Aunque el idioma romaní se ha esparcido con el tiempo en diferentes dialectos que difieren mucho entre sí, las diferentes comunidades gitanas conocen las palabras esenciales del vocabulario común
Reivindicar la existencia de un vocabulario común a todos los gitanos de Europa, reminiscencia de un idioma milenario, es uno de los objetivos del Museo de Cultura romaní de Belgrado, uno de los mejores del mundo y dueño de un amplio patrimonio escrito en esa lengua.
Aunque el idioma romaní se ha esparcido con el tiempo en diferentes dialectos que difieren mucho entre sí, las diferentes comunidades gitanas conocen las palabras esenciales del vocabulario común, declaró el director del recién inaugurado museo, Dragoljub Ackovic, el primero de este tipo en el sureste de Europa.
"Como prueba de que existe el idioma romaní exhibimos unos 30 diccionarios", dijo Ackovic, etnólogo de profesión y comisario de la exposición "Palabra romaní", que muestra textos en y sobre los romaní, pueblo cuya tradición cultural es principalmente oral.
Uno de esos diccionarios fue escrito durante la Segunda Guerra Mundial en un campo de concentración nazi por un preso gitano, en romaní, serbio y alemán.
Ackovic explicó que el idioma romaní es único, estandarizado en 1990, pero con numerosos dialectos, como el caló, lenguaje de los gitanos españoles.
Según Ackovic, grupos errantes, ante todo los llamados "kalderashi" (caldereros), son los que más han preservado el idioma, mientras que los gitanos urbanos tuvieron que aprenderlas lenguas locales y olvidaron el romaní porque "la asimilación ha hecho lo suyo".
"El objetivo de este Museo es lo contrario de la asimilación", dijo el experto, en referencia al deseo de que los gitanos recuperen su idioma original.
En esta muestra, que durará hasta finales de marzo próximo, se exhiben más de 300 objetos, como libros, revistas, cartas, documentos, fotografías, y se pone a disposición del público una decena de ordenadores con 100 mil páginas de textos de todo tipo.
En la exposición se puede ver una copia del primer libro dedicado a los romas en el sureste europeo, impreso en 1803 en Buda, escrito en serbio, con fragmentos en romaní.
"El original se guarda en una caja de seguridad en la Biblioteca Nacional de Serbia. Su curiosidad es que en ese año fueron impresos sólo nueve libros en serbio, y uno de ellos es ése", explicó Ackovic.
También se exhibe la primera revista en romaní del sureste europeo, "Romano lil", de 1935 y una decena de traducciones de la Biblia en ese idioma.
Ackovic, quien ha visitado casi todos los museos de cultura gitana en el mundo, dijo que el belgradense es el único "museo verdadero", ya que "no es una exposición permanente" sino un espacio dedicado exclusivamente a exhibir objetos de la cultura gitana.
La iniciativa del museo fue lanzada por Roma Community Center, una gran ONG con sede en Belgrado, que durante años se ha dedicado a reunir material documentación sobre la cultura romaní.
El museo planea futuras ampliaciones, abrir una etno tienda y organizar conferencias sobre diferentes temas.
Aunque no hay censo preciso del número de romaníes que viven en Serbia, se estima que son más de 600 mil aproximadamente el 8 por ciento de la población de ese país balcánico.
Se calcula que en Europa central y del este habita cerca de la mitad de los romaníes del mundo. Belgrado, Servia
Aunque el idioma romaní se ha esparcido con el tiempo en diferentes dialectos que difieren mucho entre sí, las diferentes comunidades gitanas conocen las palabras esenciales del vocabulario común, declaró el director del recién inaugurado museo, Dragoljub Ackovic, el primero de este tipo en el sureste de Europa.
"Como prueba de que existe el idioma romaní exhibimos unos 30 diccionarios", dijo Ackovic, etnólogo de profesión y comisario de la exposición "Palabra romaní", que muestra textos en y sobre los romaní, pueblo cuya tradición cultural es principalmente oral.
Uno de esos diccionarios fue escrito durante la Segunda Guerra Mundial en un campo de concentración nazi por un preso gitano, en romaní, serbio y alemán.
Ackovic explicó que el idioma romaní es único, estandarizado en 1990, pero con numerosos dialectos, como el caló, lenguaje de los gitanos españoles.
Según Ackovic, grupos errantes, ante todo los llamados "kalderashi" (caldereros), son los que más han preservado el idioma, mientras que los gitanos urbanos tuvieron que aprenderlas lenguas locales y olvidaron el romaní porque "la asimilación ha hecho lo suyo".
"El objetivo de este Museo es lo contrario de la asimilación", dijo el experto, en referencia al deseo de que los gitanos recuperen su idioma original.
En esta muestra, que durará hasta finales de marzo próximo, se exhiben más de 300 objetos, como libros, revistas, cartas, documentos, fotografías, y se pone a disposición del público una decena de ordenadores con 100 mil páginas de textos de todo tipo.
En la exposición se puede ver una copia del primer libro dedicado a los romas en el sureste europeo, impreso en 1803 en Buda, escrito en serbio, con fragmentos en romaní.
"El original se guarda en una caja de seguridad en la Biblioteca Nacional de Serbia. Su curiosidad es que en ese año fueron impresos sólo nueve libros en serbio, y uno de ellos es ése", explicó Ackovic.
También se exhibe la primera revista en romaní del sureste europeo, "Romano lil", de 1935 y una decena de traducciones de la Biblia en ese idioma.
Ackovic, quien ha visitado casi todos los museos de cultura gitana en el mundo, dijo que el belgradense es el único "museo verdadero", ya que "no es una exposición permanente" sino un espacio dedicado exclusivamente a exhibir objetos de la cultura gitana.
La iniciativa del museo fue lanzada por Roma Community Center, una gran ONG con sede en Belgrado, que durante años se ha dedicado a reunir material documentación sobre la cultura romaní.
El museo planea futuras ampliaciones, abrir una etno tienda y organizar conferencias sobre diferentes temas.
Aunque no hay censo preciso del número de romaníes que viven en Serbia, se estima que son más de 600 mil aproximadamente el 8 por ciento de la población de ese país balcánico.
Se calcula que en Europa central y del este habita cerca de la mitad de los romaníes del mundo. Belgrado, Servia
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