Entrevistada previo a su participación en el ciclo de conferencias “Rostros y tradiciones de México” en el Museo de El Carmen, la estudiosa mexicana afirmó que la pintura tuvo su momento de auge, inclusive dentro del mercado del arte, aunque no como corriente principal.
La crítica de arte, Teresa del Conde, afirmó que la pintura mexicana, en la actualidad, ha cedido su lugar a expresiones artísticas como el dibujo, la escultura y el grabado, por lo que descartó que se encuentre estancada.
Entrevistada previo a su participación en el ciclo de conferencias “Rostros y tradiciones de México” en el Museo de El Carmen, la estudiosa mexicana afirmó que la pintura tuvo su momento de auge, inclusive dentro del mercado del arte, aunque no como corriente principal.
Pese a ello, advirtió, “la pintura volverá a ser la corriente principal como lo fue en la década de los 70 y 80, pues siempre hay vueltas de péndulo”.
Y es que para la coautora de libros como “Latin American Art of the XX Century”, “Sigmund Freud coleccionista”, “El ropero de Frida Kahlo” y “Querido doctorcito”, entre otros, en un futuro no lejano se retomarán las disciplinas tradicionales que tienen tanta enjundia como el grabado, dibujo y la escultura.
“No es que florezca el arte mexicano, sino que hay oferta y demanda. El efecto de péndulo regresa”, consideró la miembro de número de la Academia de las Artes, para quien este efecto ya se está retomando a través del trabajo de artistas como Gabriel Macotela, Arturo Rivera, Alberto, José, Francisco y Miguel Castro Leñero, Irma Palacio y Magali Lara, entre otros.
Incluso reveló que en estos momentos, existe un proyecto financiado por un empresario para llevar a cabo una exposición de estas disciplinas, incluyendo la pintura, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, antes de que finalice este año.
Por otra parte, la investigadora del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cargo que ocupa desde hace más de 15 años, dijo no tener preferencia alguna por lo que hoy se hace dentro del arte mexicano.
“Hay practicantes del grabado, de la escultura, del dibujo, al igual que los que hacen instalaciones y los artistas visuales, fotógrafos, cineastas, me gusta casi todo”, expresó.
“Es el caso del representante en la pasada edición de la Bienal de Venecia, Teresa Margoli; el artista plástico Gabriel Orozco, quien recientemente expuso en el Museo de Arte Modero de Nueva York; el pintor oaxaqueño Francisco Toledo y Manuel Felguérez, entre otros”, subrayó.
Hay, agregó, una plena de artistas tanto de la Generación de la Ruptura como Alberto Gironella, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Gilberto Aceves Navarro y José Luis Cuevas que tienen su presencia en otros lugares.
Teresa del Conde (1939) se recibió en Psicología por la UNAM en 1958; estudió en Roma, con una beca del gobierno italiano, la licenciatura en Psicopatología en la Universidad Degli Studi.
En 1974 obtuvo la licenciatura en Historia del arte con una tesis sobre Julio Ruelas y la maestría en 1979, con un trabajo sobre Enrique Echeverría y su generación, y el doctorado en 1986.
A lo largo de su trayectoria ha recibido diversas distinciones, entre ellas, la beca Guggenheim Memorial Foundation y de la Estancia Rockefeller, Bellagio; la distinción de la UAM a investigadores relevantes en 1993; entre otros premios.
El ciclo “Rostros y tradiciones de México”, actividad paralela a la exposición del mismo título que se expone en el Museo de El Carmen, concluirá esta noche con la participación de la crítica Elia Espinosa.
Ciudad de México
La crítica de arte, Teresa del Conde, afirmó que la pintura mexicana, en la actualidad, ha cedido su lugar a expresiones artísticas como el dibujo, la escultura y el grabado, por lo que descartó que se encuentre estancada.
Entrevistada previo a su participación en el ciclo de conferencias “Rostros y tradiciones de México” en el Museo de El Carmen, la estudiosa mexicana afirmó que la pintura tuvo su momento de auge, inclusive dentro del mercado del arte, aunque no como corriente principal.
Pese a ello, advirtió, “la pintura volverá a ser la corriente principal como lo fue en la década de los 70 y 80, pues siempre hay vueltas de péndulo”.
Y es que para la coautora de libros como “Latin American Art of the XX Century”, “Sigmund Freud coleccionista”, “El ropero de Frida Kahlo” y “Querido doctorcito”, entre otros, en un futuro no lejano se retomarán las disciplinas tradicionales que tienen tanta enjundia como el grabado, dibujo y la escultura.
“No es que florezca el arte mexicano, sino que hay oferta y demanda. El efecto de péndulo regresa”, consideró la miembro de número de la Academia de las Artes, para quien este efecto ya se está retomando a través del trabajo de artistas como Gabriel Macotela, Arturo Rivera, Alberto, José, Francisco y Miguel Castro Leñero, Irma Palacio y Magali Lara, entre otros.
Incluso reveló que en estos momentos, existe un proyecto financiado por un empresario para llevar a cabo una exposición de estas disciplinas, incluyendo la pintura, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, antes de que finalice este año.
Por otra parte, la investigadora del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cargo que ocupa desde hace más de 15 años, dijo no tener preferencia alguna por lo que hoy se hace dentro del arte mexicano.
“Hay practicantes del grabado, de la escultura, del dibujo, al igual que los que hacen instalaciones y los artistas visuales, fotógrafos, cineastas, me gusta casi todo”, expresó.
“Es el caso del representante en la pasada edición de la Bienal de Venecia, Teresa Margoli; el artista plástico Gabriel Orozco, quien recientemente expuso en el Museo de Arte Modero de Nueva York; el pintor oaxaqueño Francisco Toledo y Manuel Felguérez, entre otros”, subrayó.
Hay, agregó, una plena de artistas tanto de la Generación de la Ruptura como Alberto Gironella, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Gilberto Aceves Navarro y José Luis Cuevas que tienen su presencia en otros lugares.
Teresa del Conde (1939) se recibió en Psicología por la UNAM en 1958; estudió en Roma, con una beca del gobierno italiano, la licenciatura en Psicopatología en la Universidad Degli Studi.
En 1974 obtuvo la licenciatura en Historia del arte con una tesis sobre Julio Ruelas y la maestría en 1979, con un trabajo sobre Enrique Echeverría y su generación, y el doctorado en 1986.
A lo largo de su trayectoria ha recibido diversas distinciones, entre ellas, la beca Guggenheim Memorial Foundation y de la Estancia Rockefeller, Bellagio; la distinción de la UAM a investigadores relevantes en 1993; entre otros premios.
El ciclo “Rostros y tradiciones de México”, actividad paralela a la exposición del mismo título que se expone en el Museo de El Carmen, concluirá esta noche con la participación de la crítica Elia Espinosa.
Ciudad de México
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