La nueva pintura de los jóvenes príncipes ataviados en uniforme militar, con variadas medallas y bandas, se ha colocado en exhibición en la Galería de Retratos Nacional junto a otros retratos reales
Jóvenes, guapos, majestuosos y a la vez informales y relajados.
Suena bien. No es una sorpresa que los príncipes Guillermo y Enrique estén muy complacidos con el primer retrato oficial al óleo en los que aparecen ellos solos.
La artista ayudó un poco a la naturaleza, reponiendo el ya escaso cabello de Guillermo, pero usando una representación realista de la nariz de Enrique, que se fracturó en un partido de rugby en la secundaria.
La nueva pintura de los jóvenes príncipes ataviados en uniforme militar, con variadas medallas y bandas, se ha colocado en exhibición en la Galería de Retratos Nacional junto a otros retratos reales, dijo el jueves Neil Evans, vocero de la galería.
La galería encargó el histórico trabajo, pintado por la artista londinense Nicky Philipps, tras una serie de sesiones en su estudio en el vecindario de South Kensington.
''Estará en exhibición al menos por seis meses'', dijo Evans.
Una vocera de los príncipes dijo que éstos vieron el cuadro antes de la Navidad y que quedaron encantados con el modo en que fueron representados.
El retrato muestra a los príncipes en un momento casual afuera de la biblioteca en Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, antes de unas festividades en el 2008.
Ambos lucen el uniforme de la Guardia Real que llevaban ese día.
Philipps dijo que seleccionó ese momento para capturar ''un momento informal, el lado humano de la responsabilidad real, y para enfatizar su relación fraternal''.
La artista indicó que los hijos de la fallecida princesa Diana fueron ''muy buena compañía'' durante las repetidas sesiones en las que posaron.
También se dijo complacida con el perfil de Enrique y la representación de su nariz, que se rompió durante un partido de rugby cuando estudiaba en Eton.
Funcionarios del palacio confirmaron que Enrique sufrió la lesión, que jamás se hizo pública, cuando tenía unos 15 años.
En el retrato, Guillermo, segundo en línea al trono británico, lleva la banda y estrella de la Orden de la Jarretera y la medalla Jubileo de Oro de la Reina. Enrique, tercero en línea, lleva la medalla de la reina y la medalla que recibió por su servicio en Afganistán.
De manera previsible el retrato ha divido a los vociferantes críticos de arte de Londres, como fue el caso en el 2001, cuando el aclamado artista Lucien Freud pintó un retrato extremadamente poco ortodoxo de la abuela de los príncipes, la reina Isabel II. Londres, Inglaterra
Jóvenes, guapos, majestuosos y a la vez informales y relajados.
Suena bien. No es una sorpresa que los príncipes Guillermo y Enrique estén muy complacidos con el primer retrato oficial al óleo en los que aparecen ellos solos.
La artista ayudó un poco a la naturaleza, reponiendo el ya escaso cabello de Guillermo, pero usando una representación realista de la nariz de Enrique, que se fracturó en un partido de rugby en la secundaria.
La nueva pintura de los jóvenes príncipes ataviados en uniforme militar, con variadas medallas y bandas, se ha colocado en exhibición en la Galería de Retratos Nacional junto a otros retratos reales, dijo el jueves Neil Evans, vocero de la galería.
La galería encargó el histórico trabajo, pintado por la artista londinense Nicky Philipps, tras una serie de sesiones en su estudio en el vecindario de South Kensington.
''Estará en exhibición al menos por seis meses'', dijo Evans.
Una vocera de los príncipes dijo que éstos vieron el cuadro antes de la Navidad y que quedaron encantados con el modo en que fueron representados.
El retrato muestra a los príncipes en un momento casual afuera de la biblioteca en Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, antes de unas festividades en el 2008.
Ambos lucen el uniforme de la Guardia Real que llevaban ese día.
Philipps dijo que seleccionó ese momento para capturar ''un momento informal, el lado humano de la responsabilidad real, y para enfatizar su relación fraternal''.
La artista indicó que los hijos de la fallecida princesa Diana fueron ''muy buena compañía'' durante las repetidas sesiones en las que posaron.
También se dijo complacida con el perfil de Enrique y la representación de su nariz, que se rompió durante un partido de rugby cuando estudiaba en Eton.
Funcionarios del palacio confirmaron que Enrique sufrió la lesión, que jamás se hizo pública, cuando tenía unos 15 años.
En el retrato, Guillermo, segundo en línea al trono británico, lleva la banda y estrella de la Orden de la Jarretera y la medalla Jubileo de Oro de la Reina. Enrique, tercero en línea, lleva la medalla de la reina y la medalla que recibió por su servicio en Afganistán.
De manera previsible el retrato ha divido a los vociferantes críticos de arte de Londres, como fue el caso en el 2001, cuando el aclamado artista Lucien Freud pintó un retrato extremadamente poco ortodoxo de la abuela de los príncipes, la reina Isabel II. Londres, Inglaterra
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