El recién galardonado Premio Cervantes leyó ante el público principalmente poemas de la antigüedad clásica que, tras años de tesón, había trasladado al castellano de forma que conservaran su musicalidad interna original
mexicano José Emilio Pacheco, compartió con el público de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) algunos poemas de su libro inédito "Aproximaciones".
Pacheco (Ciudad de México, 1939), una de cuyas facetas literarias es la de traductor, leyó ante el público principalmente poemas de la antigüedad clásica que, tras años de tesón, había trasladado al castellano de forma que conservaran su musicalidad interna original.
Entre las piezas, había algunas de Platón, "que llegó a odiar la poesía y a los poetas, aunque en su juventud fue uno de los grandes poetas de Grecia", ilustró Pacheco.
Algunas de las odas que leyó, extraídas de las arenas de tiempos tan lejanos como los de Alejandría, se ajustan perfectamente a los acontecimientos actuales, explicó como un profesor inmerso en su saber que enseñase desde el estrado a una audiencia atenta.
"Hay poemas que podrían ser perfectamente mexicanos, aunque son de un griego de Alejandría", dijo. Y leyó: "Nuestros esfuerzos son desventurados/ y parecen esfuerzos de troyanos".
Entusiasmado por compartir un trabajo que había estado en su cabeza durante muchos años, por exhibir el triunfo ante los problemas que supone la traducción de la poesía de lenguas antiguas, Pacheco se expresaba natural, sin artificios académicos.
Se permitía bromear incluso sobre el surgimiento de la subjetividad en la poesía griega, cuando la épica perdía la batalla frente a los antihéroes.
Y lo ejemplificaba, como quien cuenta un chiste, con el relato del soldado que en lugar de morir defendiendo la patria, se vuelve un ser pragmático, centrado en sobrevivir a la contienda "y ganar el dinero suficiente para comprarse un escudo nuevo".
El Cervantes 2009 leyó asimismo poemas de pueblos sobre los que "nadie piensa que tuvieran poesía", como los comanches y los pigmeos. También ofreció algunas piezas más contemporáneas.
El poeta, traductor, narrador, ensayista y adaptador de textos para el teatro ha sido uno de los nombres destacados de la FIL en esta XXIII edición de la feria, la cita editorial más grande del mundo hispano.
Pacheco ha recibido este año un homenaje nacional en México por sus 70 años, en los que se ha revelado como una de las piezas clave de las letras nacionales.
A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con infinidad de premios, nacionales e internacionales, siendo el más reciente, aparte del Cervantes, el Reina Sofía de Poesía. Gaudalajara, Jal.
mexicano José Emilio Pacheco, compartió con el público de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) algunos poemas de su libro inédito "Aproximaciones".
Pacheco (Ciudad de México, 1939), una de cuyas facetas literarias es la de traductor, leyó ante el público principalmente poemas de la antigüedad clásica que, tras años de tesón, había trasladado al castellano de forma que conservaran su musicalidad interna original.
Entre las piezas, había algunas de Platón, "que llegó a odiar la poesía y a los poetas, aunque en su juventud fue uno de los grandes poetas de Grecia", ilustró Pacheco.
Algunas de las odas que leyó, extraídas de las arenas de tiempos tan lejanos como los de Alejandría, se ajustan perfectamente a los acontecimientos actuales, explicó como un profesor inmerso en su saber que enseñase desde el estrado a una audiencia atenta.
"Hay poemas que podrían ser perfectamente mexicanos, aunque son de un griego de Alejandría", dijo. Y leyó: "Nuestros esfuerzos son desventurados/ y parecen esfuerzos de troyanos".
Entusiasmado por compartir un trabajo que había estado en su cabeza durante muchos años, por exhibir el triunfo ante los problemas que supone la traducción de la poesía de lenguas antiguas, Pacheco se expresaba natural, sin artificios académicos.
Se permitía bromear incluso sobre el surgimiento de la subjetividad en la poesía griega, cuando la épica perdía la batalla frente a los antihéroes.
Y lo ejemplificaba, como quien cuenta un chiste, con el relato del soldado que en lugar de morir defendiendo la patria, se vuelve un ser pragmático, centrado en sobrevivir a la contienda "y ganar el dinero suficiente para comprarse un escudo nuevo".
El Cervantes 2009 leyó asimismo poemas de pueblos sobre los que "nadie piensa que tuvieran poesía", como los comanches y los pigmeos. También ofreció algunas piezas más contemporáneas.
El poeta, traductor, narrador, ensayista y adaptador de textos para el teatro ha sido uno de los nombres destacados de la FIL en esta XXIII edición de la feria, la cita editorial más grande del mundo hispano.
Pacheco ha recibido este año un homenaje nacional en México por sus 70 años, en los que se ha revelado como una de las piezas clave de las letras nacionales.
A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con infinidad de premios, nacionales e internacionales, siendo el más reciente, aparte del Cervantes, el Reina Sofía de Poesía. Gaudalajara, Jal.
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