El escritor presentó su novela Península, península, con la cual obtuvo el Premio Iberoamericano Elena Poniatowska
Convencido de que la tercera es la vencida, el escritor Hernán Lara Zavala presentó, la víspera, su novela "Península, península", Premio Iberoamericano Elena Poniatowska, galardón con el que dijo habérsele hecho "justicia divina".
En el marco de las actividades de la Novena Feria del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, el ganador del Premio Iberoamericano Elena Poniatowska, ofreció una pequeña charla en el Foro Mario Benedetti, donde explicó su obra ganadora.
Afirmó que de todos los premios de literatura que se otorgan en México, nunca antes había obtenido alguno y siempre se había quedado en la raya.
"Nunca se me había dado, y a veces con cierto jurado yo decía, ya gané. Pero no, resultó que no, indicó el actual Coordinador del posgrado en Letras de la UNAM, para quien el mejor premio es poner punto final a una obra.
"En el Premio Mazatlán de Literatura, el galardón lo obtuvo Jorge Volpi; el Xavier Villaurrutia en 2008 lo ganó Adolfo Castañón y en España con el Premio Espartaco perdí o más bien lo conquisto Javier Negrete", recordó.
"Al final, se me dio este premio y con ello se me hizo justicia divina. Cuando me dieron la noticia de que estaba entre los finalistas del Premio Elena Poniatowska, dije, me olvido, me olvido completamente. Ya he perdido muchas, pero me dieron la noticia ganadora, dije: existe la justicia divina", detalló.
Bajo el sello Alfaguara, "Península, península", es una obra que aborda el tema de la Guerra de las Castas en el Yucatán de mediados del siglo XIX.
La publicación cuenta que en el año 1847, los mayas de la península, hartos de ser relegados, llevan a cabo una guerra contra los criollos, blancos y mestizos del lugar.
Los mayas, encabezados por Cecilio Chi y Jacinto Pat, tomaron los poblados Tepic, Ticul, Tekax y Peto, así como la ciudad de Valladolid, y expulsaron y exterminaron a todos los blancos e indios que hubieran colaborado con ellos.
Una serie de movimientos, entre ellos el regreso de Yucatán a la Federación y las revueltas entre los propios indios, puso fin a esta revuelta en el año 1848.
De buen humor y muy platicador, Lara Zavala dijo que en su novela, misma que le tomó diez años escribir, da cuenta de las cruentas batallas que marcaron este proceso, recuperando la lucha que exterminó a la mitad de los habitantes de esa zona.
Con este escenario como fondo, recupera el personaje de José Turrisa, anagrama utilizado por Justo Sierra O`Reilly, padre del famoso educador campechano Justo Sierra y considerado el primer novelista histórico de México, quien presuntamente escribió una crónica de lo sucedido.
Sin embargo, dicha crónica acabó perdida, consumida por el fuego y el autor la "reconstruyó".
"Es una novela histórica en la que intenté recrear un episodio de nuestra historia nacional que era muy poco conocido; se trata de un tema `tabú` y `sádico` porque tiene algo de problemático para los mexicanos.
"Es como cuando en las familias, los hermanos se pelean, es algo delicado. Y dije sádico porque lo que se plantea en Yucatán en el siglo XIX, no se ha acabado de resolver en pleno siglo XXI en todo el país", señaló. México, D.F.
En el marco de las actividades de la Novena Feria del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, el ganador del Premio Iberoamericano Elena Poniatowska, ofreció una pequeña charla en el Foro Mario Benedetti, donde explicó su obra ganadora.
Afirmó que de todos los premios de literatura que se otorgan en México, nunca antes había obtenido alguno y siempre se había quedado en la raya.
"Nunca se me había dado, y a veces con cierto jurado yo decía, ya gané. Pero no, resultó que no, indicó el actual Coordinador del posgrado en Letras de la UNAM, para quien el mejor premio es poner punto final a una obra.
"En el Premio Mazatlán de Literatura, el galardón lo obtuvo Jorge Volpi; el Xavier Villaurrutia en 2008 lo ganó Adolfo Castañón y en España con el Premio Espartaco perdí o más bien lo conquisto Javier Negrete", recordó.
"Al final, se me dio este premio y con ello se me hizo justicia divina. Cuando me dieron la noticia de que estaba entre los finalistas del Premio Elena Poniatowska, dije, me olvido, me olvido completamente. Ya he perdido muchas, pero me dieron la noticia ganadora, dije: existe la justicia divina", detalló.
Bajo el sello Alfaguara, "Península, península", es una obra que aborda el tema de la Guerra de las Castas en el Yucatán de mediados del siglo XIX.
La publicación cuenta que en el año 1847, los mayas de la península, hartos de ser relegados, llevan a cabo una guerra contra los criollos, blancos y mestizos del lugar.
Los mayas, encabezados por Cecilio Chi y Jacinto Pat, tomaron los poblados Tepic, Ticul, Tekax y Peto, así como la ciudad de Valladolid, y expulsaron y exterminaron a todos los blancos e indios que hubieran colaborado con ellos.
Una serie de movimientos, entre ellos el regreso de Yucatán a la Federación y las revueltas entre los propios indios, puso fin a esta revuelta en el año 1848.
De buen humor y muy platicador, Lara Zavala dijo que en su novela, misma que le tomó diez años escribir, da cuenta de las cruentas batallas que marcaron este proceso, recuperando la lucha que exterminó a la mitad de los habitantes de esa zona.
Con este escenario como fondo, recupera el personaje de José Turrisa, anagrama utilizado por Justo Sierra O`Reilly, padre del famoso educador campechano Justo Sierra y considerado el primer novelista histórico de México, quien presuntamente escribió una crónica de lo sucedido.
Sin embargo, dicha crónica acabó perdida, consumida por el fuego y el autor la "reconstruyó".
"Es una novela histórica en la que intenté recrear un episodio de nuestra historia nacional que era muy poco conocido; se trata de un tema `tabú` y `sádico` porque tiene algo de problemático para los mexicanos.
"Es como cuando en las familias, los hermanos se pelean, es algo delicado. Y dije sádico porque lo que se plantea en Yucatán en el siglo XIX, no se ha acabado de resolver en pleno siglo XXI en todo el país", señaló. México, D.F.
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