La soprano estadounidense, considerada una de las cantantes contemporáneas de ópera y recitales más admiradas en el orbe, arrancó con una lluvia de aplausos por parte de un público que abarrotó el Palacio Municipal de esta ciudad.
La soprano estadounidense Jessy Norman tuvo un exitoso debut en la apertura del 26 Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado, inaugurado la víspera en Álamos, Sonora.
Norman, considerada una de las cantantes contemporáneas de ópera y recitales más admiradas en el orbe, arrancó con una lluvia de aplausos por parte de un público que abarrotó el Palacio Municipal de esta ciudad.
En el primer concierto de las llamadas "Noches de Gala", la soprano, a quien se le asocia especialmente con los papeles de Aída, Cassandra, Alceste y Leonora en Fidelio, demostró porqué le cantó a la Reina Elizabeth II de Inglaterra, en 1986, en el marco de sus seis décadas de vida.
Con una voz potente y profunda, rico timbre y amplia tesitura dinámica, Norman cautivó e hipnotizó a los presentes gracias a su intenso compromiso emocional y a su grandiosa presencia en escena.
Como una auténtica diva del bel canto operístico, así se paró sobre el escenario la cantante, para quien el foro le quedó pequeño.
No obstante la mala acústica del mismo, eso no impidió que la soprano brillara, pues a sus 64 años de edad se entregó en cuerpo y alma arrancando suspiros una y otra vez.
Acompañada por el pianista norteamericano Mark Markham, quien también tuvo una extraordinaria participación, la velada musical incluyó más de 20 temas en un programa que llevó por título "American Masters".
Por espacios de 100 minutos, se escucharon obras de compositores como Leonard Bernstein (1918-1990), Richard Rogers (1902-1979), Oscar Hammerstein (1895-1960), George Gershwin (1898-1937) y Duke Ellington (1899-1974), así como cantos espirituales.
Fue tanta la expectativa que provocó Norman en la llamada Ciudad de los Portales, que una hora antes de su recital, decenas de personas ya hacían largas filas para ingresar al recinto, entre ellos, Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Con una amplia sonrisa y ataviada con un vestido largo en color azul rey, con zapatillas doradas, Jessye Norman debutó con el pie derecho en este festival que concluirá el próximo 30 de enero.
Nacida en Augusta, Georgia, en el seno de una familia con aficiones musicales, estudió en Howard University, Peabody Conservatory y Michigan University, antes de iniciar una carrera que la catapultaría a la fama.
En 1968 ganó el Concurso de Munich y debutó en Berlín al año siguiente con Tannhäuser, de Richard Wagner.
En 1972 lo hizo en el Covent Garden de Londres y en La Scala de Milán; en 1983 en la Opera Metropolitana de Nueva York, interpretando el papel de Casandra de "Les troyans", de Héctor Berlioz.
alamo, Son.
La soprano estadounidense Jessy Norman tuvo un exitoso debut en la apertura del 26 Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado, inaugurado la víspera en Álamos, Sonora.
Norman, considerada una de las cantantes contemporáneas de ópera y recitales más admiradas en el orbe, arrancó con una lluvia de aplausos por parte de un público que abarrotó el Palacio Municipal de esta ciudad.
En el primer concierto de las llamadas "Noches de Gala", la soprano, a quien se le asocia especialmente con los papeles de Aída, Cassandra, Alceste y Leonora en Fidelio, demostró porqué le cantó a la Reina Elizabeth II de Inglaterra, en 1986, en el marco de sus seis décadas de vida.
Con una voz potente y profunda, rico timbre y amplia tesitura dinámica, Norman cautivó e hipnotizó a los presentes gracias a su intenso compromiso emocional y a su grandiosa presencia en escena.
Como una auténtica diva del bel canto operístico, así se paró sobre el escenario la cantante, para quien el foro le quedó pequeño.
No obstante la mala acústica del mismo, eso no impidió que la soprano brillara, pues a sus 64 años de edad se entregó en cuerpo y alma arrancando suspiros una y otra vez.
Acompañada por el pianista norteamericano Mark Markham, quien también tuvo una extraordinaria participación, la velada musical incluyó más de 20 temas en un programa que llevó por título "American Masters".
Por espacios de 100 minutos, se escucharon obras de compositores como Leonard Bernstein (1918-1990), Richard Rogers (1902-1979), Oscar Hammerstein (1895-1960), George Gershwin (1898-1937) y Duke Ellington (1899-1974), así como cantos espirituales.
Fue tanta la expectativa que provocó Norman en la llamada Ciudad de los Portales, que una hora antes de su recital, decenas de personas ya hacían largas filas para ingresar al recinto, entre ellos, Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Con una amplia sonrisa y ataviada con un vestido largo en color azul rey, con zapatillas doradas, Jessye Norman debutó con el pie derecho en este festival que concluirá el próximo 30 de enero.
Nacida en Augusta, Georgia, en el seno de una familia con aficiones musicales, estudió en Howard University, Peabody Conservatory y Michigan University, antes de iniciar una carrera que la catapultaría a la fama.
En 1968 ganó el Concurso de Munich y debutó en Berlín al año siguiente con Tannhäuser, de Richard Wagner.
En 1972 lo hizo en el Covent Garden de Londres y en La Scala de Milán; en 1983 en la Opera Metropolitana de Nueva York, interpretando el papel de Casandra de "Les troyans", de Héctor Berlioz.
alamo, Son.
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