La iniciativa para la creación del recinto avanza: en poco tiempo comenzarán las adecuaciones del edificio que ocupaba la Arquidiócesis y ya se prepara una exposición con obras de fray Gabriel Chávez de la Mora.
En 2004, el Instituto Cultural Cabañas se llenó de obras de arte con un eje común: todas eran piezas de culto religioso. La exposición Arte Sacro, Arte Nuestro tuvo tan buena aceptación, que en un arranque de emoción, Francisco Ramírez Acuña, entonces gobernador del estado, anunció un apoyo para la construcción de un Museo de Arte Sacro. Seis años después el proyecto sigue en pie y, aunque lentamente, avanza: desde hace unas semanas se vaciaron las oficinas que ocupaba la Arquidiócesis de Guadalajara detrás de de Catedral, instalaciones que servirán para alojar el que será el Museo de Arte Sacro de Guadalajara (MAS), espacio que servirá para mostrar los acervos artísticos con que cuenta la Catedral Metropolitana.
El responsable del proyecto del MAS es el presbítero Alberto Ruiz, quien explica que durante mucho tiempo se estuvieron buscando espacios que pudieran fungir como sede para albergar el museo. “Se revisaron diferentes alternativas, pero ninguna satisfacía nuestras necesidades. Ahora que las oficinas de la curia se van a mudar, quedó disponible el espacio, que nosotros consideramos ideal”, explica y señala que esto es una gran ventaja porque, de este modo, el edificio de la Catedral “será como parte del museo y la primera pieza que deberemos conservar”.
La idea es que el museo dedicado al arte religioso tenga seis salas, distribuidas en los tres niveles del edificio. Cada una de ellas estará dedicada a distintos momentos de la vida de Cristo, mientras que la sexta estará orientada a la Virgen María. La museografía estará a cargo del español Antonio Meléndez, quien se encargará de catalogar y distribuir los acervos con que cuenta la Catedral, que incluyen pinturas, esculturas y orfebrería que datan de los siglos XVII, XVIII y, sobre todo, del XIX. “Se trata de obras que están resguardadas, pero que de nada sirve tener ahí. Queremos sacarlas para que sean conocidas y restaurar lo que sea necesario”, explica Alberto Ruiz.
De momento, sólo se cuenta con el anteproyecto del museo. La intención es que el proyecto ejecutivo esté listo a más tardar en julio. Según las cuentas, el MAS requiere cerca de diez millones de pesos, de los cuales actualmente no se cuenta con uno solo. La idea es que conforme se vayan consiguiendo recursos se puedan iniciar los trabajos en el edificio, que incluyen quitar algunos muros de tablarroca, trazar los recorridos, asegurar ventanas, los equipos de iluminación, acondicionamiento de salas con aire acondicionado, sistemas de seguridad. Además, el proyecto incluye la creación de una cafetería en el tercer nivel, así como el rediseño de la librería que está en el sótano, donde se habilitará una sala de exposiciones temporales y un auditorio para conferencias. “Ahora estamos en diálogo con Modesto Aceves [de Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Jalisco], pero no hemos tenido respuesta, y con los gobiernos municipales de la zona metropolitana”, añade Ruiz, quien también señala que buscarán crear una Sociedad de Amigos del Museo, con la intención de recabar más fondos.
Si bien todo depende de la obtención de los recursos, la intención es que el MAS esté listo antes de que termine el año. Para ir calentando las salas, ya se tiene programada una exposición con obra de fray Gabriel Chávez de la Mora, conocido como el arquitecto de Dios y que a principios de año inauguró esa misma muestra en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.
Oro, incienso y mirra
La intención es que el Museo de Arte Sacro de Guadalajara exhiba cerca de 120 piezas, que incluyen pinturas, esculturas y orfebrería. La pieza más importante es el cuadro de La Asunción de María, de Murillo, que actualmente está en la sacristía de Catedral.
El proyecto de recinto incluye seis salas, distribuidas en tres niveles. Además se habilitaran salas que hasta ahora permanecen cerradas al público en general, como la llamada Sala de los Espejos, espacio con mobiliario del siglo XIX y que nunca ha sido exhibido.
Se habilitará una cafetería en la terraza, con vistas a la Plaza de Armas y a la Plaza Liberación. Habrá librería, sala de exposiciones temporales y un auditorio para cursos, talleres y conferencias. Además, habrá un espacio para mostrar lo que será “la pieza del mes”.
Guadalajara, Jal.
En 2004, el Instituto Cultural Cabañas se llenó de obras de arte con un eje común: todas eran piezas de culto religioso. La exposición Arte Sacro, Arte Nuestro tuvo tan buena aceptación, que en un arranque de emoción, Francisco Ramírez Acuña, entonces gobernador del estado, anunció un apoyo para la construcción de un Museo de Arte Sacro. Seis años después el proyecto sigue en pie y, aunque lentamente, avanza: desde hace unas semanas se vaciaron las oficinas que ocupaba la Arquidiócesis de Guadalajara detrás de de Catedral, instalaciones que servirán para alojar el que será el Museo de Arte Sacro de Guadalajara (MAS), espacio que servirá para mostrar los acervos artísticos con que cuenta la Catedral Metropolitana.
El responsable del proyecto del MAS es el presbítero Alberto Ruiz, quien explica que durante mucho tiempo se estuvieron buscando espacios que pudieran fungir como sede para albergar el museo. “Se revisaron diferentes alternativas, pero ninguna satisfacía nuestras necesidades. Ahora que las oficinas de la curia se van a mudar, quedó disponible el espacio, que nosotros consideramos ideal”, explica y señala que esto es una gran ventaja porque, de este modo, el edificio de la Catedral “será como parte del museo y la primera pieza que deberemos conservar”.
La idea es que el museo dedicado al arte religioso tenga seis salas, distribuidas en los tres niveles del edificio. Cada una de ellas estará dedicada a distintos momentos de la vida de Cristo, mientras que la sexta estará orientada a la Virgen María. La museografía estará a cargo del español Antonio Meléndez, quien se encargará de catalogar y distribuir los acervos con que cuenta la Catedral, que incluyen pinturas, esculturas y orfebrería que datan de los siglos XVII, XVIII y, sobre todo, del XIX. “Se trata de obras que están resguardadas, pero que de nada sirve tener ahí. Queremos sacarlas para que sean conocidas y restaurar lo que sea necesario”, explica Alberto Ruiz.
De momento, sólo se cuenta con el anteproyecto del museo. La intención es que el proyecto ejecutivo esté listo a más tardar en julio. Según las cuentas, el MAS requiere cerca de diez millones de pesos, de los cuales actualmente no se cuenta con uno solo. La idea es que conforme se vayan consiguiendo recursos se puedan iniciar los trabajos en el edificio, que incluyen quitar algunos muros de tablarroca, trazar los recorridos, asegurar ventanas, los equipos de iluminación, acondicionamiento de salas con aire acondicionado, sistemas de seguridad. Además, el proyecto incluye la creación de una cafetería en el tercer nivel, así como el rediseño de la librería que está en el sótano, donde se habilitará una sala de exposiciones temporales y un auditorio para conferencias. “Ahora estamos en diálogo con Modesto Aceves [de Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Jalisco], pero no hemos tenido respuesta, y con los gobiernos municipales de la zona metropolitana”, añade Ruiz, quien también señala que buscarán crear una Sociedad de Amigos del Museo, con la intención de recabar más fondos.
Si bien todo depende de la obtención de los recursos, la intención es que el MAS esté listo antes de que termine el año. Para ir calentando las salas, ya se tiene programada una exposición con obra de fray Gabriel Chávez de la Mora, conocido como el arquitecto de Dios y que a principios de año inauguró esa misma muestra en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.
Oro, incienso y mirra
La intención es que el Museo de Arte Sacro de Guadalajara exhiba cerca de 120 piezas, que incluyen pinturas, esculturas y orfebrería. La pieza más importante es el cuadro de La Asunción de María, de Murillo, que actualmente está en la sacristía de Catedral.
El proyecto de recinto incluye seis salas, distribuidas en tres niveles. Además se habilitaran salas que hasta ahora permanecen cerradas al público en general, como la llamada Sala de los Espejos, espacio con mobiliario del siglo XIX y que nunca ha sido exhibido.
Se habilitará una cafetería en la terraza, con vistas a la Plaza de Armas y a la Plaza Liberación. Habrá librería, sala de exposiciones temporales y un auditorio para cursos, talleres y conferencias. Además, habrá un espacio para mostrar lo que será “la pieza del mes”.
Guadalajara, Jal.
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