Por primera vez será contemplada por los mexicanos y extranjeros, en el marco de la exposición "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante"
La piedra monumental data de 1502
Tlaltecuhtli, la Diosa de la Tierra, altiva y más bella que nunca, salió del hogar que habitó por más de 500 años, la Casa de las Ajaracas, para instalarse en el Museo del Templo Mayor.
Allí, por primera vez será contemplada por los mexicanos y extranjeros, en el marco de la exposición "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante", informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, detalló que el traslado del monolito hallado el 2 de octubre de 2006, utilizó una ruta inédita, tomando por Justo Sierra y Correo Mayor hacia el interior del Museo del Templo Mayor, en el corazón de la antigua Tenochtitlan.
La piedra monumental, que data de 1502, pesa 12 toneladas y mide 4.19 por 3.62 metros, y es la más grande descubierta a la fecha, por encima del Calendario Azteca y la Coyolxauhqui.
Además es la única pieza escultórica mexica que conserva sus colores originales, y desde su descubrimiento, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se dieron a la tarea de rescatarla y consolidarla mediante un minucioso proceso de restauración que duró tres años.
Luego de poco más de 31 horas de trabajo que comenzó desde el pasado viernes, y con el uso de tecnología de punta, un equipo de más de 20 especialistas realizó el levantamiento y traslado de cada una de las cuatro partes en los que está fragmentada la escultura de esta deidad mexica asociada con la tierra.
Dos grúas, con brazos mecánicos de 18 metros y con sumo cuidado, uno a uno los cuatro fragmentos de la Tlaltecuhtli fueron llegando al vestíbulo del Museo del Templo Mayor.
Allí, previamente se desmontaron las puertas para que pudiera entrar y ser colocada en el espacio donde habitualmente se muestra la maqueta de la antigua ciudad de Tenochtitlan.
Las labores, encabezadas por el arqueólogo Leonardo López Luján, titular del Proyecto Arqueológico Templo Mayor; Patricia Real, directora de Museos del INAH, y la restauradora María Barajas, en presencia del arqueólogo Eduardo Matos, culminaron cuando la Diosa de la Tierra quedó totalmente dispuesta en dicho espacio donde se exhibirá por primera vez como la pieza estelar de Moctezuma II, a partir mediados de junio próximo.
Pendiente de las tareas, supervisadas por Carlos Javier González, director del Museo del Templo Mayor, el arqueólogo Eduardo Matos expresó su asombro por la forma en que se hicieron las maniobras de traslado de este monolito.
"El avance tecnológico ha sido fundamental para lograr esto, ya que en 1978 el movimiento de la Coyolxauhqui se hizo sin tanta tecnología", comentó.
López Luján, por su parte, subrayó que "el traslado es una maniobra de suma importancia que podemos equiparar con el movimiento de cualquier otra obra de arte universal, toda vez que la Tlaltecuhtli, además de tener un gran valor histórico tiene una relevancia estética impresionante, podríamos decir que esta escultura mexica la hizo un Miguel Ángel o un Fidias prehispánico".
Como parte de las medidas de conservación de esta pieza escultórica, expertos del INAH diseñaron de manera previa una base o soporte sobre la cual reposará Tlaltecuhtli.
Es una especie de cama hecha de madera y etafom (hule espuma) que permitirá exhibir temporalmente la pieza monumental, en tanto se trabaja en la propuesta de una base museográfica permanente de acero inoxidable, con un sistema de puntos ajustables en diferentes alturas para compensar la irregularidad de la escultura.
Luego del traslado, Patricia Real Fierros, directora de Museos, de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones, informó que la escultura será exhibida en el vestíbulo del Museo del Templo Mayor, y dado su peso, el área fue apuntalada desde el sótano.
La Tlaltecuhtli fue colocada en posición horizontal, en concordancia con la cosmogonía mexica, en la que las deidades de la tierra estaban dispuestas en el suelo.
De esta manera, el visitante podrá observarla de frente al asomarse hacia el vestíbulo desde cualesquiera de los pisos superiores del museo.
La especialista María Barajas, quien ha coordinado las tareas de restauración de la escultura, destacó que una de las prioridades para la conservación de Tlaltecuhtli, principalmente sus colores, en esta sección de museo se mantendrán controladas las condiciones de humedad, temperatura e iluminación.
Por tal motivo hará un monitoreo constante, en tanto que la luz se controlará con el uso de leds, un tipo de iluminación especial para materiales de naturaleza delicada y que permite la conservación de la policromía.
Cabe recordar que la escultura esta cubierta por capas pictóricas que recibieron tratamientos de preservación durante tres años.
Finalmente, Patricia Real adelantó que la museografía de "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante", además de tener al monolito de la Tlaltecuhtli como pieza principal, contará con otras seis vitrinas que albergarán piezas halladas en las ofrendas localizadas debajo de esta escultura que fue mandada hacer precisamente por este último dignatario mexica, posiblemente como lápida para cubrir una tumba.
La presentación de “Moctezuma II...” en México es posible luego de su presentación en el Museo Británico de Londres, donde registró una afluencia de 210 mil visitantes fascinados por la antigua cultura mexica.
El monolito de la Tlaltecuhtli es una figura de cuerpo completo color ocre con fondo rojizo, que representa a la deidad vinculada con la tierra.
La diosa presenta cabello rizado en color rojo oscuro, símbolo de belleza de la época prehispánica, pero también de la noche y del inframundo.
Tiene ojos muy profundos en forma de media luna, la nariz es muy ancha y plana, mientras que las mejillas resaltan por el relieve de color rojo, y en el centro de éstas hay un pequeño círculo de color azul. Además, de su boca sale un chorro de sangre que proviene desde el abdomen.
La figura tiene los brazos flexionados hacia arriba como en alusión a que es la Diosa de la Tierra, y que todas la criaturas regresan a ella.
Sus piernas están en forma de cuclillas; porta una falda corta adornada en los extremos con puntos de color blanco delineados de negro, así como huesos en forma de equis.
México, D.F.
La piedra monumental data de 1502
Tlaltecuhtli, la Diosa de la Tierra, altiva y más bella que nunca, salió del hogar que habitó por más de 500 años, la Casa de las Ajaracas, para instalarse en el Museo del Templo Mayor.
Allí, por primera vez será contemplada por los mexicanos y extranjeros, en el marco de la exposición "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante", informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, detalló que el traslado del monolito hallado el 2 de octubre de 2006, utilizó una ruta inédita, tomando por Justo Sierra y Correo Mayor hacia el interior del Museo del Templo Mayor, en el corazón de la antigua Tenochtitlan.
La piedra monumental, que data de 1502, pesa 12 toneladas y mide 4.19 por 3.62 metros, y es la más grande descubierta a la fecha, por encima del Calendario Azteca y la Coyolxauhqui.
Además es la única pieza escultórica mexica que conserva sus colores originales, y desde su descubrimiento, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se dieron a la tarea de rescatarla y consolidarla mediante un minucioso proceso de restauración que duró tres años.
Luego de poco más de 31 horas de trabajo que comenzó desde el pasado viernes, y con el uso de tecnología de punta, un equipo de más de 20 especialistas realizó el levantamiento y traslado de cada una de las cuatro partes en los que está fragmentada la escultura de esta deidad mexica asociada con la tierra.
Dos grúas, con brazos mecánicos de 18 metros y con sumo cuidado, uno a uno los cuatro fragmentos de la Tlaltecuhtli fueron llegando al vestíbulo del Museo del Templo Mayor.
Allí, previamente se desmontaron las puertas para que pudiera entrar y ser colocada en el espacio donde habitualmente se muestra la maqueta de la antigua ciudad de Tenochtitlan.
Las labores, encabezadas por el arqueólogo Leonardo López Luján, titular del Proyecto Arqueológico Templo Mayor; Patricia Real, directora de Museos del INAH, y la restauradora María Barajas, en presencia del arqueólogo Eduardo Matos, culminaron cuando la Diosa de la Tierra quedó totalmente dispuesta en dicho espacio donde se exhibirá por primera vez como la pieza estelar de Moctezuma II, a partir mediados de junio próximo.
Pendiente de las tareas, supervisadas por Carlos Javier González, director del Museo del Templo Mayor, el arqueólogo Eduardo Matos expresó su asombro por la forma en que se hicieron las maniobras de traslado de este monolito.
"El avance tecnológico ha sido fundamental para lograr esto, ya que en 1978 el movimiento de la Coyolxauhqui se hizo sin tanta tecnología", comentó.
López Luján, por su parte, subrayó que "el traslado es una maniobra de suma importancia que podemos equiparar con el movimiento de cualquier otra obra de arte universal, toda vez que la Tlaltecuhtli, además de tener un gran valor histórico tiene una relevancia estética impresionante, podríamos decir que esta escultura mexica la hizo un Miguel Ángel o un Fidias prehispánico".
Como parte de las medidas de conservación de esta pieza escultórica, expertos del INAH diseñaron de manera previa una base o soporte sobre la cual reposará Tlaltecuhtli.
Es una especie de cama hecha de madera y etafom (hule espuma) que permitirá exhibir temporalmente la pieza monumental, en tanto se trabaja en la propuesta de una base museográfica permanente de acero inoxidable, con un sistema de puntos ajustables en diferentes alturas para compensar la irregularidad de la escultura.
Luego del traslado, Patricia Real Fierros, directora de Museos, de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones, informó que la escultura será exhibida en el vestíbulo del Museo del Templo Mayor, y dado su peso, el área fue apuntalada desde el sótano.
La Tlaltecuhtli fue colocada en posición horizontal, en concordancia con la cosmogonía mexica, en la que las deidades de la tierra estaban dispuestas en el suelo.
De esta manera, el visitante podrá observarla de frente al asomarse hacia el vestíbulo desde cualesquiera de los pisos superiores del museo.
La especialista María Barajas, quien ha coordinado las tareas de restauración de la escultura, destacó que una de las prioridades para la conservación de Tlaltecuhtli, principalmente sus colores, en esta sección de museo se mantendrán controladas las condiciones de humedad, temperatura e iluminación.
Por tal motivo hará un monitoreo constante, en tanto que la luz se controlará con el uso de leds, un tipo de iluminación especial para materiales de naturaleza delicada y que permite la conservación de la policromía.
Cabe recordar que la escultura esta cubierta por capas pictóricas que recibieron tratamientos de preservación durante tres años.
Finalmente, Patricia Real adelantó que la museografía de "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante", además de tener al monolito de la Tlaltecuhtli como pieza principal, contará con otras seis vitrinas que albergarán piezas halladas en las ofrendas localizadas debajo de esta escultura que fue mandada hacer precisamente por este último dignatario mexica, posiblemente como lápida para cubrir una tumba.
La presentación de “Moctezuma II...” en México es posible luego de su presentación en el Museo Británico de Londres, donde registró una afluencia de 210 mil visitantes fascinados por la antigua cultura mexica.
El monolito de la Tlaltecuhtli es una figura de cuerpo completo color ocre con fondo rojizo, que representa a la deidad vinculada con la tierra.
La diosa presenta cabello rizado en color rojo oscuro, símbolo de belleza de la época prehispánica, pero también de la noche y del inframundo.
Tiene ojos muy profundos en forma de media luna, la nariz es muy ancha y plana, mientras que las mejillas resaltan por el relieve de color rojo, y en el centro de éstas hay un pequeño círculo de color azul. Además, de su boca sale un chorro de sangre que proviene desde el abdomen.
La figura tiene los brazos flexionados hacia arriba como en alusión a que es la Diosa de la Tierra, y que todas la criaturas regresan a ella.
Sus piernas están en forma de cuclillas; porta una falda corta adornada en los extremos con puntos de color blanco delineados de negro, así como huesos en forma de equis.
México, D.F.
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