Los dos sitios, considerados como las principales atracciones en Francia, cerraron sus puertas al público en señal de protesta por las reformas laborales que se pretenden implementar
El Museo del Louvre y el palacio real de Versalles cerraron el jueves debido a la huelga de trabajadores de museos franceses que parece fortalecerse.
Turistas frustrados se congregaron frente a la característica pirámide del patio del Louvre, bloqueados por empleados que protestaban el plan del gobierno de no reemplazar a la mitad de los trabajadores públicos que se jubilen, medida que afectará a los museos nacionales del país.
El paro comenzó en el Centro Pompidou de arte moderno el mes pasado y los trabajadores de otros museos nacionales se unieron a la huelga el miércoles.
Líderes sindicales se reunieron con el ministro de Cultura Frederic Mitterrand el miércoles por la tarde, pero no lograron concesiones, y los sindicatos dijeron que la huelga cobró velocidad el jueves.
El Louvre y Versalles permanecieron parcialmente abiertos el miércoles, pero cerraron sus puertas el jueves por falta de personal suficiente, dijo un funcionario de la autoridad a cargo de los museos nacionales. El Pompidou Center y el Museo d'Orsay de arte impresionista también estaban cerrados. El funcionario no estaba autorizado a identificarse por políticas de la agencia.
El palacio de Versalles, que normalmente recibe miles de visitantes al día, no tenía suficiente personal para abrir sus puertas. Pero los extensos jardines al pie del castillo ubicado al oeste de París sí permanecieron abiertos.
Los trabajadores de la principal biblioteca de Francia, la Biblioteca Nacional Francois Mitterrand en el sureste de París, votaron por unirse el viernes a la huelga.
No estaba claro cuántos trabajadores estaban en paro en todo Francia.
El ministro de Cultura dijo que el país no haría una excepción para los trabajadores de museos en una medida gubernamental para recortar costos que afecta a todos los empleados públicos, y señaló que los museos tenían muchas maneras de reorganizarse para lidiar con un menor número de trabajadores.
''La reforma debe aplicarse'', dijo el jueves a la televisora France-2. ''Si comenzamos a hacer excepciones, nunca saldremos de esto'', añadió en referencia a las limitaciones presupuestarias que llevaron a la reforma.
Frederic Sorbier, de la confederación sindical izquierdista CGT, dijo parado frente al Louvre: ''Estamos presionando con la huelga porque no obtuvimos lo que queríamos. Porque cuando nuestros gerentes y los ministros tienen que enfrentar demandas, niegan responsabilidad diciendo, 'No puedo hacer nada, no tengo libertad para maniobrar, debo ceder ante el presidente, el presidente debe ceder ante Europa, y Europa ante la globalización'. Así que no hay solución''. París, Francia
El Museo del Louvre y el palacio real de Versalles cerraron el jueves debido a la huelga de trabajadores de museos franceses que parece fortalecerse.
Turistas frustrados se congregaron frente a la característica pirámide del patio del Louvre, bloqueados por empleados que protestaban el plan del gobierno de no reemplazar a la mitad de los trabajadores públicos que se jubilen, medida que afectará a los museos nacionales del país.
El paro comenzó en el Centro Pompidou de arte moderno el mes pasado y los trabajadores de otros museos nacionales se unieron a la huelga el miércoles.
Líderes sindicales se reunieron con el ministro de Cultura Frederic Mitterrand el miércoles por la tarde, pero no lograron concesiones, y los sindicatos dijeron que la huelga cobró velocidad el jueves.
El Louvre y Versalles permanecieron parcialmente abiertos el miércoles, pero cerraron sus puertas el jueves por falta de personal suficiente, dijo un funcionario de la autoridad a cargo de los museos nacionales. El Pompidou Center y el Museo d'Orsay de arte impresionista también estaban cerrados. El funcionario no estaba autorizado a identificarse por políticas de la agencia.
El palacio de Versalles, que normalmente recibe miles de visitantes al día, no tenía suficiente personal para abrir sus puertas. Pero los extensos jardines al pie del castillo ubicado al oeste de París sí permanecieron abiertos.
Los trabajadores de la principal biblioteca de Francia, la Biblioteca Nacional Francois Mitterrand en el sureste de París, votaron por unirse el viernes a la huelga.
No estaba claro cuántos trabajadores estaban en paro en todo Francia.
El ministro de Cultura dijo que el país no haría una excepción para los trabajadores de museos en una medida gubernamental para recortar costos que afecta a todos los empleados públicos, y señaló que los museos tenían muchas maneras de reorganizarse para lidiar con un menor número de trabajadores.
''La reforma debe aplicarse'', dijo el jueves a la televisora France-2. ''Si comenzamos a hacer excepciones, nunca saldremos de esto'', añadió en referencia a las limitaciones presupuestarias que llevaron a la reforma.
Frederic Sorbier, de la confederación sindical izquierdista CGT, dijo parado frente al Louvre: ''Estamos presionando con la huelga porque no obtuvimos lo que queríamos. Porque cuando nuestros gerentes y los ministros tienen que enfrentar demandas, niegan responsabilidad diciendo, 'No puedo hacer nada, no tengo libertad para maniobrar, debo ceder ante el presidente, el presidente debe ceder ante Europa, y Europa ante la globalización'. Así que no hay solución''. París, Francia
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