El musicólogo Juan José Escorza ofreció un recorrido a través de las etapas de transformación de la música en México, recordando la importancia de la presencia indígena en la época de la Colonia.
Después el Virreinato, en nuestro país se produjo una gran cantidad de música religiosa. Hoy rescatar la música gregoriana, la música polifónica y armónica, estilada en la liturgia de la época, es una de las tareas más importantes, señaló el musicólogo Juan José Escorza.
Al impartir la conferencia “El siglo XIX en la música de México” en la sala Fósforo del Colegio Civil, el investigador explicó que en esa época nacieron la mayor parte de las escuelas de enseñanza musical mediante el sistema de talleres en los que el muchacho iba a la iglesia, ingresaba al coro y si el maestro de capilla le veía facultades lo mantenía en el coro, le daba clases, convirtiéndose en un escoleta.
Escorza ofreció un recorrido a través de las etapas de transformación de la música en México, recordando la importancia de la presencia indígena en la época de la Colonia.
“El canto gregoriano en los coros de las capillas estaban formados por indígenas, también cuando no había órganos, estos hacían las famosas chirimias a tres o cuatro voces, simulando órganos de palo”, expuso el iniciador del Conservatorio de Música del Estado de México.
El musicólogo egresado del Conservatorio Musical y la Escuela Superior de Música del INBA recordó grandes nombres de compositores e interpretes de la época como José Antonio Gómez, Aniceto Ortega, Tomas León, Melesio Morales, Cenobio Paniagua, Felipe Villanueva, Gustavo Campa, Ricardo Castro y Julián Carrillo.
Uno de los géneros sobresalientes fue el villancico, suerte de música teatral en la que escritores de la talla de Sor Juana intervenían en los textos, acompañados de esta música, característica del virreinato.
Hoy en día desafortunadamente sólo existe una fonoteca en la Ciudad de México: la Fonoteca Nacional, además del Centro Nacional de las Artes donde se concentran todos los estudios sobre la música mexicana. En los otros estados de la República el acervo se concentra en archivos personales y pequeñas colecciones, explicó el musicólogo.
Monterrey, NL
Después el Virreinato, en nuestro país se produjo una gran cantidad de música religiosa. Hoy rescatar la música gregoriana, la música polifónica y armónica, estilada en la liturgia de la época, es una de las tareas más importantes, señaló el musicólogo Juan José Escorza.
Al impartir la conferencia “El siglo XIX en la música de México” en la sala Fósforo del Colegio Civil, el investigador explicó que en esa época nacieron la mayor parte de las escuelas de enseñanza musical mediante el sistema de talleres en los que el muchacho iba a la iglesia, ingresaba al coro y si el maestro de capilla le veía facultades lo mantenía en el coro, le daba clases, convirtiéndose en un escoleta.
Escorza ofreció un recorrido a través de las etapas de transformación de la música en México, recordando la importancia de la presencia indígena en la época de la Colonia.
“El canto gregoriano en los coros de las capillas estaban formados por indígenas, también cuando no había órganos, estos hacían las famosas chirimias a tres o cuatro voces, simulando órganos de palo”, expuso el iniciador del Conservatorio de Música del Estado de México.
El musicólogo egresado del Conservatorio Musical y la Escuela Superior de Música del INBA recordó grandes nombres de compositores e interpretes de la época como José Antonio Gómez, Aniceto Ortega, Tomas León, Melesio Morales, Cenobio Paniagua, Felipe Villanueva, Gustavo Campa, Ricardo Castro y Julián Carrillo.
Uno de los géneros sobresalientes fue el villancico, suerte de música teatral en la que escritores de la talla de Sor Juana intervenían en los textos, acompañados de esta música, característica del virreinato.
Hoy en día desafortunadamente sólo existe una fonoteca en la Ciudad de México: la Fonoteca Nacional, además del Centro Nacional de las Artes donde se concentran todos los estudios sobre la música mexicana. En los otros estados de la República el acervo se concentra en archivos personales y pequeñas colecciones, explicó el musicólogo.
Monterrey, NL
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