Los restos del buque de guerra son encontrados en la entrada de la bahía de Kiel
Arqueólogos alemanes han descubierto, en la entrada de la bahía de Kiel, al norte del país y en aguas del Báltico, los restos del buque de guerra sueco "Prinsessan Hedvig Sophia", que se hundió a comienzos del siglo XVIII.
La nave de 47 metros de eslora se fue a pique el 25 de abril de 1715, durante la Gran Guerra del Norte, en una batalla naval entre suecos y daneses.
Ante la superioridad de las fuerzas marinas danesas, el almirante sueco ordenó a sus fuerzas hundir sus propios buques para evitar que cayeran en manos del enemigo.
Pese a todo, los daneses consiguieron abordar y conquistar la mayor parte de las naves suecas antes de que pudiesen ser hundidas, con la sola excepción del "Prinsessan Hedvig Sophia", el buque insignia, cuyo rescate fue imposible por los graves daños sufridos.
Los arqueólogos marinos de la Oficina de Arqueología del estado de Schleswig-Holstein consiguieron liberar la proa y popa de la nave, que se encontraban aprisionadas por el propio lastre del buque, informó hoy un portavoz de dicha institución.
Posteriormente fueron descubriendo otros restos que indicaban el origen del navío, como restos de armas y calzado, munición para mosquetes de plomo, balas de cañón de hierro y cristales de lámparas, ventanas y botellas.
Los restos del navío sueco de guerra se encuentran sumergidos a ocho metros de profundidad y las autoridades arqueológicas de Schleswig-Holstein tienen intención de seguir trabajando para sacar a la luz mas material del mismo. Berlín, Alemania
Arqueólogos alemanes han descubierto, en la entrada de la bahía de Kiel, al norte del país y en aguas del Báltico, los restos del buque de guerra sueco "Prinsessan Hedvig Sophia", que se hundió a comienzos del siglo XVIII.
La nave de 47 metros de eslora se fue a pique el 25 de abril de 1715, durante la Gran Guerra del Norte, en una batalla naval entre suecos y daneses.
Ante la superioridad de las fuerzas marinas danesas, el almirante sueco ordenó a sus fuerzas hundir sus propios buques para evitar que cayeran en manos del enemigo.
Pese a todo, los daneses consiguieron abordar y conquistar la mayor parte de las naves suecas antes de que pudiesen ser hundidas, con la sola excepción del "Prinsessan Hedvig Sophia", el buque insignia, cuyo rescate fue imposible por los graves daños sufridos.
Los arqueólogos marinos de la Oficina de Arqueología del estado de Schleswig-Holstein consiguieron liberar la proa y popa de la nave, que se encontraban aprisionadas por el propio lastre del buque, informó hoy un portavoz de dicha institución.
Posteriormente fueron descubriendo otros restos que indicaban el origen del navío, como restos de armas y calzado, munición para mosquetes de plomo, balas de cañón de hierro y cristales de lámparas, ventanas y botellas.
Los restos del navío sueco de guerra se encuentran sumergidos a ocho metros de profundidad y las autoridades arqueológicas de Schleswig-Holstein tienen intención de seguir trabajando para sacar a la luz mas material del mismo. Berlín, Alemania
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