (jornadas de descargas), una actividad que se realizará durante los días de la Feria y en la que participa con su última obra la última Premio Nobel de Literatura, Herta Müller, con su obra "Atemschaukel" (Columpio de respiración).
Cada uno de esos días, las editoriales darán acceso libre a un título que estará colgado en plataforma digital "libreka.de", de la Asociación de Libreros Alemanes.
Con esa apertura limitada en el tiempo se espera que los lectores se vean tentados a comprar los libros descargados, en formato digital o también en formato tradicional.
Sin embargo, hay voces escépticas frente a esa estrategia que sostienen que es difícil empezar a cobrar por algo que en un primer momento se ofreció gratuitamente.
Esta iniciativa la abre hoy "Couch Surfing" de Brian Thacker, al que seguirá mañana "Atemschaukel" y luego continuará con "Welt aus Glas" (Mundo de vidrio), de Ernst-Wilhelm Handler; "Glücklicher Hund" (Perro feliz), de Nadja Kneissler, y "Adam und Evelyn" (Adam y Evelyn), de Ingo Schulze.
Tras la Feria, se continuará con esta novedad, pero ya no se ofrecerá un título diario sino uno cada martes.
Los libreros, además, ofrecen, a través de "libreka.de", lectores electrónicos que facilitarían la lectura de libros digitales.
Los libros ofrecidos durante la Feria son todos novelas con la única excepción de "Perro feliz" que es un manual de psicología canina.
"Libreka.de" está considerada por los libreros como una alternativa al programa de digitalización del consorcio Google y tiene además la ventaja de estar controlado por las propias editoriales.
Aunque los lectores electrónicos no se han impuesto en Europa con la velocidad con que algunos pensaron hace un año, cuando fueron presentados en la Feria de Fráncfort, un experto de los Libreros Alemanes, Roland Schil, se mostró hoy convencido de que llegará el día en que esos aparatos se conviertan en algo cotidiano.
Schil considera que lo decisivo es que en los lectores electrónicos no sólo sea posible leer libros digitales sino también diarios y otros contenidos. Francfort, Alemania
Pero a pesar de la crisis, los datos oficiales sobre el número de expositores no reflejan una caída dramática.
Frente a los 3 mil 337 expositores individuales de 2008 en esta edición hay 3 mil 312, lo que podría interpretarse como una bajada ligera y que podría tener que ver con la consolidación del sector a través de fusiones, según los expertos.
Sin embargo, resulta evidente que en muchos pabellones las editoriales tienen este año menos personal que normalmente y la afluencia de público en este primer día de apertura parece menos fuerte que en otras ediciones.
"Es increíble que este año en ciertos pabellones puedas caminar sin que te empujen", comentó un editor poco después de la apertura de la Feria, inaugurada ayer oficialmente y que permanecerá abierta hasta el próximo domingo.
Los anfitriones, los editores alemanes, no han sufrido mucho con la crisis -el sector ha tenido en este año un crecimiento del 2,8 por ciento- pero en otros países, especialmente en el mundo anglosajón, sí ha habido repercusiones, como lo ha indicado el director de la Feria, Jürgen Boos.
Boos viene insistiendo desde hace tiempo en que la pregunta clave de estos momentos es cómo el sector editorial puede hacer negocios con contenidos digitales y ha asegurado que la búsqueda de una respuesta puede hacer de esta edición de la Feria una de las más experimentales de la historia.
Los libreros alemanes lanzaron hoy una iniciativa que puede ser vista como un intento de responder esa pregunta.
Se trata de "Download-days" (jornadas de descargas), una actividad que se realizará durante los días de la Feria y en la que participa con su última obra la última Premio Nobel de Literatura, Herta Müller, con su obra "Atemschaukel" (Columpio de respiración).
Cada uno de esos días, las editoriales darán acceso libre a un título que estará colgado en plataforma digital "libreka.de", de la Asociación de Libreros Alemanes.
Con esa apertura limitada en el tiempo se espera que los lectores se vean tentados a comprar los libros descargados, en formato digital o también en formato tradicional.
Sin embargo, hay voces escépticas frente a esa estrategia que sostienen que es difícil empezar a cobrar por algo que en un primer momento se ofreció gratuitamente.
Esta iniciativa la abre hoy "Couch Surfing" de Brian Thacker, al que seguirá mañana "Atemschaukel" y luego continuará con "Welt aus Glas" (Mundo de vidrio), de Ernst-Wilhelm Handler; "Glücklicher Hund" (Perro feliz), de Nadja Kneissler, y "Adam und Evelyn" (Adam y Evelyn), de Ingo Schulze.
Tras la Feria, se continuará con esta novedad, pero ya no se ofrecerá un título diario sino uno cada martes.
Los libreros, además, ofrecen, a través de "libreka.de", lectores electrónicos que facilitarían la lectura de libros digitales.
Los libros ofrecidos durante la Feria son todos novelas con la única excepción de "Perro feliz" que es un manual de psicología canina.
"Libreka.de" está considerada por los libreros como una alternativa al programa de digitalización del consorcio Google y tiene además la ventaja de estar controlado por las propias editoriales.
Aunque los lectores electrónicos no se han impuesto en Europa con la velocidad con que algunos pensaron hace un año, cuando fueron presentados en la Feria de Fráncfort, un experto de los Libreros Alemanes, Roland Schil, se mostró hoy convencido de que llegará el día en que esos aparatos se conviertan en algo cotidiano.
Schil considera que lo decisivo es que en los lectores electrónicos no sólo sea posible leer libros digitales sino también diarios y otros contenidos. Francfort, Alemania
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