El museo acoge 375 obras de 120 artistas del Este y del Oeste, entre ellos pintores, escultores y fotógrafos, cuyas obras se enmarcan dentro del periodo que va desde 1945 hasta el final de la división alemana en 1989.
Cuando Alemania se dividió en dos tras la Segunda Guerra Mundial, también se dividió el arte, como muestra la exposición "Arte y Guerra Fría" que se puede contemplar en el Museo Alemán de Historia de Berlín hasta el próximo 10 de enero.
El museo acoge 375 obras de 120 artistas del Este y del Oeste, entre ellos pintores, escultores y fotógrafos, cuyas obras se enmarcan dentro del periodo que va desde 1945 hasta el final de la división alemana en 1989.
Las obras realizadas a petición de la República Democrática Alemana (RDA) no se han incluido en la exposición.
La Guerra Fría dividió la nación en dos. Veinte años después de la caída del Muro de Berlín, la muestra del museo berlinés ofrece una mirada sobre más de cuarenta años de historia.
En ambos lados, los artistas reflejaron temas muy estrechamente relacionados con la Guerra Fría, como por ejemplo, las armas nucleares que constituían una amenaza para el mundo durante esa época.
Destaca de manera asombrosa cómo los artistas recurrieron con frecuencia a los mismos contenidos en las dos partes de Alemania, como Georg Baselitz, del Oeste, y Eugen Schönebeck, del Este, quienes mostraron en los años 60 cuerpos torturados en guerras.
Por su parte, Joseph Beuys y Sigmar Polke, ambos del lado occidental, sorprendieron al mundo con su arte de objetos cotidianos. Sus obras pueden verse también en la exposición de la capital alemana.
Otro artista destacado de la muestra berlinesa es Hermann Glöckner, del Este de Alemania, que se dedicó a construir obras de arte con elementos tan diversos como cajas de cerillas.
La exposición se divide en cuatro secciones temporales, que van desde los primeros años, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. En los diferentes apartados se puede contemplar el desarrollo del arte durante esos años.
El paseo por la muestra comienza con los primeros años de la posguerra y la pregunta "¿Continuidad o nuevo comienzo?", seguido de la discusión de los años 50 sobre la imagen del hombre.
"Contemporaneidad" y "Trauma del pasado" se sitúan como conceptos centrales de las siguientes secciones donde se engloba el arte procedente de las décadas de los 60 y 70 y donde los artistas se enfrentan con la historia, pero también con el presente.
La exposición termina con los años 80 y con una generación, que se arriesga a dar un salto fuera de la historia y a poner en duda todas las ideologías, según explicaron los organizadores de la muestra.
La presentación en el Museo de Historia es la tercera parada de la exposición. Antes pudo contemplarse en el Museo Nacional Germánico de Nurenberg y, por primera vez, en el Museo County de Los Angeles.
La directora del museo de Los Angeles, Stephanie Barron, experta en historia del arte alemán del siglo XX, fue la precursora de esta muestra que acogió en la ciudad estadounidense a 70 mil visitantes.
Junto con Eckhart Gillen, responsable de exposiciones de la empresa alemana de arte, Kunstwerke Berlin GmbH, consiguieron que las obras pudieran exhibirse en tres ciudades.
"Muchas personas salieron conmovidas de la exposición. Además, un gran número de ellas debía leer los letreros que acompañaban las obras para saber si el artista era del Este o del Oeste", declaró Stephanie Barron. Berlín, Alemania
El museo acoge 375 obras de 120 artistas del Este y del Oeste, entre ellos pintores, escultores y fotógrafos, cuyas obras se enmarcan dentro del periodo que va desde 1945 hasta el final de la división alemana en 1989.
Las obras realizadas a petición de la República Democrática Alemana (RDA) no se han incluido en la exposición.
La Guerra Fría dividió la nación en dos. Veinte años después de la caída del Muro de Berlín, la muestra del museo berlinés ofrece una mirada sobre más de cuarenta años de historia.
En ambos lados, los artistas reflejaron temas muy estrechamente relacionados con la Guerra Fría, como por ejemplo, las armas nucleares que constituían una amenaza para el mundo durante esa época.
Destaca de manera asombrosa cómo los artistas recurrieron con frecuencia a los mismos contenidos en las dos partes de Alemania, como Georg Baselitz, del Oeste, y Eugen Schönebeck, del Este, quienes mostraron en los años 60 cuerpos torturados en guerras.
Por su parte, Joseph Beuys y Sigmar Polke, ambos del lado occidental, sorprendieron al mundo con su arte de objetos cotidianos. Sus obras pueden verse también en la exposición de la capital alemana.
Otro artista destacado de la muestra berlinesa es Hermann Glöckner, del Este de Alemania, que se dedicó a construir obras de arte con elementos tan diversos como cajas de cerillas.
La exposición se divide en cuatro secciones temporales, que van desde los primeros años, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. En los diferentes apartados se puede contemplar el desarrollo del arte durante esos años.
El paseo por la muestra comienza con los primeros años de la posguerra y la pregunta "¿Continuidad o nuevo comienzo?", seguido de la discusión de los años 50 sobre la imagen del hombre.
"Contemporaneidad" y "Trauma del pasado" se sitúan como conceptos centrales de las siguientes secciones donde se engloba el arte procedente de las décadas de los 60 y 70 y donde los artistas se enfrentan con la historia, pero también con el presente.
La exposición termina con los años 80 y con una generación, que se arriesga a dar un salto fuera de la historia y a poner en duda todas las ideologías, según explicaron los organizadores de la muestra.
La presentación en el Museo de Historia es la tercera parada de la exposición. Antes pudo contemplarse en el Museo Nacional Germánico de Nurenberg y, por primera vez, en el Museo County de Los Angeles.
La directora del museo de Los Angeles, Stephanie Barron, experta en historia del arte alemán del siglo XX, fue la precursora de esta muestra que acogió en la ciudad estadounidense a 70 mil visitantes.
Junto con Eckhart Gillen, responsable de exposiciones de la empresa alemana de arte, Kunstwerke Berlin GmbH, consiguieron que las obras pudieran exhibirse en tres ciudades.
"Muchas personas salieron conmovidas de la exposición. Además, un gran número de ellas debía leer los letreros que acompañaban las obras para saber si el artista era del Este o del Oeste", declaró Stephanie Barron. Berlín, Alemania
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